ANÓMALOS

“John, lo que sucedió en Arames es realmente lamentable.“

“Sí, estoy de acuerdo contigo, Rick. ¿Cómo es posible que la DCA no pudiera mantener bajo control la situación?“

“Es que fue un error garrafal lo que sucedió en Arames. Prácticamente los anómalos se pasearon libremente por la ciudad e hicieron lo que quisieron. Esto es lamentable, y debemos pedir explicaciones de esto.”

“Exactamente, tenemos que exigir alguna explicación y el responsable de lo ocurrido debe llevarse un castigo. Lo vivido en Arames no debe volver a repetirse, ¿No crees?“

“Totalmente de acuerdo John. Y este no es el primer caso en que los anómalos causan estragos; estragos en los que salen personas heridas o muertas. Debemos tomar medidas más drásticas, si no esto empeorará aún más de lo sucedido en Arames. Y audiencia, ¿Ustedes que piensan? ¿Cómo noto el desempeño de la DCA en Arames?“

“Yo me preguntaría si nuestros impuestos están realmente sirviendo de algo… Y si realmente se usa adecuadamente la gran cantidad de dinero que se le da a la DCA…”

(Suspiro)

«Bien, ya escuché demasiado» pensé mientras apagaba la radio del coche.

Ha pasado un día desde la captura de uno de los líderes de la organización de anómalos conocidos como Los libertarios. Aunque la operación fue un éxito en cuanto a la captura del objetivo, la destrucción de infraestructura de la ciudad, el ataque a la estación de policía y el escape de todos los anómalos restantes, la volvió una victoria llena de desastres. Todo lo anterior ha provocado que la opinión pública de la DCA sea negativa.

Y ahora me dirigía a la sede regional de la DCA en la región de Lamires. Teniendo que conducir por la autopista que conecta Arteri y Arames para poder llegar a la sede, porque parte de la vías ferroviarias se vieron afectadas por una de las detonaciones que se produjeron en los túneles.

«¿Cómo habrán estado las cosas en Arteri?»

Después de unas siete horas de estar conduciendo, por fin pude llegar hasta la sede regional.

«¿Ahora qué sucede?» pensé mientras veía una multitud reunida fuera del edificio de la DCA.

Al ver de más cerca a aquella multitud me percaté de algo, y eso es que eran periodistas de distintos medios de comunicación.

Una vez que me estacione en el estacionamiento que tiene la DCA y bajará de mi coche, fuí rodeada por toda esa multitud de periodistas, y recibí una gran cantidad de preguntas.

—Agente Carolina, ¿Puede decirnos qué sucedió en Arames?— preguntó uno de los periodistas.

—Agente, ¿Cómo explica el desempeño tan lamentable que tuvo la DCA en Arames?— dijo otro periodista en el fondo.

—¿Los anómalos que escaparon serán detenidos?— exclamó una periodista.

Yo simplemente guarde silencio ante todas las preguntas que recibí, pues no sabía que responder.

—Por favor, ¿Pueden dejar pasar al agente?— exclamó una voz conocida.

«¿El director general esta aquí?»

—Director, ¿Usted…

—Lo siento, no daré declaraciones por el momento, pero la DCA dará un comunicado muy pronto.— dijo mientras avanzaba entre la multitud de periodistas. —Agente, acompáñame, necesito hablar algunas cosas con usted.

Yo solo asentí con la cabeza y lo seguí, pudiendo librarme de todos esos periodistas gracias al director general.

Luego de entrar en el edificio nos dirigimos hacía la oficina del director regional. Ya estando en la oficina, el director se sentó en la silla en la que estaría el director regional.

— Siéntese.— dijo señalando la silla que se encontraba en frente de él.

—Gracias.

El director general puso sobre la mesa que separaban nuestras sillas unos documentos.

—Hum… túneles dañados por la detonación de explosivos, posiblemente usando Akarium para tal acción. Una estación de policía atacada, con varios oficiales heridos y muertos. La destrucción de un número considerable de cazadores y vigías en tan solo una noche, sin olvidar que varios agentes de la DCA fueron heridos, algunos con heridas de gravedad. Varios edificios residenciales y comerciales dañados por el enfrentamiento contra los anómalos, y generando víctimas civiles, que por suerte solo hubieron heridos… Todo lo anterior solo para capturar un anómalo y, que el resto de ellos lograrán escapar.

—Lo sé señor, pero el anómalo que era vital de capturar ahora estará bajo las celdas.

El director suspiro antes de responderme.

