Valeria, una mujer que, tras una ruptura dolorosa, busca redescubrir su confianza y deseos más profundos. Al mudarse a una nueva ciudad para empezar de nuevo, encuentra a Mateo, un hombre enigmático y apasionado que se convierte en su vecino.
A primera vista, Mateo parece ser el tipo de hombre que desafía todas las normas y expectativas. Su vida está llena de secretos, y su atracción hacia Valeria es intensa e innegable. A medida que su relación evoluciona, Valeria debe confrontar sus propios miedos y deseos reprimidos mientras explora una conexión que desafía sus límites y redefine su comprensión del amor y la pasión.
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Capitulo 10: Tentaciones No Contadas
Después de su idílica escapada a la cabaña, Valeria y Mateo regresaron a la ciudad con un renovado sentido de amor y conexión. Sin embargo, la tranquilidad que habían encontrado en las montañas pronto se vio perturbada por nuevas tensiones.
Una tarde, mientras Valeria estaba en su oficina, recibió un mensaje de un número desconocido. Al abrirlo, su corazón se detuvo por un momento: era una foto de Mateo en un café con otra mujer. La imagen estaba acompañada de un mensaje anónimo: "¿Sabes realmente en quién confías?"
Valeria sintió una mezcla de rabia y confusión. Sabía que debía hablar con Mateo antes de sacar conclusiones precipitadas, pero la imagen seguía repitiéndose en su mente.
Esa noche, cuando Mateo llegó a su apartamento, Valeria no pudo contenerse.
—¿Quién es ella? —le preguntó, mostrándole la foto en su teléfono.
Mateo frunció el ceño al ver la imagen.
—Es solo una compañera de trabajo. Nos reunimos para discutir un proyecto.
—¿Y por qué alguien me enviaría esta foto de manera anónima? —Valeria cruzó los brazos, tratando de contener sus emociones.
Mateo suspiró, pasando una mano por su cabello.
—No lo sé, pero te prometo que no hay nada más. Solo fue una reunión de trabajo.
Valeria quería creerle, pero la semilla de la duda ya estaba plantada. Decidió dejar el tema por esa noche, pero no podía evitar sentirse inquieta.
Los días siguientes fueron una prueba de confianza para ambos. Valeria intentó concentrarse en su trabajo, pero las imágenes de Mateo con otra mujer seguían apareciendo en su mente. Decidió hablar con sus amigas, buscando consejo y apoyo.
—Si confías en él, dale el beneficio de la duda —le dijo Clara, una de sus amigas más cercanas—. Pero también asegúrate de que te respete y sea honesto contigo.
Valeria asintió, sabiendo que sus amigas tenían razón. Esa noche, decidió tener una conversación sincera con Mateo.
—Necesito que seas completamente honesto conmigo —le dijo, mirándolo a los ojos—. Esta situación me está matando por dentro.
Mateo la tomó de las manos, su expresión seria.
—Valeria, nunca haría nada para lastimarte. Lo que viste en esa foto fue solo una reunión de trabajo, nada más. No sé quién podría querer separarnos, pero te juro que te amo y no hay nadie más para mí.
Las palabras de Mateo parecían sinceras, y Valeria sintió que parte de su ansiedad se desvanecía. Lo abrazó con fuerza, deseando que pudieran dejar atrás esta tormenta de dudas.
Sin embargo, las tentaciones no contadas seguían acechando en las sombras. Mateo también recibía mensajes anónimos, insinuando que Valeria no era tan inocente como parecía. Decidió no contarle a Valeria, no quería añadir más estrés a su relación.
Una noche, mientras Mateo trabajaba hasta tarde, Valeria recibió una llamada de un número desconocido. Al contestar, una voz masculina le susurró:
—Mateo no es quien dice ser. Ten cuidado.
El miedo y la desconfianza se apoderaron de ella una vez más. Decidió que necesitaba respuestas y, al día siguiente, confrontó a Mateo sobre los mensajes que había estado recibiendo.
—¿Por qué no me dijiste nada? —preguntó Valeria, sintiendo la ira burbujeando en su interior.
Mateo parecía cansado y agobiado.
—No quería preocuparte más. Pensé que si lo ignorábamos, todo se solucionaría.
