Se Mí Prometido Por 100 Días

Capítulo 16: Revelaciones inesperadas

Zayn no podía sacarse de la cabeza lo que había pasado en la tienda. Aquella chispa, aquel momento en el que sus impulsos lo habían traicionado y había besado a Dakota. Nunca había sido alguien que pensara demasiado en sus acciones, pero esta vez era diferente. Dakota no era cualquiera. Era Dakota, la chica dulce que lo cuidaba, lo defendía y que, para su desgracia, empezaba a ocupar un lugar peligroso en su corazón.

Esa noche, mientras daba vueltas en su cama, pensó en lo que significaba todo esto. "No puede ser. Es solo un juego", se repetía, aunque algo en su interior sabía que estaba mintiendo.

Por otro lado, Dakota también estaba lidiando con sus propios sentimientos. Aún podía sentir la presión suave de los labios de Zayn contra los suyos. Cada vez que lo recordaba, el rubor volvía a sus mejillas y su corazón latía descontrolado. "Fue un impulso", se decía, pero no podía negar que había algo más detrás de ese beso. ¿Por qué le afectaba tanto?

Al día siguiente, Darían, completamente ajena al torbellino de emociones que ambos sentían, llegó temprano a la casa de Dakota para seguir con los preparativos de la cena. Entró como si fuera su propia casa, con una bolsa llena de decoraciones y una sonrisa radiante en el rostro.

—¡Buenos días, futura señora de mi hermano! —bromeó mientras dejaba las bolsas en la mesa.

—¡Darian! —gritó Dakota, intentando ocultar su nerviosismo.

—¿Qué? ¿Ya no puedo bromear? —respondió con una sonrisa pícara. Luego se inclinó hacia Dakota, mirándola con suspicacia— Espera... ¿por qué estás roja?,

—¿Yo? ¿Roja? Para nada —intentó disimular, pero Darían la conocía demasiado bien,

—¡Algo pasó! —exclamó Darían, cruzándose de brazos— Dime, ¿qué hizo mi hermano?,

Dakota desvió la mirada, pero antes de que pudiera inventar algo, Zayn apareció en la puerta, luciendo sorprendentemente tranquilo,

—¿De qué hablan? —preguntó mientras se recargaba contra el marco de la puerta con una sonrisa burlona.

—De nada —dijo Dakota rápidamente, sintiendo cómo el calor volvía a sus mejillas,

Darían miró a ambos, frunciendo el ceño.

—Algo está pasando aquí —murmuró, pero decidió dejarlo pasar por el momento,

El resto del día estuvo lleno de actividades. Dakota y Darían se encargaron de los detalles de la decoración, mientras Zayn, aunque fingía no estar interesado, se dejó arrastrar al caos de los preparativos. Sin embargo, cada vez que sus miradas se cruzaban, había una tensión palpable entre él y Dakota, algo que Darían no tardó en notar.

Cuando terminó el día, Dakota se quedó sola en su habitación, repasando lo que sucedería en la cena. Aunque sabía que Zayn podía manejarse bien en cualquier situación, no podía evitar preocuparse. Quería que todo saliera perfecto, no solo para convencer a sus padres, sino porque, de alguna manera, sentía que esto significaba algo más para ella.

Por otro lado, Zayn estaba en su apartamento, mirando el traje que había comprado ese día. Recordó el momento en que Dakota había arreglado su corbata, tan cerca que podía escuchar su respiración. "Esto se está saliendo de control", pensó, aunque en el fondo no quería detenerlo.

Ambos sabían que esa cena cambiaría las cosas, aunque ninguno estaba preparado para enfrentar lo que realmente sentían,