—Bien, el objetivo fue capturado… Pero, ¿Qué sucede con el otro sujeto?

—¿El otro sujeto?

—Sí, en el que estaba muy interesado el objetivo de la operación… ¿Qué sucedió con él?

—Él escapó.

—Así que también escapó… ¿Y no lo habías capturado?

—Sí, pero fue rescatado por otro anómalo.

—Agente, ¿Dónde habías dejado ese anómalo?

—En una estación de policía.

La habitación quedó en silencio tras haberle respondido la pregunta al director general.

—Agente, ¿No sé le ocurrió que ese anómalo podía ser rescatado?… Aún sabiendo que probablemente era importante para el objetivo de la operación.

—No… Y sé que cometí muchos errores durante la operación…

—Errores que han puesto en duda la efectividad de la DCA. Además, de generar millones en gastos para el gobierno… Creo que te sobreestime bastante… Aún no estabas lista para encargarte de una misión de esta magnitud.

—…

—En unos días se decidirá si permaneces en el rango uno o eres descendida al rango dos… Ya te puedes retirar.

—Sí, señor.

Después de haber tenido la reunión con el director general, me dirigí al edificio B, donde se ubicaban las habitaciones de los agentes. En el trayecto al edificio B me encontré con dos caras familiares.

—¡Carolina!— exclamó una voz femenina.

—Emily, Leonardo.— dije con una sonrisa.

—Realmente la pasaste mal, eh.— dijo Leonardo.

—Fue todo un desastre… Hasta puede que me bajen a rango dos.

—¿En serio?— exclamó con preocupación Emily.

Solo asintiendo a su pregunta.

—Pero dejemos de hablar de mí, ¿Cómo les ha ido a ustedes?

—Bueno, el incendio en aquel edificio pudo no ser un evento aislado.— dijo Leonardo.

—¿…?

—Así es… En los días que no estuviste aquí se produjeron otros dos incendios; uno siendo en otro edificio residencial, y afortunadamente sin muertes de civiles; mientras que el otro fue en un comercio, para ser más exactos una cafetería, y en el que murieron 3 personas.— exclamó Emily.

—¿Ya saben algo del culpable?

—No, y eso es lo extraño de todo este caso… Nunca hay testigos que hayan visto al responsable, es como si estuviéramos lidiando con un fantasma.— dijo Leonardo.

—¿Y si el responsable se puede hacer invisible?— exclamé.

—Hum… Podría ser, pero eso eleva aún más la dificultad de la misión, ¿Cómo sabremos en dónde atacara la próxima vez? Cuando no sabemos que intenta y menos si no lo podemos ver físicamente.— exclamó Leonardo.

—¿Y no tienen una pista sobre sus ataques?

—Lo único que tenemos hasta ahora es que ataca lugares civiles, siempre buscando el mayor número de víctimas si me preguntas.— dijo Emily.

¡Biiiip, biiiip!; ¡biiiip! ¡biiiip!

—¿Hola?

—…

—Bien, partiremos de inmediato.

—¿Quién era?— preguntó Emily a Leonardo.

—Parece que surgió otro incidente en una biblioteca.

—Nos tendremos…

—Está bien Emily, hablaremos otro día.— dije con una sonrisa.

Recibiendo un asentimiento por parte de Leonardo, mientras que Emily me mostró una sonrisa para después salir a toda prisa.

—¡Adiós!— exclamaron al unísono los dos.

Luego de que se fueron Leonardo y Emily, pude llegar hasta mi cuarto para poder descansar por unas cuantas horas.

«Que buen baño tomé» pensé mientras me secaba el cabello.

“Mensaje de voz entrante.”

—Agente Carolina, necesito que venga a mi oficina.

“Finalizo el mensaje de voz.”

«¿Qué me dirán ahora?... Tal vez no necesitaron tanto tiempo para degradarme»

Tras haber recibido el mensaje de voz del director regional, me dirigí a su oficina.

¡Toc, toc!; ¡toc, toc!

—Adelante.

—Ya estoy aquí, señor.— exclamé con seriedad.

—No se preocupe, yo no decidiré si degradarla o no, simplemente le diré que deberá partir hacía Ramines.

—¿A la capital?— pregunté con cierta sorpresa.

—Sí, parece que el director de la DIS, el director general de la DCA, la familia imperial de Ramines, y otros altos cargos del gobierno quieren hablar sobre lo ocurrido en Arames. Además, estarán presentes los otros rangos uno de la DCA.

—¿Se reunirán todas esas personas solo por lo ocurrido en Arames?

