después lo hago
NovelToon tiene autorización de mirle hernandez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
EL GUARDIA
El salió de la habitación dejando a las dos mujeres asustadas, Loraine comenzó a llorar desesperada por las palabras de Gualberto, Raquel la abrazó y dijo.
RAQUEL: Tranquila, todavía falta para que tengas al bebé, algo se no va a ocurrir, voy agotar hasta mi último suspiro para ayudarte a salir de aquí y tengas a tu bebé en otro lado, lejos de este hombre.
LORAINE: Tú te tienes que ir conmigo, no me vas a dejar sola, y yo tampoco te pienso dejar, te has convertido en una madre para mi, la madre que nunca tuve.
RAQUEL: Y tu para mi eres la hija que nunca tuve, la hija que él destino puso en mi camino.
Raquel le contó su historia a Loraine, vivía con una amiga y su sustento salía de la venta de dulces en los semáforos, allí fue donde él la contrató para que cuidara de Loraine, pero nunca imagino Gualberto y tampoco la misma Raquel, era que se iba a encariñar con Loraine.
A Raquel le parecia increíble, que la madre no quisiera una hija como Loraine, que no la quiera como toda madre debería querer a su hija, ella sabia que Loraine tenia idealizado el amor maternal simbolizado a través de la ternura, la servicialidad o la protección, una madre que educa en valores, que trata de potenciar y sacar lo mejor de de su hijo, que valora, que hace sonreír y da ese abrazo de oso cuando más lo necesita. Loraine nunca tuvo esa buena madre como aquella que prioriza a sus hijos antes que a ella.
A Raquel le daba tristeza pensar en eso, en la madre sin sentimientos, una mala persona con una justificación para sus actos, se hizo la víctima y le hecho la culpa de la situación.
Las dos mujeres se acostaron en la misma cama y se durmieron abrazadas, Loraine sintió paz en los brazos de Raquel que lo sucedido no le quito su sueño, al contrario, la hizo dormir profundamente porque se sentía protegida por la mujer.
En casa de los hermanos también estaban buscando para dormir, las tres personas estaban ansiosas porque pasara el fin de semana y poder ir a la escuela y encontrar alguna información de Loraine.
Emiliano se acostó pensando en Loraine, a su mente llegaron imágenes de la despedida que tuvieron, de la mirada triste que ella emitía, Emiliano desde que su hermano sacó conclusiones de embarazo, el no había podido dormir bien, siempre despertaba con la incertidumbre de saber qué ha pasado con Loraine.
Emiliano no tenía control total de su mente, la mente lo manipulaba noche tras noche, dia tras dia, el sentía que en cualquier momento se volvería loco.
Por la mañana del domingo, Raquel hizo desayuno para ella y Loraine, Gualberto no quería nada preparado por Raquel porque el sabía de que lado estaba ella, por eso busco su propia empleada, y la susodicha también estaba incomunicada mientras estuviera dentro de la casa, al salir en las tardes le entregaban su celular en la portería.
Raquel estaba pendiente al más mínimo detalle de la casa, estaba a la espera de una oportunidad en la cual ella pudiera sacar provecho, Loraine tenía la tarjeta que Emiliano le dio, todos los días la saca y la acariciaba pensando en el momento que pudiera marcar el número y pedir ayuda, por eso siempre la mantenía encima, en los bolsillos de su ropa, y si no tenía bolsillos, lo guardaba entre sus seños, no quería separarse de ella en ningún momento, sentía que le daba tranquilidad y fuerzas para aguantar.
El fin de semana pasó y llegó el día de ir a la escuela en busca de información, Emiliano iba nervioso pero con la esperanza de encontrar algo.
Cuando llegaron al colegio la secretaria conoció a Emiliano y Emir, sabía quienes eran ellos, ella fue y dio aviso al rector quien fue inmediatamente y los atendió, Emir explicó el motivo por el cual estaban allí, el sabía a quien buscaban, sabía perfectamente quién era Loraine, los hermanos ofrecieron ayuda para la escuela y ayuda a la cuenta personal del rector para qué le brindará información.
Los tres salieron de la escuela muy emocionados, iban directo a la dirección suministrada por el rector, al llegar al barrio preguntaron por Loraine y su mamá, una vecina le dijo donde vivían, pero les aclaro que ya no vivían allí, los tres sintieron como si su sangre se les congelara, Emiliano se acercó a la señora y dijo.
EMILIANO: ¿Sabe a donde se fueron?
— No, Loraine la última vez que la vi iba con dos hombres y se subió a una camioneta, desde ahí no la he vuelto a ver.
EMIR: ¿Y la mamá?
— A ella la vi salir el mismo día por la noche con maletas y se fue en un taxi, la casa era arrendada, a Loraine la vi muy asustada cuando se fue.
NATALIE: Esto no me cuadra, Loraine tiene que estar encontra de su voluntad.
— También lo dije, porque ella trabajaba en una panadería y dejó el trabajo sin avisar, el dueño dice que ella lo llamó una mañana y le dijo que estaba enferma, y ese mismo día fue que se la llevaron los hombres.
Emiliano confirmó sus sospechas, y se dio cuenta que todo eso fue el mismo dia que se vieron en la pasteleria y se volvió a entregar a él, Emir le dio una tarjeta con su número a la señora para que le informara si Loraine llegaba.
Los tres quedaron más que preocupados, la única esperanza que tenían la perdieron, Emiliano tuvo que bajar del auto porque se sentía mal y comenzó a vómitar, pero todo también era producto del estrés, después que se le pasó subieron al auto rumbo a la empresa, allí Emiliano no lograba concentrarse en su trabajo.