⚠️ Continuación de: Tú, sólo tú... |Trilogía: En las buenas y en las malas #1 ⚠️
🚨 Advertencia 🚨
Si no has leído el primer libro de está Trilogía, te invito a hacerlo para que puedas seguir el hilo de la historia.
Sin más que decir, te dejó con la sinopsis...
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Sinopsis:
No todo matrimonio casi perfecto, empieza como tal.
Sobre todo, si en el primer encuentro uno de los dos, vomita sobre el otro.
¿O tal vez si?
NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 9
De pronto, otra duda asalta a la oji aceituna.
—Tengo una inquietud.
—Dímela.
—Primero... ¿Puede soltar ni mano?
Dion Park asiente y lentamente le devuelve la mano
—¿Esa era su inquietud?
—No, no, yo... Estaba pensando en lo que sucedería apartir de ahora.
Sus ojos color miel escanean su rostro con lentitud.
—¿A qué se refiere?
—Pues a... No, nada. Luego lo hablamos.
—Hemos llegado a su trabajo, señora. —nos informa Memo
—No me digas señora y gracias... —tomando la manija del auto, abre pero antes de salir, cierro los ojos y suelta de pronto —¿Qué pasará? ¿Dónde vamos a vivir?
—¿Qué?
Abriendo los ojos, encara a Dion Park
—Yo...
—¿Su inquietud era sobre si usted viviría conmigo o yo con usted? —pregunta el peli negro con una sonrisa de satisfacción en el rostro
Tina, asiente con pena
—¿No es la primera duda que te asalta luego de firmar un acta de matrimonio de la noche a la mañana? —Dion la observa con seriedad —Cl-claro que esto es completamente laboral así que entiendo que cada uno viva en su...
Dion, suelta una risita y pasa una mano por su cabello negro, lo que le da un toque sensual cuando la mira de nuevo.
—Los paparazzis no me siguen en el día a día, sin embargo, en mi casa, rondan como moscas... Todos esperan obtener alguna exclusiva, por lo que vivir en mi casa sería complicado sobre todo si queremos mantener, por su decisión, en secreto el matrimonio... Recuerde que por mi no hay problema que se...
—Si si, entiendo. —le corta, no iba a cambiar de opinión sobre su matrimonio, nadie podía saber —Será complicado...
—Por eso viviremos en la suya.
—Wow, wow, wow... ¿Vivir en la mía? Se refiere a que ira a mi casa a...
Dion, asiente con total seriedad.
—¿No eso hacen los recién casados?
—Eso creo... En fin, ya obtuvo lo que quería, ¿ya va decirme por qué se caso conmigo? Porque de lo contrario, aún estoy a tiempo de ir al registro civil a pedir el divorcio.
Soriendo con diversión, Dion cierra un ojo y medita en lo que ella le ha dicho.
—Se lo diré en la noche —suelta sin más
—¿En la noche?
Él asiente.
—En la noche.
—¿En mi casa? —recalca
—En su casa. —confirma
—Bien... Hasta... La noche
—Hasta la noche señorita Buller. —promete el peli negro
Cerrando detrás de si, casi corre de regreso a su edificio.
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—¿Qué tienes Tina? Te ves mal, ¿qué? —sisea su amiga —¿Otra vez Dion Park se porto mal contigo?
Tina sacude la cabeza mientras mastico una barrita de cereal con rapidez, había olvidado comer y la hora del almuerzo ya había pasado.
—No, no, no se porto mal conmigo.
—¿Entonces qué te sucede?
—Nada... —suspira —No se, siento que estoy jugando un juego extraño. —arruga la nariz
—¿Extraño?
Sacudiendo la mano, le resta importancia a lo que ha dicho.
—Si, es sólo que... Dion Park me llama para almorzar y luego no me responde la siguiente pregunta.
—¡Oh! —grita su rubia amiga —¿Y si esta enamorado de ti?
—¡No! —le corta —Él dijo que estaba enamorado de una famosa. —miente con naturalidad y sin pensarlo mucho
—¡Aaah! ¿En serio? —chilla la rubia
—Si
—¿Y quién es?
—¡Eso es lo que no se! —se defiendo —No entiendo de quien esta enamorado ni porque hizo lo que hizo... —murmura
—¿Qué hizo?
—Nada. Estoy loca, no me hagas caso... Lo único en lo que debo enfocarme ahora es que Dion Park me responda todas y cada una de las preguntas para que pueda pasar al área editorial... ¡Es lo único que quiero!
Andrea le sonríe y se lanza a sus brazos.
—¡Pues éxito con eso! Yo se que lo vas a lograr... Aunque muchos dicen que el señor Park es una persona difícil, es frio, arrogante, controlador... Las personas dicen que ha humillado a gente de la nada... Y que rechaza cualquier contacto con mujeres... ¡AH! —chilla y la mira con asombro —¿Y si es Gay?