—No solo es por lo ocurrido en Arames… Hablaran de como serán las cosas a partir de ahora. Los anómalos han estado pasando muchas líneas en estos meses, pero lo ocurrido en su misión es la gota que derramó el vaso, por otro lado, después de la reunión se dará el comunicado de la DCA que la sociedad está exigiendo.

«¿Por qué no me informo de esto el director general?¿Se le habrá olvidado?» —Ya veo… ¿Cuándo debo partir?

—Mañana por la mañana deberá estar abordando su vuelo hacia la capital.— exclamó mientras me daba un boleto.

—Bien... Me retiro, con su permiso.

Y con esas palabras pasé a retirarme de la oficina del director regional.

(Suspiro)

«¿Las cosas cambiarán? ¿A qué se refieren exactamente?»

...UN DÍA ANTES...

Perspectiva de Lian:

—Oigan… ¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué se retiraron los tipos uniformados?— pregunté con confusión.

—No lo sé, pero no me gusta esto.— exclamó Kevin

—Hay que irnos.— dijo Sofía mientras se dirigía a la escotilla de la fortificación.

—Pero… ¿Y el señor David?… ¿No lo íbamos a esperar aquí?— preguntó Chloé.

—Es demasiado peligroso seguir en este lugar… Si la DCA ya sabe la ubicación de la fortificación, entonces, es muy arriesgado seguir estando aquí.

—¿Kevin…

—Sofía tiene razón Chloé, no podemos seguir aquí… Hay que irnos lo antes posible.— exclamó Kevin para después seguir a Sofía dentro de la fortificación.

Chloé sin poder decir ninguna otra palabra más, solo los siguió y entró en la fortificación. Luego de unos minutos Kevin, Chloé y Sofía salieron de la fortificación con mochilas militares bastantes desgastadas, posiblemente encontradas en este lugar cuando llegaron por primera vez.

—Y… ¿A dónde vamos?— pregunté con curiosidad.

—Hay un pueblo a unos kilómetros de aquí… Ahí tenemos un vehículo preparado.— exclamó Kevin.

—Vamos.— dijo Sofía.

Las horas pasaron, y durante ese tiempo caminamos sin detenernos en ningún momento para poder usar la oscuridad de la noche a nuestro favor, y así no ser vistos por los vigías.

—Ya estoy bastante cansado.— dije mientras me detenía para tomar un poco de aire.

—Vamos Lian, ya falta poco para llegar.— exclamó Sofía.

—Vienes diciendo eso desde hace una hora.— dije refunfuñando.

—Mueve esas piernas… Ya falta poco.— dijo Kevin sin ni siquiera detenerse.

«¿Cómo es posible que hasta Chloé tenga mejor resistencia que yo?» pensé mientras veía a Chloé seguir avanzando como si nada.

—¿Por qué ustedes no están tan cansados?

—Eso es gracias al Kuxtal.— exclamó Sofía.

—¿Eh?… ¿Qué tiene que ver el Kuxtal en esto?

—Bueno, puede ayudarte a mejorar tu resistencia física, tu fuerza, tu velocidad, entre otras cosas.— dijo Kevin.

—¿En serio?

—Sí.— exclamó Chloé.

—Bien, nos detendremos por diez minutos.— dijo Sofía mientras se detenía.

Después de que pasaron los diez minutos de descanso continuamos con nuestra caminata.

«Mis pies me van a doler después de esto»

Y así transcurrió otra media hora, hasta que a la distancia observé unas luces.

—¿Es ahí?— pregunté con la esperanza de que esas luces a la distancia fueran nuestro destino.

—Sí.— dijo Kevin.

—No sé si hubiera podido seguir con este ritmo por mucho más tiempo.— murmuré para mí.

(Bostezo)

—¿Por qué no puedo quitarme el sueño con el Kuxtal?— exclamó Chloé.

—Descansaremos el resto de la noche en el pueblo, pero partiremos a primera hora de la mañana.— exclamó Sofía mientras seguía avanzando hacia el pueblo.

—Que bien.— exclamé con alegría.

Una vez que entramos en el pueblo, buscamos un lugar para dormir, encontrando un pequeño hotel, que no se veía precisamente de lujo, apreciándose los años del edificio en sus paredes; aunque sus precios eran muy económicos, algo lógico si me lo preguntas.

—Chloé y yo dormiremos en una habitación, mientras que Kevin y tú dormirán en otra.

