Las aventuras de la princesa Bella Volt del Imperio de Oro de un gran mundo mágico.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
** Todas novelas independientes **
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Tíos
Mas tarde, Se acomodaron en un salón contiguo, apartados de la rigidez del recibidor, buscando un espacio donde hablar sin tanta espectación. las cortinas estaban corridas y la luz entraba timidamente, como si la casa misma contuviera el aliento ante lo que pasaba…
Hans no estaba tranquilo. había algo en la premura de la propuesta —la forma en que Ernesto había mirado a Bella, la resolución con que lo había dicho todo— que le olía a urgencia, a prisa por protegerse de algo. Observaba cada gesto con la dureza de quien no permite sorpresas…
Mientras hablaban, Bella, sin pensarlo demasiado, rozó su vientre con la palma de la mano, como quien busca consuelo en un reflejo íntimo. Fue un movimiento pequeño, instintivo, casi involuntario… Pero no pasó desapercibido para Hans. sus ojos se clavaron en esa mano, el ceño se le tensó y, en un instante, la pieza que le faltaba encajó.
Hans: —¿Qué…? ¿Por qué se casan tan deprisa? ¿Qué están ocultando?
El contacto de Bella con su vientre se repitió, ahora más evidente, y Hans no pudo contenerse. Se puso en pie de un salto, la voz le salió un grito que rompió la calma del salón:
Hans: ¡La embarazaste!¡Embarazaste a la princesa!
Hubo un segundo congelado en que todo pareció detenerse… Ernesto palideció; su mano apretó la de Bella como para medir la realidad. Elysia dejó escapar un sonido ahogado, y Bella se quedó inmóvil, los ojos grandes, la verdad clavada en su pecho.
el conde incapaz de suavizar la noticia, se dejó ir con la crudeza que lo caracterizaba…
Hans: no… ahora sí estás muerto, lo siento.. si te acercas a ella, te conviertes en enemigo del Emperador. Y ahora no es una amenaza cualquiera… es sangre de la princesa la que llevas en sus entrañas.
Ella, con la serenidad que a todos sorprendía, levantó la barbilla y habló despacio, cada palabra medida...
Bella: Sí. estoy embarazada. y sí, lo sé… las consecuencias no serán pequeñas. Pero no quiero esconder esto ni vivir con miedo ,no quiero que nadie nos dicte cómo amar ni cuándo formar una familia.
Elysia, con voz débil pero firme, apoyó a su cuñado y a su amiga a la vez:
Elysia: si eso es lo que desean… no podemos dar la espalda. Pero tampoco podemos ignorar lo que viene. Hay que prepararse…
Hans permaneció inmóvil unos segundos más, procesando la magnitud del hecho... La bronca que lo había impulsado dio paso a algo más mezcla de furia y protección... se dejó caer en un sillón, la mandíbula apretada, la mirada perdida hacia el techo. Era consciente de la tormenta que podía desatarse
[Vitorio Volt no es cualquier suegro lo único que me preocupa es que mi esposa se preocupe de mas, sino lo mata el emperador lo mata Leandro, es que si la princesa fuera mi hermana yo también lo mataria]
En el silencio que siguió, Ernesto se puso de pie con una resolución que parecía templar su voz:
Ernesto: Si el riesgo es grande, lo asumiremos. no me retracto.. no de ella, ni de nuestro hijo..
Hans soltó de repente una carcajada ronca, de esas que parecían más incredulidad que alegria…se pasó la mano por el cabello y miró a Ernesto con una sonrisa ladeada, casi burlona.
Hans: Prepárate, cuñado porque lo más probable es que no sea uno… sino dos.
Ernesto lo miró desconcertado como si no entendiera si hablaba en serio o si solo intentaba fastidiarlo.. Hans levantó una ceja y explicó burlon
Hans: Los Volt siempre vienen de a pares.. pregúntale a tu futura esposa si no. .su familia tiene esa… peculiar costumbre. Así que vete haciendo la idea, barón.. en lugar de un hijo que te cambie la vida… podrían ser dos.
Bella enrojeció, bajando un poco la mirada, porque sabía que el conde no exageraba. En su linaje esa “coincidencia” era casi una leyenda.. los Volt rara vez llegaban solos al mundo.
Ernesto se quedó helado unos segundos, procesando la posibilidad.. la primera reacción fue una especie de pánico silencioso: la idea de un heredero ya lo sobrepasaba, ¿cómo asimilar dos? Pero pronto, la emoción le trepó al pecho. Miró a Bella con los ojos brillantes, como si en ellos ya viera a esos pequeños que aún no existían.
Ernesto: Si son dos.. —susurró, casi sin aire.. entonces el doble de dicha me espera.
Hans resopló divertido, aunque su sonrisa seguía cargada de ironía..
Hans: No tienes idea de lo que dices, muchacho.. Pero me gusta tu valentía.. o tu ingenuidad.
Bella apretó con suavidad la mano de Ernesto, y él respondió cerrando los dedos con firmeza. El comentario de Hans, aunque burlón, había plantado una semilla de certeza en ambos.. no solo estaban enfrentando el escándalo de un embarazo inesperado… sino que tal vez lo harían por partida doble.
Elysia que había permanecido callada mientras Hans se burlaba de su hermano se acercó a Ernesto con esa mirada protectora que lo había acompañado toda la vida. puso una mano sobre su brazo y habló con suavidad, pero con firmeza..
elysia: hermano.. cuando vayas al palacio a pedir la mano de Bella, yo iré contigo. No dejaré que enfrentes al emperador solo..
Ernesto abrió los ojos sorprendido, conmovido por el apoyo de su hermana. la idea de caminar hasta el mismísimo Vitorio Volt para pedir la mano de su hija lo aterrorizaba, pero el simple hecho de saber que Elysia estaría a su lado le devolvía algo de calma..
Hans, al escucharla, chasqueó la lengua y frunció el ceño.
Hans: ¿Perdona? ¿quieres dejarme a mí con tres bebés para ir a apoyar a tu hermano en esta locura?
Elysia le devolvió una mirada tan firme que Hans supo al instante que no lograría cambiar su determinación.
Elysia: Ernesto es mi hermano.. no pienso dejarlo solo ahora.
el conde resopló, claramente incómodo con la idea de quedarse atrás. Su instinto posesivo lo estaba carcomiendo, pero al mismo tiempo, la sola imagen de su esposa viajando y alejándose de sus pequeños hijos lo alteraba aún más. Así que.. a regañadientes, tomó una decisión inesperada.
Hans: entonces yo también voy.. no pienso dejar que viajes sola.. y si eso significa apoyar al barón en su intento suicida de cortejar a la princesa Volt, que así sea..
Elysia lo miró con cariño y respondió—
Elysia: querido seremos tíos…
Hans la miró y no sijo nada hasta que ella lo besó suavemente, él la sentó en sus piernas aun pensando en todo lo que le iba a pasar a su cuñado
[lo mataran definitivamente lo mataran]
Ernesto lo miró con una mezcla de sorpresa y resignación. Nunca habría imaginado que Hans Greenville se convertiría en su “aliado”, aunque entendio que lo hacía por celos y por no querer separarse de su esposa..
Bella, que había observado toda la escena en silencio, apenas pudo contener una sonrisa divertida.. No sabía si tomar la reacción de Hans como una amenaza o como una extraña muestra de cariño hacia Ernesto, pero lo cierto es que el barón Parsons ya no estaba tan solo en lo que se avecinaba: la temida audiencia con el emperador Volt.