Esposa Abandonada

Capítulo 10

Stalkeo

Emilie toma la tarjeta y yo le quito la tapa al perfume que lleva su nombre.

—¿Quién rayos es Klaus Bulgari? —Pregunta Eliot con una ceja enarcada.— ¿Y por qué te envía su perfume y tantas rosas?

Me aplico un poco en la muñeca y lo huelo. Es como una droga, inhalo profundamente y me enamoro aún más de la fragancia exquisita y varonil que me recuerda al dueño.

—Viene de parte del hombre que les conté —digo haciendo como que no me importa tanto pero fallo fatalmente— ¿Cenamos?

Eliot es como un hermano mayor, protector y desconfiado, toma el perfume para olerlo y hace una mueca antes de devolvérmelo.

—Ahora entiendo por qué no quieres regresar con Derek. Ya tienes a alguien más intentando seducirte. —dice mi amigo con diversión mientras nos sentamos a la mesa— ¿Quién es? ¿Sabe que estás embarazada? ¿Está interesado en convertirse en el nuevo papi de mi ahijada?

Cotillero hasta el último grado, por eso me siento tan cómoda con él. Es como tener una amiga chismosa a la hora del drama y el chisme.

—No sé, quizás sea el dueño de múltiples empresas y marcas prestigiosas, como la del perfume que acabo de recibir, por ejemplo. Lo conocí esta tarde al salir de la empresa, y mañana vendrá a verme.

—¡Ese Bulgari! —exclama Emilie, abriendo los ojos como platos— ¡Perra suertuda!

Me río mientras Eliot alza la otra ceja en dirección a su esposa.

—¿Algo que tenga que saber, cariño? —Es tan celoso y posesivo que a veces resulta… tierno.

—Bueno, cariño, hace muchos, muchos años nació en Grecia un señor que comenzó como joyero. Luego se mudó a Italia y fundó su primera empresa, y de ahí para acá, es una de las marcas más prestigiosas del mundo. Forma parte de un conglomerado, entre ellas la marca Louis Vuitton. Y deja de mirarme así, que sabes que sigo todo lo relacionado con la moda.

Su esposo sacude la cabeza y sonríe mientras nos sirven los platos.

—Yo de lo único que sé, es de lo que gastas en tarjetas de crédito que yo tengo que pagar.

los tres nos reímos del chiste pero... No dejo de sonreír.

Pasamos de llorar a discutir y luego a reírnos como locos por las ocurrencias de mis amigos. Hablamos del bebé, los planes para buscar la mejor clínica y cómo quiero decorar la habitación. Eliot está seguro de que mi bebé es una niña y Emilie está convencida de que será un niño, discutiendo sobre todas las cosas que quiere comprar. La noche pasa volando y es la primera vez en meses que me siento tan a gusto, olvidándome de todo y no sintiéndome tan sola en este lugar tan enorme.

Les muestro su alcoba cuando terminamos el postre y me acuesto con una sonrisa en el rostro. Mi móvil tiene un nuevo mensaje y lo abro.

-Parece que necesitas más que unas rosas y mi perfume para ablandarte. Pensaré en algo mejor.

Respondo, sin preocuparme de que ya sea tan tarde.

-Gracias, son muy hermosas las rosas y no hacía falta que me envíes el frasco, con el nombre me alcanzaba.

Le doy enviar y espero con el chat abierto.

-Ninguno de mis planes falla y uno de ellos es que lleves mi apellido y seas la señora Bulgari. ¿Qué haces despierta a esta hora? ¿Pensabas en mí?

Tiene el ego muy grande.

-Estaba cenando con amigos que llegaron de Estados Unidos. ¿Y tú?

-Estaba esperando tu mensaje.

-Qué mal, creí que pensabas en mí y por eso no podías dormir.

-¿Eres así con todas?

-Solo contigo. Me enamoré a primera vista de ti. Eres preciosa. Pero, eso es algo que te deben decir todo el tiempo.

-Descansa o llegarás tarde otra vez.

-Tienes razón. Buenas noches.

Hora de stalkear.

Le envío un mensaje a mi amiga y, segundos después, ella se tira en mi cama y me quita el móvil, leyendo todos los mensajes con la curiosidad de una súper agente del FBI.

—¿Si te diste cuenta que es un hombre hecho a tu medida, verdad?

—¿Y tú te diste cuenta de que estoy embarazada?

Ella alza una ceja y me mira como si fuera una idiota.

—¡Y eso qué! Esas son excusas. ¿Acaso ya quieres casarte? —dice molesta.

No le digo nada más. Klaus, cuando lo sepa, se tomará el primer avión olvidando que alguna vez me conoció. Nadie quiere a mujeres con hijos de otro en el vientre, por más dinero que tengan.

