¿SOY LA ESPOSA DESPRECIABLE?

Keniar: si contesto tu última pregunta mido casi los dos metros, creo que me faltan unos dos centímetros y si te respondo la primera pregunta no estoy completamente seguro, pero creo que ronda en los 24 centímetros, para ser grande has podido perfectamente con el

Emma: (no se en que momento nuestra conversación tomo este giro tan inesperado, solo sé que mi carita me arde de la vergüenza que tengo) eres un arrogante, presumido

Keniar: que te encanta por supuesto, ¿cuándo comenzaste a mirarme diferente?

Emma: (se por los recuerdos que fue antes de que yo terminara en este cuerpo, la antigua alma ya se encontraba en conflicto, porque Keniar hacia estragos en ella) recuerdas esa vez que preparaste la cena para mí, fue un gesto muy adorable de tu parte, fue algo muy sencillo, recuerdo que por andar de terca y salir a buscar lo que no se me ha perdido me deje mojar por la lluvia, estaba sola y tú fuiste a mi encuentro a ayudarme después de decirte hasta de que mal te ibas a morir, yo lamento todo lo que dije anteriormente he sido muy obstinada pero tu pusiste mi mundo de cabeza

Keniar: y tú el mío, te he anhelado por mucho tiempo Emm y ahora que eres total e irrevocablemente mía, no pienso dejarte ir a ningún lado

Emma: ¿si me perdonas por todas las estupideces que dije e hice?

Keniar: puedes ir sumando méritos

Emma: ahora que recuerdo, la princesa vio mi marca y me dijo que no perdías el tiempo, que por fin me habías marcado, ¿eso qué significa?

Keniar: es sobre lo que escuchaste de la sirvienta, eres mi alma gemela, mi destinada

Emma: no comprendo, sigo sin entender

Keniar: así como los hombres lobos tienen su pareja destinada, su mate, nosotros los dragones también la tenemos y la marca aparece por sí sola, cuando tenemos relaciones por primera vez

Emma: (él dijo, hombres lobos y dragones, ¿eso si quiera existe? No me estará tomando el pelo) ¿puedes convertirte en dragón?

Keniar: si claro, es parte de mi naturaleza, ¿quieres dar un paseo conmigo?

Emma: sii, si quiero

Keniar: salgamos, no te asustes de acuerdo

Emma: (en mi mente creo que Keniar quiere jugarme una broma, pero cuando se quita la ropa según el para no dañarla, se ve muy convencido de lo que hace, en un parpadeo, solo fue uno y el comenzó a transformarse en un descomunal dragón)

Keniar: ¿no te asusta?

Emma: eres increíble, majestuoso y solo me perteneces a mi

Keniar: no digas eso ahora pervertida que me pones en aprietos, ¿lista para el paseo?

Emma: como me dejes caer regresare como un fantasma hacerte la vida de cuadritos

Keniar: confía en mi

Emma: (la vista desde aquí arriba es impresionante, puedes ver literalmente todo, ni en mis más locas fantasías creí ver algo igual, no quiero irme de aquí nunca, no pienso permitir que me separen de él, si soy su predestinada estoy aquí porque así debió ser desde siempre, esa rata y el alacrán no podrán separarnos, luchare si es necesario, pero de mi grandulón no me van a separar)

Keniar: (sus ojos no mienten, en serio esta fascinada con mi transformación, por un momento tuve miedo de que huyera) ¿te ha gustado?

Emma: me ha encantado, debiste decirme desde el principio quien eres realmente, así yo te abría secuestrado y tenerte solo para mí, ¿puedes contarme algo de tu historia familiar?

Keniar: tu sí que no dejas de sorprenderme

Emma: acostúmbrate es mi mayor virtud

Keniar: mi descendencia viene de mi padre, después de la gran colisión solo habían quedado pocos de nuestra especie, los humanos comenzaron a casarnos y estuvimos a punto de extinguirnos, algunos se escondieron otros como el antiguo archiduque Ajax, encontró una familia quien lo protegió y acogió, en ese entonces era la princesa imperial, el padre de ella lo adopto y de ahí es que nosotros o mi título noble proviene, también es considerado parte de la realeza, uno de nuestros ancestros se casó con una poderosa dragona que también era de la realeza y pues hemos ido multiplicándonos poco a poco, por eso te pido que tengas cuidado, esa conversación que escuchaste es peligrosa

Emma: ¿Por qué?