Matrimonio No Deseado

«¿Dos condiciones?, ¿es una broma?, solo quiero ir a comprar ropa y dar una vuelta en carruaje por el centro de Londres, quizás me compre unos libros que siempre quise comprar, es necesario, ¿hacer tanto solo por eso?, me está volviendo loca, preguntándome a mi misma cosas inútiles»

– Mi señor, dígame cuáles son las condiciones y yo le diré si lo hago o no lo hago.

De repente se acercó a mí y me rodeó la cintura con uno de sus brazos, quise alejarme, pero me pego a su cuerpo, me tenia atrapada, se acercó a mi cuello y me susurro al oído.

— Primero, quiero que te tomes el trago qué queda en mi vaso, si lo segundo, quiero que me beses.

«Está bestia quiere que le dé mi primer beso, en realidad, él es mi marido es lógico que le dé todas mis primeras veces, pero no quiero, nunca pensé que tendría que hacer algo como ese en este matrimonio»

— ¿Puede soltarme, por favor?

Él me soltó de inmediato y se sentó en un sofá, yo también me senté en el que estaba frente a él.

— Yo no pensé que tendría que hacer nada como eso en este matrimonio.

— ¿Algo como que?, besar, acariciar, tener intimidad.

Asentí con la cabeza, el serio como si le estuviera contando un chiste, después de que termino de reírse, me dijo.

— Este es un matrimonio, eventualmente esas cosas sucederán, tú eres realidad diferente, las otras estaban ansiosas por que yo les preste atención, y tú, deseas que te ignore, ja, ja, ja, es todo tan gracioso.

— Quizás la diferencia está en que sus otras esposas deseaban este matrimonio, para mi este es un matrimonio no deseado, ella se sentían honradas y yo me siento atrapada...

Quería decir más, pero la cara de ese hombre se fue tornando sombría con cada palabra que yo le decía, el ambiente se puso pesado e incómodo, al final es dijo.

— Si no estás de acuerdo con las condiciones, puedes irte ahora, sin mi permiso, no puedes tardar un paso, ni de esta fría habitación si yo lo ordeno, ¿entiendes?

«Sus palabras eran muy claras, él quiere decir, que no importa si lo deseo o no, si quiero o no quiero, él es el único que puede decir aquí»

Me levante del sofá, tome el vaso qué tenía en la mano, y me tome el trago, después que el licor bajo como llamas ardiente por mi garganta, me acerque a él y roce mis labios con los míos.

Me aleje y camine hacia la puerta, cuando él se levantó del sofá, me agarro por la cintura, me pego de una pared, y forzó su boca sobre la mía, yo cerré la boca, pero él con la otra mano me agarro la cara, y apretó para que yo abriera la boca, entonces me volvió a besar e introdujo su lengua en mi boca, me apretó entre su cuerpo y la pared.

Sentía como si un animal salvaje me estuviera comiendo, era una sensación extraña que nunca antes había sentido, intente apartarlo, pero no lo pude lograr, entonces le mordí los labios, en ese momento se alejó de mí.

— Que eres, ¿un perro?, me pregunto molesto mientras se tocaba la mordida en el labio.

Se volvió acercar a mí, y paso su mano sobre una de mis piernas cubiertas por la bata y la cama, me dio un escalofrío en el cuerpo entero.

Me intente mover y me atrapó las dos manos, y la subió sobre mi cabeza, apretándome en la pared, con la mano que tenía libre, la metió por debajo de mi bata y acaricio la pie de mí entre pierna.

Comencé a templar de terror, y lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, él me vio llorar y me suelto, pero yo no me moví, el pánico me tenía paralizada.

— Vete ahora, si no, tomaré todo lo que me pertenece, y que además compre con mi dinero.

Salí corriendo del despacho, abrí la puerta tan rápido que casi golpeó al Mayordomo, no me parece de correr hasta que estaba frente a mi habitación, casi sin respiración, entre, cerré la puerta, me tiré en la cama, Penélope parece que ya se había ido a dormir, entonces me levante y puse una silla para asegurar la puerta.

Me volví a tirar en la cama y me cubrió con la sabana de pie a cabeza, entonces llore, me sentía tan vulnerable, impotente a merced de otros, este sentimiento, aun en mis peores momentos de pobreza nunca lo había sentido, no sé cómo explicarlo.

«Padre, ¿por qué me hiciste esto?, ¿por qué eres tan egoísta?, ¿por qué?, nunca me quisiste ni un poco, ni tuviste piedad de mí aunque sea por la memoria de mi madre, solo me tiraste a los lobos y saliste huyendo, ¿Eres siquiera humano?»

Estaba llena de resentimiento contra mi padre, porque hasta el último momento nunca pensó en mí, gasto todo nuestro dinero, me hizo pasar hambre, desnudez, vergüenza pública por años, al estar en la boca de todos y no conforme con todo eso me vendió a este hombre y su horrible familia.

Tener un destino trágico desde que nací, ser una mala estrella, me envolví lo más que pude en las sábanas, y cerré mis ojos, después sé un rato las lágrimas pararon y mi corazón se enfrió un poco más, cada día que pasaba sentía que mi cuerpo iba perdiendo calor, y que cada vez me volvía más fría.

«Nunca imagine que terminaría como un ave enjaulada, en mi vida carecí de todo, menos de libertad, ahora que tengo cosas que no tenía antes, lo cambiaría todo por ser libre, siento que en cualquier momento las cadenas se van a apretar tanto que no voy a poder respirar y voy a desaparecer»

Saque la cabeza de entre las sábanas y abrí los ojos, miré por la ventana, las luciérnagas revoloteando, trayendo una chispa de luz, a un lugar totalmente oscuro, ver eso me hizo pensar, que no debo rendirme, que pase lo pase, tengo que luchar por mi libertad.

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