Sinopsis Propuesta
En un mundo donde la fama y el poder pueden hacer que los secretos más oscuros salgan a la luz, una joven se encuentra atrapada entre el deseo y la traición. Tras un encuentro casual con un miembro de EXO, su vida da un giro inesperado: queda embarazada y se ve envuelta en una red de engaños y maltrato.
Mientras intenta proteger su secreto, es secuestrada por un grupo que quiere usar su conexión con la celebridad para sus propios fines. A medida que la trama avanza, se revela que cada personaje tiene sus propios secretos, y el amor puede ser tanto una salvación como una condena.
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Capítulo 7: Una Propuesta Inesperada
A medida que los días se convertían en semanas, Valeria y Jihoon se acostumbraron a esta nueva normalidad. Sin la sombra de Marco, el tiempo parecía fluir con una serenidad que, aunque nueva, les resultaba extrañamente natural. Valeria continuaba explorando su arte y, poco a poco, su creatividad fue liberando sentimientos y memorias que había guardado profundamente. Cada día se sentía más fuerte, más completa.
Una mañana, Jihoon propuso que tomaran un pequeño viaje a la playa, una escapada para alejarse del bullicio y perderse en el sonido de las olas. Valeria aceptó con entusiasmo, y ambos partieron al amanecer. La playa estaba prácticamente desierta cuando llegaron, el aire salado llenándoles los pulmones y el horizonte vasto abriéndose frente a ellos como una promesa de libertad.
Jihoon extendió una manta en la arena, y ambos se sentaron, disfrutando del silencio. Luego de un rato, él sacó una pequeña caja del bolsillo de su chaqueta y la abrió frente a ella. Valeria lo miró, sorprendida, sin saber qué decir.
—Sé que esto puede parecerte repentino —comenzó Jihoon con voz suave, mirándola a los ojos—. Pero estos meses contigo me han mostrado lo que realmente quiero en mi vida, y eres tú. Quiero compartir mi vida contigo, construir algo juntos. No estoy hablando solo de amor, sino de un compromiso profundo, de crear algo verdadero y duradero.
Valeria lo miraba, incrédula. La idea de casarse alguna vez había parecido lejana, casi imposible, dada su historia y todo lo que había vivido. Pero al ver la sinceridad en los ojos de Jihoon, sintió que todo tenía sentido. Este hombre había estado a su lado en sus momentos más oscuros, ayudándola a sanar y a descubrirse. El futuro, por primera vez, no se le antojaba aterrador.
—Jihoon… yo… no sé qué decir. —La emoción la abrumaba, y su voz temblaba.
—No tienes que decidir nada ahora mismo —le dijo él con suavidad, acariciándole la mano—. Solo quiero que sepas lo que siento y lo que deseo. Pase lo que pase, siempre estaré a tu lado.
Valeria miró el anillo en la pequeña caja, sintiendo una oleada de calor en su pecho. A pesar de las dudas y de los restos de miedo que a veces surgían, sabía que Jihoon era su refugio, alguien con quien podía construir algo hermoso. Tomó una profunda respiración y le dio una sonrisa.
—Sí, Jihoon. Quiero intentar esto contigo. Quiero construir una vida juntos.
Jihoon le colocó el anillo en el dedo, y en ese instante, el mar y el cielo parecían más inmensos, como si todo el universo estuviera en perfecta armonía. La besó con ternura, y ambos se abrazaron, sintiendo que este era el inicio de algo verdaderamente especial.
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De vuelta en la ciudad, los preparativos comenzaron poco a poco. Valeria y Jihoon querían una ceremonia íntima, rodeados solo de personas cercanas. A medida que avanzaban en los detalles, Valeria notaba algo extraño en su cuerpo: cansancio constante, un ligero malestar matutino. Al principio, lo achacó al estrés, pero una duda se fue formando en su mente.
Unos días después, decidió hacerse una prueba de embarazo en secreto. En el fondo, una parte de ella sabía cuál sería el resultado. Cuando vio las dos líneas marcadas en la prueba, su corazón se aceleró y una mezcla de emociones la invadió: miedo, sorpresa, pero también una profunda alegría. Iba a tener un hijo, una vida que ella podría proteger y amar.
Decidió contárselo a Jihoon esa misma noche. Cuando él llegó al apartamento, Valeria lo recibió con una sonrisa nerviosa. Jihoon la miró, notando que algo era diferente.
—¿Todo bien? —preguntó, alzando una ceja con curiosidad.
Valeria tomó su mano y lo miró fijamente. —Jihoon, hay algo que tengo que decirte. Es algo… importante.
El silencio llenó el espacio entre ellos, y Valeria sintió su corazón latiendo rápidamente. —Voy a ser mamá. Estamos esperando un bebé.
Los ojos de Jihoon se iluminaron, y una sonrisa se formó en su rostro. Sin decir nada, la abrazó, sosteniéndola con una mezcla de ternura y emoción. Se separó un momento, mirándola con una expresión llena de felicidad.
—Esto es lo mejor que podría haberme pasado, Valeria. —Le acarició la mejilla y le dio un beso suave—. Vamos a ser una familia.
Valeria sintió que cada temor se desvanecía al escuchar esas palabras. Todo su pasado, el dolor, los sacrificios, ahora parecían haberse transformado en algo hermoso. Estaba a punto de construir una nueva vida, junto a la persona que amaba, y ahora, con un hijo en camino, sentía que había encontrado su propósito.
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Las semanas siguientes pasaron en un torbellino de preparativos, no solo para la boda, sino también para recibir a su bebé. Cada día era una oportunidad de planear, soñar y reír. Jihoon no dejaba de sorprenderla con gestos de cariño, y Valeria se sentía más segura que nunca.
Finalmente, el día de la boda llegó. La ceremonia fue sencilla, rodeada de sus seres queridos, pero llena de amor y significado. Valeria caminó hacia Jihoon con el corazón latiendo de emoción, mientras él la miraba con adoración. Las palabras que se intercambiaron eran más que promesas; eran la confirmación de un amor que había sido probado y fortalecido en los momentos más oscuros.
Cuando se besaron, sellando su compromiso, el mundo pareció detenerse, y en ese momento, Valeria supo que todo lo que había sufrido había valido la pena. Estaba en el lugar que siempre había soñado, al lado de la persona que amaba y esperando a su hijo, con una vida llena de esperanza por delante.
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Con los meses, la familia comenzó a crecer y, junto a Jihoon, Valeria aprendió que el amor verdadero era el que sobrevivía a la adversidad. Con el nacimiento de su hijo, sentían que cada día era una nueva aventura y una oportunidad de seguir construyendo la vida que habían soñado.
Valeria, finalmente, era libre.
Lo bueno novela corta pero con toda el alma
Aplausos