—¿Qué? —se ríe —Lo dudo... Bueno... No lo sé... Tal vez deba averiguarlo. En fin, sigamos trabajando... Tengo dos entrevistas más con mascotas para variar y al fin a casa. —suspira con alivio
—¡Perfecto! ¿Quieres que vaya a tu casa? Podemos comer...
—¡No! Eh... No, no, es que estoy... Cansada y solo deseo estar sola en lo que pienso en mi futuro laboral.
—Bien, te dejó descansar pero este fin de semana si o si vamos a salir de compras hasta no poder más, ¿de acuerdo?
—Si si, este fin de semana sin falta... —se levanta de un salto de la silla —Bien, te dejó qué tengo una entrevista para el perrito de Andrés Cooper.
—¿El presentador del noticiero?
Tina, asiente.
Andrea hace una mueca.
—Bueno, suerte...
—Gracias, la necesitaré.
...[...]...
Tina camina a pequeños y lentos pasos por la calle y solo se detiene cuando frente a ella, tiene su departamento.
Tu puedes Tina... Sólo entra y espera a que Dion Park llegue.
Sacudiendo la cabeza, se replantea si es mejor irse a dormir a un hotel o refugiarse en casa de Andrea.
—Ya le dije que no... —suspira
Sólo debo mantener la calma, Dion Park llegará, platicaran y luego le darás una habitación de huéspedes.
—Yo puedo... ¿Qué... —la puerta de la casa esta entre abierta, el corazón le da un vuelco —¡Me han robado! —jadea y corre dentro.
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Cuando la puerta detrás de ella se cierra entra en pánico. ¿Y si el ladrón sigue dentro?
Retrocede en busca del picaporte pero se detiene cuando el olor a café llega a ella, alguien había encendido la cafetera.
Sacandole un susto de muerte, Dion Park aparece por el pasillo mientras sale de la cocina con su celular en mano.
Cuando levanta la mirada y la ve, sonríe
—Llegaste. —él lleva su pantalón de vestir, pero se ha quitado el saco y solo tiene la camisa blanca, cuyas mangas están hasta su antebrazo
—Se-señor Park... ¿Qué hace en mi casa?
Él levanta una ceja
—¿Su casa? —pregunta con tristeza —Creí que era mía también.
—Si, si... Eh... No, no... Yo me refiero a que cómo entro, a la casa.
Tina se abraza a si misma y da varios pasos atrás.
—¿Mando a forzar la cerradura?
—No —dice con diversión, sin duda, desde que se conocieron parece que Tina solo ha dicho y hecho cosas raras delante de él — ¿Recuerda que le dio a Memo la contraseña? Pues él me la dio a mi.
—Cierto...
¿Cómo no lo pensé?
—Adelante, ¿tienes hambre?
—Eh... Si... Para serle sincera, creí que estaría trabajando aún... Bueno, eso supuse.
—No, bueno si... —sonríe con pena —Mi horario laboral de entrada es de 7 a.m pero no hay de salida
—¿Tanto así?
—Mi vida es... —murmura, pero pronto se calla, cuando continua, cambia de frase —Trabajaba hasta tan tarde porque no tenía un motivo para regresar a casa... No había nadie qué me recibiera... Aún. —la mira —Ahora es distinto, prometo llegar antes para preparar la cena.
—No, no, no es necesario... Agradezco el gesto, pero si tiene que trabajar lo entiendo perfectamente... Es lo que hace una... Eh, ¿Ama de casa?
Dion Park, sonríe débilmente.
—Si, supongo... ¿Vas a cenar?
—Si, si, voy a bañarme y luego... ¿Trajo todas sus cosas?
Alzando las cejas, Dion evita sonreir.
—No, eso sería descortés de mi parte.
—Claro... Entonces me baño y... Ahora regreso. —comenta la trigueña mientras corre a su habitación
...[...]...
Cuando se ha cambiado, Tina asoma la cabeza por el pasillo, pero al parecer Dion está en la cocina aún. Así que se dirijo ahí con paso lento y cuando llega, él levanta la mirada de su celular.
—Adelante, siéntate... Ven a cenar.
—Gracias... —susurra y se acerca a la silla que él ha corrido para que tome lugar
Era extraño y surreal que el mismísimo Dion Park la invitará a ponerse cómoda en su propia casa.
Una vez sentada, Dion rodea la isla y frente a ella, deja asentado un plato con frutas picadas entre ellas algunas fresas y uvas, en otro, unos hot cakes y un vaso de té.
Tina observó como se movía con gracia, como si toda la vida hubiera vivido ahí.
—Espero le guste.
—Me encanta, gr-gracias... De hecho... Le atinó a todo.
—¿Ah si?
Asintiendo, su sonrisa se borra poco a poco.
—¿Me investigó?
Dion, sonríe.
—Tal vez.
—Ah...
—No, no lo hice —la calma —Solo hice lo que me gusta comer, generalmente ceno o desayuno Hot Cakes cuando puedo y mi fruta favorita es la fresa.