Solo asintiendo a las palabras de Sofía para después entrar en nuestras habitaciones. Una vez dentro, se podía observar dos camas individuales, una pequeña mesita de noche que separaba las camas y en la que se hallaba un teléfono, y justo en frente de estos muebles se encontraba otra mesa un poco más grande, con una radio encima.

«Bien, hay un teléfono» acercándome a el a toda velocidad.

—¿A quién vas a llamar?— preguntó Kevin con seriedad en su voz.

—A mi hermana.

—Bien.— dijo mientras abría la puerta de la habitación.

—¿A dónde vas?

—Salgo por un momento. Además, necesitás un poco de privacidad para hablar con tú hermana, ¿No?— exclamó antes de cerrar la puerta de la habitación.

Una vez que Kevin se marchó, procedí a realizar la llamada.

—…

—¿Hola?

—Lucía, soy Lian.

—¿Lian?¿Dónde estás?

—En un pueblo a unos cuantos kilómetros de Arames.

—¿Estás bien?

—Sí, no te preocupes.

—... ¿Pero qué crees que hacés? ¿Por qué te fuiste con esa organización de anómalos?

—¿Cómo sabes eso?

—Esta en todas partes… Como un anómalo fue rescatado de una estación de policías, esto realizado por una organización de anómalos conocida como Los libertarios.

—Hum… Ahora no puedo explicarlo, pero te contaré todo cuando pueda.

—... ¿Esta era tú forma de salir?… Porque fue una idea terrible, ahora no te dejarán en paz nunca.

—Bien, no fue la mejor idea que tuve, pero lo resolveré. Encontraré alguna forma de hacerlo.

(Suspiro)

—Bien... Tengo que irme. Por favor cuídate.

—Lo haré, adiós.

Kevin regreso solo minutos después de que terminara mi llamada con mi hermana, y se acostó a dormir.

«A dormir» pensé mientras dejaba caer mi cuerpo sobre la cama restante. Quedándome dormido en cuestión de segundos. El resto de la noche paso sin ningún inconveniente.

Ya durante la mañana fui levantado por los primeros rayos del sol que entraban por la ventana de la habitación y, que daban directamente en mi rostro.

«Alguien que cierre las persianas» pensé mientras me ponía la almohada en la cara.

—Es hora de irnos.— exclamó Kevin mientras se levantaba de su cama.

—Apenas pude dormir algunas horas.— murmuré para mí.

Una vez que estábamos listos para salir de la habitación, la puerta fue golpeada por alguien e inmediatamente se escuchó una voz familiar.

—!Oigan, ya es hora de irnos!— dijo Chloé al otro lado de la puerta.

—¡Ya vamos!— exclamó Kevin. —Bien, vamos Lian.

Luego de habernos ido de aquel hotel, nos dirigimos hacía un pequeño taller abandonado en las afueras del pueblo.

—¿Qué hacemos aquí?

—Ahí esta nuestro vehículo.— respondiendo Kevin a mi pregunta. —Esperen aquí, voy por el coche. Después de un momento Kevin salió con el vehículo, siendo un DMW E93 gris.

—Suban.— exclamó Kevin con una sonrisa en su rostro.

Tras las palabras de Kevin subimos al coche, y así partimos del lugar. Habiendo pasado unos cuantos minutos desde que salimos de aquel pueblo, Sofía decidió encender la radio para escuchar música durante el camino. Durante un tiempo estuvimos escuchando música, pero eso cambió cuando Sofía cambió de estación de radio para buscar más música.

“Buenos días región de Lamires, en las noticias de hoy tenemos la captura de uno de los líderes de la organización conocida como Los libertarios. Un accidente vial en la autopista que conecta Arteri con Arames…”

Todos en el auto nos quedamos en silencio tras escuchar la primera noticia.

“Como dijimos al inicio. Durante la tarde del día de ayer fue capturado David, uno de los líderes de Los libertarios, pero los daños causados durante la operación de captura son bastantes elevados, y dejando una cifra de heridos y muertos en Arames. La DCA lo llamo como una operación exitosa, pero díganme ustedes, ¿Realmente lo fue?… ¿Se puede considerar éxito lo ocurrido ayer durante la tarde y parte de la noche?… Por mi parte les digo que no lo fue. Lo de ayer se puede considerar un ridículo de la DCA. ¿Cómo pueden permitir que los anómalos hagan tales cosas?… Pero luego tenemos a grupos de personas que quieren que los veamos como personas normales, cuando nos atacan de esta forma…”

—¿Fue capturado?— exclamó Sofía mientras apagaba la radio.