Valeria sacudió la cabeza, sintiéndose traicionada.
—Esto no es algo que podamos ignorar, Mateo. Tenemos que descubrir quién está detrás de todo esto y por qué.
Decidieron trabajar juntos para desentrañar el misterio. Revisaron sus comunicaciones, buscando pistas sobre quién podría querer sabotear su relación. A medida que se adentraban más en la investigación, descubrieron que había más personas involucradas de lo que habían pensado.
Valeria y Mateo decidieron seguir adelante con su vida diaria mientras trataban de resolver el misterio de los mensajes anónimos. Sin embargo, la tensión se hacía cada vez más palpable. La confianza que habían construido estaba siendo puesta a prueba, y ambos lo sabían.
Un viernes por la noche, Valeria recibió otro mensaje. Esta vez, era un video de Mateo entrando en un hotel con la misma mujer de la foto anterior. Las manos le temblaron al ver el video, y sintió que su mundo se desmoronaba.
—¿Cómo pudiste? —exigió Valeria, mostrando el video a Mateo cuando él llegó a casa.
Mateo observó el video con incredulidad.
—No puede ser... esto está fuera de contexto. Es parte de un proyecto secreto en el que estoy trabajando. No puedo hablar mucho al respecto, pero te prometo que no es lo que parece.
Valeria lo miró con desconfianza. Aunque quería creerle, el dolor y la duda eran demasiado grandes para ignorarlos.
—Necesito pruebas, Mateo. Necesito saber la verdad.
Mateo asintió, consciente de la gravedad de la situación.
—Voy a hablar con mi jefe y pedirle permiso para contarte más detalles. No quiero que esto destruya lo que tenemos.
Durante el fin de semana, Mateo trabajó para obtener la autorización de su jefe. Mientras tanto, Valeria intentó distraerse pasando tiempo con sus amigas, aunque la preocupación nunca la abandonaba.
Finalmente, el lunes por la noche, Mateo llegó a casa con una carpeta de documentos.
—Aquí está todo lo que necesitas saber —dijo, entregándole la carpeta—. Esto explica el proyecto en el que estoy trabajando y por qué tuve que reunirme con esa mujer en el hotel. Es parte de una operación encubierta para una fusión empresarial.
Valeria revisó los documentos, sintiéndose aliviada al ver que todo parecía legítimo. Aunque aún quedaban preguntas sin respuesta, la transparencia de Mateo la hizo sentir más segura.
—Lo siento por haber dudado de ti —dijo Valeria, abrazándolo con fuerza—. Este último mes ha sido muy difícil.
—Lo sé, y lamento no haber sido más abierto desde el principio. Te amo, Valeria. No quiero que nada ni nadie se interponga entre nosotros.
La tensión comenzó a disiparse, pero ambos sabían que aún quedaba una pregunta importante: ¿Quién estaba detrás de los mensajes anónimos?
Decidieron contratar a un investigador privado para que los ayudara a descubrir la verdad. Mientras tanto, se comprometieron a ser más abiertos y honestos entre ellos.
Una noche, mientras esperaban los resultados de la investigación, Mateo preparó una cena especial en casa. Quería demostrarle a Valeria cuánto la apreciaba y cuánto significaba para él.
—Gracias por confiar en mí —dijo Mateo mientras brindaban con vino—. Prometo hacer todo lo posible para que nuestra relación sea fuerte y segura.
Valeria sonrió, sintiendo una chispa de esperanza renovada.
—Lo mismo digo. Estamos juntos en esto, y superaremos cualquier obstáculo.
El investigador privado finalmente les entregó un informe detallado. Descubrieron que los mensajes anónimos provenían de un exnovio de Valeria que no había superado la ruptura. Había estado monitoreándola y tratando de sembrar dudas en su relación.
Valeria se sintió aliviada al saber la verdad, pero también estaba furiosa por la invasión de su privacidad. Mateo la apoyó, asegurándose de que tomaran medidas legales contra el acosador.
Con el misterio resuelto, Valeria y Mateo pudieron concentrarse en reconstruir su confianza y fortalecer su relación. Aprendieron a comunicarse mejor y a apoyarse mutuamente, enfrentando los desafíos juntos.