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Olvido De Un Amor

Olvido De Un Amor

Status: Terminada
Genre:Pérdida de memoria / Amor a primera vista / Casada con el millonario / Completas
Popularitas:848.2k
Nilai: 4.8
nombre de autor: A.Gaby

Melisa Thompson, una joven enfermera de buen corazón, encuentra a un hombre herido en el camino y decide cuidarlo. Al despertar, él no recuerda nada, ni siquiera su propio nombre, por lo que Melisa lo llama Alexander Thompson. Con el tiempo, ambos desarrollan un amor profundo, pero justo cuando ella está lista para contarle que espera un hijo suyo, Alexander desaparece sin dejar rastro. ¿Quién es realmente aquel hombre? ¿Volverá por ella y su bebé? Entre recuerdos perdidos y sentimientos encontrados, Melisa deberá enfrentarse al misterio de su amado y a la verdad que cambiará sus vida.

NovelToon tiene autorización de A.Gaby para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Confesiones entre risas y un estado inconveniente

El tiempo había pasado volando. Dos meses ya. Dos meses de convivencia con Alexander, de compartir el día a día, de aprender a entender sus manías y acostumbrarse a su torpeza en la cocina.

Melisa no podía negar lo que sentía.

Me gusta. Me gusta demasiado.

Era algo tonto, pero cada vez que lo veía sonreír, sentía un revoltijo en el estómago. Unas molestas y a la vez adictivas mariposas que revoloteaban sin control. Pero su mente lógica le decía que no debía involucrarse.

Alexander seguía siendo un misterio. Su pasado estaba envuelto en sombras y, aunque él parecía disfrutar la vida con ella, no podía olvidar que en cualquier momento podía recordar quién era… y marcharse.

Esa idea le dolía más de lo que quería admitir.

Esa noche, Melisa había tenido un turno pesado. No solo había trabajado su jornada normal, sino que tuvo que cubrir a una compañera. Cuando finalmente terminó, su amiga Alicia la convenció de ir a un karaoke.

—Anda, Mel insistió Alicia, tomando su brazo. Te vendrá bien distraerte un rato.

Melisa dudó, pero al final aceptó.

—Solo un rato advirtió.

No tenía idea de lo que esa decisión iba a desencadenar.

Llegaron al bar y pidieron algo de tomar. Melisa nunca había sido buena con el alcohol, pero después de la primera copa, se dejó llevar. Cantaron "Quiero decirte que te amo" de Laura Pausini a todo pulmón, riendo como adolescentes.

Alicia, más consciente de su resistencia al alcohol, dejó de beber a tiempo. Pero Melisa… no.

Entre una copa y otra, su lengua se desató.

—¿Sabes, Alicia? balbuceó, apoyando la cabeza en la mesa. Ese hombre está sabroso…

Alicia soltó una carcajada.

—¿Quién? ¿Alexander?

—¡Obvio! Melisa levantó la cabeza con dramatismo. Quiero tirarme encima de él y hacerle un rodeo a ese toro.

Alicia casi escupe la bebida.

—Dios, Mel, estás borracha.

Melisa asintió, riendo.

—Sí, y por eso te lo digo… porque si estuviera sobria, no lo admitiría.

Alicia negó con la cabeza, divertida, pero al ver el estado en el que estaba su amiga, decidió que era hora de llevarla a casa.

—Vamos, antes de que termines haciendo un espectáculo.

Melisa protestó un poco, pero al final se dejó llevar.

Cuando llegaron al apartamento, Alicia tocó la puerta y esperó.

Alexander abrió y al ver a Melisa apoyada en su amiga, con la mirada vidriosa y una sonrisa boba, arqueó una ceja.

—¿Qué le pasó ?

Alicia suspiró.

—Melisa decidió ahogar sus penas en alcohol. No te preocupes, la traigo sana y salva.

Alexander miró a Melisa con diversión.

—Gracias, Alicia. Yo me encargo.

Alicia sonrió.

—Cuídala. Y mañana dile que quiero los detalles de todo lo que te diga hoy claro si llega a recordarlo.

Alexander asintió mientras cerraba la puerta. Luego, se giró hacia Melisa, quien lo miraba con una expresión traviesa.

—Bueno, señorita borracha, vamos a llevarte a la cama.

Alexander pasó un brazo por su cintura y la alzó con facilidad.

Pero Melisa, en su estado de embriaguez, no estaba dispuesta a ser solo una espectadora.

—Alexander… susurró contra su cuello. ¿Sabes qué? Me gustas.

Él se detuvo en seco.

