La Debilidad Del Capó

...Stefani Greco...

Miro a Massimo, que parece furioso en eso Alessandro se acerca a El —yo la llevo hermano, ambos están alterados, ve deja a Mónica y ya mañana buscas a Stefani —el me mira furioso, yo le sostengo la mirada

—No, ella se va conmigo

—Eso no pasará, contigo ni a la esquina

—No fue pregunta, es una orden.

&Ja, te equivocaste de chica, yo no sigo órdenes, ni que fueras....- me calle al darme cuenta lo que iba a decir, lo iba a comparar con Angel.

—Termina la frase, ni que fuera quien —mi celular volvió a sonar, me acerque a tomar mi cartera, lo saqué y ví que era Angel, suspire y respondí la llamada, lo necesitaba oír

*****Llamada******

•¡Hola!

•Nena como estas, me llegó la alerta, de que estabas mal

•Estoy bien, ahora que te escucho

• Segura, que te alteró

•Nada importante, después te llamo si

•Si, baby, cuídate mi niña, te amo

•Yo también, cuídate

***Fin de llamada****

—Respeta que estoy aqui- me dice el muy sinico, lo miro y me río

—Por que no te jodes mejor, si tú te estás revolcando con otra, yo no debería casarme contigo, ni estar aquí, tengo una vida, lejos de toda está mierda de vida, que llevas tu, y mi familia, y solo saben embarrar a la gente buena, no se ni por qué estamos aquí, cásate con otra y déjame en paz, tu y mi padre no saben lo que es ....- sentía como mis lágrimas amenazaban con salir, mire a Alesandro que estába recargado en la puerta del piloto —me sacas de aqui —el asintió y se subió, encendió en auto, y antes de subirme yo, mire a Massimo —y a la otra que quieras información de mi, me la pides, yo toda la tengo —subí al auto y Alessandro aceleró, dejando a Massimo atrás

—Mañana me matara sabes- lo dice riendo

—Tranquilo, que mi hermano lo matara a él, si se entera de todo esto, y de que me dejó sola en la fiesta por irse con otra —Nos reímos juntos y mira por la ventana

—Dime a dónde te llevo —miro la carretera y después a Alessandro

—A dónde sea menos a mi casa —el asintió y aceleró, llegamos a un edificio lujoso, se estacionó y subimos por un ascensor privado, el ascensor abrió en un hermoso penthouse —es hermoso, tu vives aqui —el asiente mientras camina a la cocina

—Cafe o chocolate —me dice mostrando dos botes.

—Cafe, no tomo chocolate —me mira con una ceja levantada —soy alérgica a el, y me causa dolor de estómago —el asiente con una sonrisa

—Que te paso hoy, si se puede saber —suspiro

—Son ataques de pánico y sufro de claustrofobia, por eso las pastillas, mi cuerpo me da mareos, vomito y hasta desmayos, ya que yo tomo medicamento, casi siempre termino en el hospital —el asiente y me da una botella de agua, la acepto y la bebo casi la mitad, después la dejo sobre la barra de cocina, y me da el café, se sienta en un banquito de la barra, saco galletas y me ofrecio —Gracias, por favor no dijas nada de lo que te acabo de decir —le decía

—Que me dijiste, a chocolate no comes —reímos juntos y me mira —te quedas y mañana te llevo a tu casa —yo asiento y me guía a una habitación, después de dejar las tazas en el lavabo —está es mi habitación, aquí puedes dormir —lo mire —tranquila aquí solo duermo yo, si, yo dormiré allá en esa habitación —me río y asiento —no tengo pijamas de mujer, pero alguna camisa mía te servirá de pijama —me guía hasta su closet y tomo una camisa de una de sus pijamas

—Me prestas unos calcetines —el asiente y me da unos nuevos y un boxer nuevo

—Tal vez te sirva de short —lo tomo y asiento

—Gracias, por ayudarme

—No te preocupes

-Me conociste está noche y ya prestas tu cama y tu ropa

&Me inspiras confianza, podremos ser buenos amigos.

—Eso me agrada Ale, te puedo llamar a si —el asiente y toma el pantalon de pijama, de la camisa que tome yo

—Bueno te dejo cambiarte y que descanses, cualquier cosa estoy en la de al lado —asiento y cuando el sale me meto al baño, me quito todo y me meto a la ducha, dejando caer el agua caliente sobre mi cuerpo, sintiéndome más relajada, tomo una toalla, me seco y me pongo mi ropa interior, la camisa de Alessandro y el boxer como short, aunque si me quedo algo grande la camisa, me meto entre las cobijas, y mi cansancio era demasiado, que me quedé dormida.... Me desperté y ya estaba el sol, mire la hora y eran las 9, me lave la cara y tomé enjuague bucal de Alessandro y después salí, y creo que aún dormía, tome mi celular y le mandé mensaje a Stefano, le pedí ropa y que viniera por mi, le mandé la ubicación, después entre a la cocina y prepare café, ya que le pedí de comer a mi hermano, en eso apareció Alesandro, tallandose los ojos, me mira y sonríe

—Buen dia.

—Buenos días, ¿Café?.

—Si, me hubieras dicho y lo preparo yo —yo niego mientras le sirvo el café en una taza

—Es una forma de agradecerte todo —el asiente y toma de su café

—Tienes hambre

—Llame a mi hermano y le pedí ropa y algo de comer, no te molesta

—No, Stefano es bienvenido —sonrió y a los minutos tocan el timbre el abre y es Stefano, mira a Alessandro sin camisa y a mi con la camisa —hey, acá esas ideas no pervertido, Massimo es mi amigo —después me ve a mi

—No hice nada, no soy el imbécil de mi prometido

—Entonces me dices que paso, que haces aquí, y con la camisa de Alessandro —e conté a Stefano lo de la tipa, que me sentí mal, que discutí con Massimo, solo omití lo de los mareos y vomitos.

—Y me ofrecí a llevarla a casa, pero no quiso y no podía dejarla a su suerte verdad, a si que aquí la traje, y como no tengo ropa de mujer, le preste una playera —me fui a cambiar, me trajo unos leggins negros, una blusa casual de manga larga, y una sudadera, con tenis, dijo que estaba haciendo frío afuera, aunque la sudadera no me la coloque, salí y desayunamos los 3, en eso tocaban la puerta con una intensidad _te dije que me mataria —suspiré y abrí la puerta yo.

—Que haces aquí Stefani, se ve mal que una mujer comprometida, este en casa de otro hombre

—Tambien se ve muy mal, que el prometido se folle a una tipa, en la fiesta dónde está con su prometida, no crees —Decía Stefano.

—Y si nos calmamos, Massimo cálmate, tu te lo buscaste, que no se fuera contigo, dijiste que dejarias a Monica, y todos te vieron con ella

—Y por eso la trajiste aqui —suspiré y mire a Massimo

—Yo se lo pedí, no estaba de humor para soportar a nadie, menos a ti, agradece que tienes buenos amigos —tome mis cosas y salí de ahí, Stefano salió detras mío...