Luego de vivir una vida de forma sumisa, pensando que de esa forma todo era mejor, Luna muere en manos de un asesino, fuera de un supermercado a sus treinta años, arrepentida por no vivir de la forma en que quería, pide fervientemente una segunda oportunidad. ¡Que luna tan hermosa la de esta noche, lástima que no la podre ver más! piensa antes de morir desangrada. ¿Qué ocurrió?, desperté en un hospital, pero este no es mi cuerpo y ¿porque tengo orejas de conejo? Reencarnada en otro mundo, ocupando otro cuerpo, descubre que la chica tambien se llama Luna y la dificil vida que llevaba, ademas de que la intentaton asesinar y el principal sospechozo es un hombre que aparece en sus sueños, como un recuerdo de lo ocurrio, quien ademas es uno de sus compañeros de clase y un lobo blanco, uno de los principales peligros para los conejos. Asi comienza esta trama dondd Luna buscara al culpable para tomar venganza
NovelToon tiene autorización de Gabriela Kienzler para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 10: Creando amistades
“Debo ponerme al día con los estudios, ya suficientes problemas tenia adaptándome a este cuerpo, a este mundo y ahora también debo estudiar, además también está el tema de los abusos escolares y el asesino que esta tras de mí, esto es sumamente estresante”- pasaron las dos siguientes clases (matemática y biología) a las que Logro sobrevivir sin problema, llego la hora de descanso y se dirigió a la sala de profesores.
- Señorita Branir, llega tarde – le dice el profesor – le dije que apenas salieran de descanso vinieran aquí – Kaelth ya se encontraba hablando con el hombre
- Lo siento – dice encogiendo los hombros – me perdí de camino aquí – este lugar es enorme y aun no me acostumbro a los pasillos, todos son iguales.
- Bien – dice el hombre suspirando – primero quería disculparme con usted – le dice a Luna – olvide que debido al accidente que tuvo, perdió la memoria – le dice- el director nos puso al tanto.
- Si, si señor – responde Luna
- Pues bien, debido a su caso con la beca, no puede permitirse bajar en las calificaciones, en especial en mi materia – le explica – así que ya hablé con el señor Kolvyn para que le de tutorías privadas.
- ¿Qué? – dice sorprendida
- ¿Algún problema? – le dice el hombre viéndola
- Lo que pasa es que…- no sabía que decir, tampoco era como si pudiera soltarle de la nada que no quería estar a solas con ese hombre porque era un psicópata.
- ¿Qué pasa? - le dice molestándose
- Es que no nos conocemos y me daría vergüenza molestarlo con mis problemas – le dice rápidamente disimulando – es por eso que creo que debería de buscar a alguien por mi cuenta – sonríe de forma incomoda
- ¿Qué tontería está diciendo? – le dice molesto – el señor Kolvyn es el mejor de esta escuela, aparte de usted antes del accidente – le dice- no conseguirá a nadie más adecuado para ayudarla, y él acepto brindarle la ayuda, ¿Cómo puede ser así de mal agradecida?
- Pero señor – no quiero estar cerca de este mal nacido
- ¡Basta de excusas! – dice molesto – ya está decidido, acomode su horario para las horas libres del señor Kolvyn, necesita recuperar todo el tiempo y el conocimiento perdido, así que más le vale hacerlo – le dice guiándolos a la salida – así que vayan a ponerse de acuerdo y espero que para la próxima semana tenga una mejoría- saco a los dos alumnos de la oficina.
- ¿Hacia dónde vas? – dice Kaelth, al ver que la mujer se marchaba.
- Iré a la siguiente clase y esperare allí – le dice molesta
- ¿No vas a preguntarme en que horario puedo ayudarte a estudiar? – le dice siguiéndola
- No – le responde molesta acelerando el paso – no lo necesito, ¿puedes dejar de seguirme? – le dice deteniéndose a mirarlo.
- Pues no solo perdiste la memoria, también los modales – le dice, viéndola
- ¿Modales?, ¿a qué te refieres? – le dice frunciendo el ceño
- Pues que debes decir por favor y gracias – le dice viéndola a los ojos.
- ¿Por favor y gracias de qué? – le dice viéndolo con furia en sus ojos
- Por favor ayúdame a estudiar, y gracias por ayudarme anoche – le recrimina.
- Oh si, lo olvidaba – le dice molesta – Muchas gracias por lo de anoche – mal nacido, no le basto con dejarme la herida en el hombro.
- No pareces muy agradecida que se diga – le reprocha
- ¿Quieres solo dejarme en paz? – le grita
- ¡Bien! – le dice molesto – pero no vengas a pedir mi ayuda después – se macha
- Idiota, ¿Quién querría tu ayuda?, psicópata – toca su hombro donde tiene la herida.
Las clases de la tarde pasaron rápido, la mayoría de los profesores le pidieron a Luna ponerse al corriente con sus materias y volver al promedio que tenía antes, para poder conservar la beca. Luego a las cinco de la tarde fue al vivero donde se encontraría con la persona encargada de enseñarle todo lo necesario para el cuidado y cultivo de las plantas.
- ¿tú eres Rina? – le dice a una mujer que se encontraba limpiando las hojas de las plantas
- Hola – le dice volteando a verla – sí, soy yo – sonríe – tú debes ser Luna, ¿no es así?
- Si – sonríe – me dijeron que debía hablar contigo para ponerme al tanto con la jardinería- le dice
- Ah sí, ya el director había hablado conmigo sobre eso – le dice – entonces comencemos por lo básico, luego te daré los horarios de riego y te enviare una guía de los cuidados.
- Bien – asiente – comienzan a caminar por el lugar.
- Oh, este chico de aquí es Matheus – le dice señalando al hombre, mientras este trasplantaba una planta a un espacio más grande – puedes preguntarle cualquier cosa a él cuando no me encuentres – le dice, el hombre se levanta y se voltea para saludarla.
- ¡Hola, Luna! – saluda de forma amigable.
- ¿ya se conocen? – les dice Rina
- Si – responde Matheus sonriendo – esta mañana pudimos conocernos, ¿verdad? – le dice mirándola
- Si, ya nos conocemos – se ve muy amigable, igual que en la mañana.
- Entonces es excelente – dice Rina - bueno, vamos a comenzar a enseñarte y no dudes en preguntar cualquier tipo de duda que puedas tener – le dice
- Ok – dice, concentrada en las explicaciones de Rina, capto la mayor parte de sus enseñanzas. Poniéndolas en práctica mientras aprendía, para cuando terminaron, Luna sentía su cuerpo desfallecer.
- Lo hiciste muy bien para ser tu primer día – le dice Matheus, mientras le ofrece una soda
- Gracias – le dice agotada, estaba sentada en un banco, recibe la soda.
- Es bueno que tengamos un poco más de ayuda aquí – le dice sentándose a su lado – la mayoría de estudiantes no les interesa este espacio- se encoge de hombros.
- Pues es bueno que por lo menos a Rina y a ti les interese – le dice sonriendo para animarlo.
- Si, y ahora también a ti – la mira
- Si – aunque a mí me obligaron a hacer esto.
- Entonces, ya somos amigos, ¿no es así? – le dice mirándola – por lo menos de plantas – ríe
- Supongo – ríe, este hombre también es un carnívoro, al menos es lo que mi instinto me dice, pero parece muy diferente a todos los que he llegado a conocer, creo que podríamos ser amigos de verdad.