—No lo pienses tanto. Se lo dices de una vez para ver si el plan de “espantarlo” funciona y veremos qué responde después. ¿Pero qué harás si decide quedarse y conocerte?

—No lo sé, no tengo cabeza para pensar en eso.

Mi amiga chica sus uñas naturales y largas contra la pantalla de mi móvil y sonríe.

—Yo lo único que quiero es que seas feliz, sola, acompañada o con un par de amantes. No quiero que pienses en ese maldito bastardo nunca mas, cariño.

—Tonta. Mira, esto es todo lo que se ve de este señor en internet y redes sociales. Esta muy guapo la verdad —sigue buscando asta que me estampa el movil en la cara. —¿Cuántas horas se ejercitará al día para tener tanto músculo? ¡Y mira su trasero! — Emilie hace zoom en una de las pocas fotos de Klaus que encontró, señalando con entusiasmo.

Me río y me dejo caer en la cama, dándole una ligera patada al aire. —¡Definitivamente, es un trasero digno de admiración! —bromeo, sintiendo una risa burbujeante que me alivia el alma.

Emilie sigue pasando las fotos con su dedo, haciendo comentarios sobre cada una. —¿Sabes lo que necesitamos? Un par de dioses griegos más como Klaus. Dos no, tres. Que se turnen para mimarte y llenarte de amor hasta que olvides completamente a ese idiota de Derek.

—¡Oh, sí! Que me traigan uvas y me abanique mientras me cuentan lo guapo que soy —le sigo la corriente, disfrutando el momento.

—Pero en serio, cariño —dice, su tono volviéndose un poco más suave—, no quiero que pienses en ese maldito bastardo nunca más. Él es el pasado, y tú tienes un futuro brillante por delante. Ya sea con un dios griego o sin él, lo importante es que seas feliz.

—Tienes razón, Emilie. Me hacen falta más dioses griegos como Klaus para superar esto. —Nos reímos juntas, sintiendo cómo la soledad y la tristeza se disipan un poco más con cada carcajada.

—Pero volviendo a Klaus, ¿te imaginas si de verdad está interesado en ti? No solo por tu perfume, sino porque vio algo en ti que lo hizo quedarse. — Emilie hace una pausa, observándome con una sonrisa cómplice.

—No sé si estoy lista para eso... —admito, aunque en mi interior una pequeña chispa de emoción comienza a encenderse ante la idea.— en realidad quiere coprar una de mis empresas y ya te dije que no estoy lista para esto.

—¡Claro que lo estás! Y si no, yo estaré aquí para recordarte lo increíble que eres y para mostrarte más fotos de su trasero —añade, haciendo que ambas estallemos en una nueva ronda de risas.

Me acurruco en la cama, sintiéndome un poco más ligera gracias a la charla con Emilie. Sabía que necesitaba a mis amigos aquí, y ahora más que nunca, sé que no estoy sola.

—Dormire contigo, Eliot no lo va a notar, esta muy cansado y de todas formas ya obtuve de el lo que queria.

Me rio con fuerza.

—pobre eliot, lo dejaste agotado.

Nos quedamos charlando un buen rato, hablando de cualquier cosa que se nos viene a la mente, desde las últimas noticias del mundo de la moda hasta lo ridículo que puede llegar a ser pensar en el futuro con alguien como Klaus Bulgari. Emilie no deja de deslizar su dedo por la pantalla, mostrándome fotos de él, y no puedo evitar reírme cada vez que señala sus músculos o su trasero, como si estuviéramos en la secundaria otra vez. La presencia de Emilie me hace sentir más tranquila, más acompañada. Su risa es un bálsamo, y su manera de enfocarse en las cosas más superficiales me ayuda a dejar de pensar en los problemas que me han estado abrumando.

Después de un rato, noto que mis párpados comienzan a pesar. Emilie se estira en la cama y bosteza, y yo hago lo mismo. La charla se va apagando naturalmente hasta que el sueño se convierte en una necesidad inminente. Nos quedamos en silencio, cada una perdida en sus pensamientos.

—Me alegra tanto que estés aquí, Em. — Murmuro antes de cerrar los ojos.

—Yo también, Sam. No te preocupes, todo va a salir bien. — Me responde en un susurro.

Nos quedamos dormidas juntas, como en los viejos tiempos, y por primera vez en meses, me siento realmente en paz.

Hola chicas! queda un capitulo mas y despues si van a tener que esperar las actualizaciones, recuerden que están en emision, DARIEN, TU DUEÑO Y LA NOVIA DE MI MEJOR AMIGO.

Sean pacientes ok!

que les parece hasta ahra esta historia?

cuentenme... besitos

Jess.