—¿Qué?

Melisa se aferró a su camisa y le sonrió con picardía.

—Me gustas, me gustas mucho.

Alexander tragó saliva.

—Melisa, estás borracha.

—¿Y qué? dijo ella, haciendo un puchero. Mi pequeña flor está deseosa de probarte, pero tú eres un tonto y no te das cuenta de que quiero devorarte.

Alexander abrió los ojos con sorpresa y luego soltó una carcajada.

Melisa frunció el ceño.

—¡¿De qué te ríes?! ¿Soy un payaso o qué?

Él negó con la cabeza, aún riendo.

—No, tontita. Me río porque nunca imaginé verte en este estado.

Melisa se cruzó de brazos, tambaleándose.

—Si te ríes, entonces no lo digo más.

Alexander suspiró y la tomó del mentón con suavidad, obligándola a mirarlo a los ojos.

—Melisa… ¿crees que no me doy cuenta? murmuró, con una sonrisa ladina. También muero por probar tus labios. También me encantaría hacerte mía…

Los ojos de Melisa se iluminaron por un instante, pero luego él añadió:

—Pero no así.

Melisa parpadeó, confundida.

—¿Qué quieres decir?

Alexander acarició su mejilla con ternura.

—No quiero que mañana te arrepientas. No soy un tipo que se aprovecha de una mujer pasada de alcohol. Mañana hablaremos de esto, ¿sí?

Melisa hizo un puchero.

—Pero yo no me arrepentiré.

Él sonrió.

—Mañana veremos.

Con cuidado, la cargó hasta su habitación, la recostó en la cama y le quitó los zapatos. Luego, la cubrió con la manta y le acarició el cabello.

Justo cuando se iba a levantar, sintió una mirada penetrante sobre él.

Volteó y vio a Michiru, sentado en la repisa, observándolo con sus ojos felinos entrecerrados.

—¿Qué pasa, guardián? susurró Alexander. ¿Cuidando a tu dueña?

El gato maulló en respuesta.

Alexander sonrió y apagó la luz antes de salir de la habitación.

Esa noche, mientras intentaba dormir, no podía dejar de pensar en la confesión de Melisa.

Me gustas, me gustas mucho.

Esas palabras se repetían en su cabeza.

Y aunque intentó ignorarlo, la verdad era que él también estaba empezando a enamorarse de ella.

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Martha Bañuelos
eso es lo que necesitaba mano dura nunca es tarde
Fernandina Espeleta
Excelente
Maria Eugenia Castro
excelente
Maria Eugenia Castro
mil gracias por compartir autora hermosa historia excelente narrativa felicitaciones
Liliana Chacaltana
buenísima historia recomendable excelente trama
Liliana Chacaltana: me encanta como vas resolviendo la trama mi querida A. Gaby felicitaciones por tus historias 😊 gracias por dedicarnos un poquito de tu tiempo
total 1 replies
Michu
Me gustó mucho la historia, felicidades autora, espero seguir leyendo tus novelas.
ysabel cecilia contreras
Ella sabía que podía irse al recuperarla memoria que tanto lloraaaa
Josmi Tirado
excelente la felicito por su novela, muy conmovedora hasta llore por la partida del gatito que sigan los éxitos /Grievance//Rose/
Glenia Dueñas Acosta
me dejó encantada tu obra sigue así y pronto triunfará
Glady A
bella historia
Josefina Ramirez
que emoción Alicia no la ha encontrar 😀😀😀
ysabel cecilia contreras
Ay no el colmo cómo va olvidar todo lo que ha vivido o sea tiene memoria Selectiva
yudith del carmen betancourrt abanes
excelente reflexión escritoria
yudith del carmen betancourrt abanes
y no lo fuera buscado él nunca se hubiese alterado que tenía un hijo con la que investigó a la amiga
yudith del carmen betancourrt abanes
Ami me gusta mayores éso que te abren la puerta y te regalan flores 💐
yudith del carmen betancourrt abanes
marco tiene 35 años
yudith del carmen betancourrt abanes
de paso la madrastra está más buena que todita la chica o sea la pusiste sobresaliente que tenía que ser la protagonista
yudith del carmen betancourrt abanes
muy interesante tu historia te felicito pero cuando alguien pierde la memoria y la recupera recupera los recuerdos también que ha vivido o sea no pierde toda la memoria por completo o sea si pierde su memoria pero lo que vi en ese momento lo recuerdan te lo digo como psicóloga
yudith del carmen betancourrt abanes
me encanta está historia buen comienzo
Elba Atencio
Excelenteeeee novela
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