—¿Y el té?
—Tomó café en las noches y en las mañanas té sin falta. Sin embargo, se que el té es bueno para relajarte luego del trabajo... Creí que le gustaría, sino, hay café.
—Oh, no, no, me gusta mucho el té.
Él sonríe.
—Menos mal.
—¿Y usted va a comer? ¿O ya ceno?
—Si, voy a comer... Esperaba a que saliera del baño para acompañarla.
Tina centra la mirada en sus platos.
«—Aquí tienes amor...»
—¿Puedo... —susurró
—¿Qué sucede?
La castaña planta la mirada hacía él.
—¿Puedo saber por qué hace esto? ¿Está enfermo? ¿Tiene alguna enfermedad terminal y se va a morir?
Dion Park, lanza un suspiro, sus ojos pierden el brillo con el que antes la había recibido y cuando vuelve a verla, Tina siente que tiene un nudo en la garganta.
—Si así fuese... ¿Me ayudaría a tener una vida normal?
Lanzando un suspiro de respuesta, ella asiente con tristeza.
—Claro... Aún no entiendo porque se caso conmigo pero ahora que lo estamos... Lo apoyaré en lo que pueda. Si quiere tener una familia "normal" —hace las comillas con los dedos —Puedo ayudarlo con ello... Aunque sigo creyendo que una mujer de su estatus podría darle mayor felicidad.
Dion se mantiene en silencio.
—¿Acaso te consideras poca cosa?
Bajando la mirada a sus manos, ella sacude la cabeza.
—No... No siempre —admite
—¿Quién te hizo tanto daño?
La trigueña parpadea para no llorar y le mira tratando de sonreír
—Bueno, dígame porque yo.
Él toma asiento frente a ella.
—No me voy a morir señorita Buller, al menos espero que no pronto.
—¿No?
Dion sonríe con delicadeza.
—No, pero agradezco su compromiso.
—Entonces... Si no se va a morir, ¿Puedo saber qué esta pasando?
—Tengo una enfermedad algo... Rara. Muy pocas personas en el mundo la tienen y yo soy una de ellas.
—Entiendo, ¿y cuál es? —le cuestiona con lentitud
No quería agobiarlo si es que era algo delicado y empezaba a entender su deseo de no revelarle a nadie sobre su condición. ¡Sería la primera plana en todas las noticias de la ciudad!
—Siento frío.
—¿Mmmh Jum'? —le mira con extrañes —¿Frío?
—Si, así es... —asiente —La persona que me toque, sentirá mi temperatura corporal estable. Sin embargo, el hipotiroidismo hace que experimente un frío interno constante de 27 grados. Lo cual no es mucho si lo ponemos en un inverno normal aquí en la cuidad, sin embargo, sentirlo de manera interna siempre es lo alarmante.
—¿No hay cura?
—He intentado tratarme con hormonas sintéticas pero no dieron resultados, así que debo vivir con este trastorno toda mi vida. El día que me desmaye en su casa, tuve un colapso... Una crisis como le dicen los doctores. Mi cuerpo en esas crisis tiene una temperatura corporal interna de 25 grados y solo si tomo medicamentos a tiempo, mi temperatura regresa a los 27 grados.
—¿Nada externo lo calienta?
Él sacude la cabeza con pesar.
—No, tomar cosas calientes o vestir ropa abrigada no me permite elevar mi calor un poco, mucho menos sentirme abrigado.
Tina observa la taza de café que tiene entre las manos.
—Entonces el café que tiene...
—Así es, no siento su calor. —responde, mirando el humo que sale de la taza
—¿Y si se llegará a quemar?
—Siento dolor, pero no su calor.
—Entiendo... —ella asiente y murmura para si —Nunca había escuchado algo como ello.
—Lo sé... No es muy común o en la mayoría de los casos, son tratados y no llega a mayores.
—¿Qué tiene su enfermedad con su decisión de casarse conmigo? ¿Será mortal para usted?
Él niega y bebe un poco de su café, Tina se da cuenta con ello, que no he tocado su cena para nada. Por lo que empieza a comer...
—No, no lo es... Como le he dicho, con medicamentos puedo evitar mis crisis y con lo demás, solo me queda... Soportar. —sonríe débilmente —Vivir con este frío es algo a lo que estoy acostumbrado desde que tengo 8 años... Al menos hasta ahora.
—¿Hasta ahora?
—Así es señorita Buller, puedo decir que si bien, no es mi cura... Es mi alivio.
—¿Qué? —jadea y casi se atraganta
Dion Park, sonríe y sus ojos se iluminan de curiosidad.
—Como lo escucho, esposa mía... Tocarla, tocarla me proporciona calor. Es como mi colchón de calidez.
—¿Có-cómo está seguro de eso? —balbucea
—¿Recuerda que le dije que empecé a vivir con el frío a los 8 años? Bueno, antes de eso, tuve una vida normal... Y se como se siente el calor. —confiesa