Sé Mi Emperatriz, Comandante.

Comenzaron a prepararse para ir en busca del nido de alimañas, por supuesto, Farkas dijo que solo irán él y Tatiana, ya que solo es una misión de búsqueda, mientras que Tatiana deja a cargo a Arthur y Bjorn se quedaría para apoyarlo por orden del emperador.

Farkas y Tatiana parten a caballo hacía el bosque, ya que ha amanecido, mientras que los demás, se preparan para desayunar y después tomar un descanso. Mientras tanto, Tatiana es guiada por Farkas por el bosque, dirigiéndose atrás de una montaña, al llegar al pie de esta, se pueden ver algunos huesos de bestias salvajes.

— parece que las alimañas se están alimentando de ellos y no solo le quitan su territorio.— menciona Tatiana.

— debemos deshacernos del nido rápido, si se reproducen más, no solo las bestias serán su alimento.—

— entonces, si no trajo a nadie más, imagino que usted solo podrá con ellas.— menciona Tatiana con un tono burlón.

— necesitaré su ayuda, pero, entre los dos podremos, ¿no?, por algo se le conoce como el demonio esmeralda.— responde.

— hizo bien su trabajo majestad.—

Tatiana baja de caballo para dejarlo en un sitió donde pueda estar a salvo y ata la correa de manera en la que, si una bestia aparece, este pueda fácilmente jalar la correa y huir. Tras hacer esto, camina hacía el lugar donde se encuentran los huesos, esta segura que debe de haber una entrada cerca, mientras que Farkas ata también al caballo y sigue a Tatiana, justo en ese momento, al pisar en un parte, Tatiana resbala al abrirse un agujero en el piso, al ver esto, Farkas salta hacía ella atrapando a la chica entre sus brazos mientras caen por aquel agujero oscuro, Farkas se transforma en un Lycan enorme de color gris, cubriendo a Tatiana entre sus brazos hasta que finalmente su cuerpo choca con lo que podría ser el fondo.

Farkas se queja por el dolor y Tatiana se apresura a reincorporarse encendiendo una flama azul en su mano para poder ver al lycan.

— majestad, eso fue peligroso...— le riñe.

[estoy bien, y también lo estás.] le habla con una conexión mental.

Al moverse siente un dolor en su espalda, pero aún si se rompió algún hueso, este no demora en ser curado, incluso se escucha un breve crujido al acomodar su hombre, aunque si es doloroso. Tatiana deja salir un pesado suspiro.

— sea más consciente de lo que hace, podría salir herido de gravedad.— pasa su mano sobre el hombro del lycan.

Tatiana puede sentir su suave y tibio pelaje, además, la fractura se ha curado. La rubia observa bien al hermoso lycan ante ella, un cuerpo del doble o quizás del triple de su tamaño, con un brillante pelaje gris y esos exóticos ojos rojos.

— es la primera vez que veo uno real...— menciona.

Y es que solo los había visto en películas y libros en su anterior vida, era imposible que existieran, sin embargo, en ese mundo, ahora tenía a uno real ante ella. Farkas se inclina frotando su nariz en la mejilla de la chica.

[Si me sigues mirando así creeré que te has enamorado de mí.] Se burla.

— no presuma. Aunque debo admitir que es usted fascinante en esta forma.— responde Tatiana.

[Increíble, me he ganado un cumplido de mi pequeña ninfa.]

Tatiana ya no dijo nada, así que hace flotar la llama azul delante de ellos para poder caminar por ese lugar, aunque para Farkas la oscuridad no era un problema, pero ahora debe mantenerse alerta incluso con su olfato, esa cueva seguramente era el nido de las alimañas.

Tras caminar por donde Farkas le va indicando, llegan a una zona donde se puede ver un área más grande y arriba de la cueva, hay una especie de bolsas o más se parecen al capullo de alguna mariposa, pero éstas parecían palpitar.

[Las malditas se están reproduciendo. Debemos eliminar los huevos antes de que salgan.] Gruñe.

— bien, le recomiendo cubrirse, majestad.—

Tatiana levanta las manos al frente, apuntando hacia el techo y una especie de pentagrama brilla, era de un color azul y de este pentagrama sale una enorme ola de fuego del mismo color, subiendo hasta el techo, esta flama cubre todo lo de arriba comenzando a quemar los capullos. Ante esto, las alimañas se hacen presentes, así que Farkas deja salir un gruñido para llamar su atención, de modo que puedan atacarlo a él y evitar que ataquen a Tatiana mientras quema todo.

Las alimañas emiten sus chillidos contra el gruñido del lycan, comenzando a atacarlo. Farkas se defiende, usando sus filosas garras cortar a las alimañas, mientras que Tatiana, mantiene el fuego suficiente tiempo para que se quemen los capullos, aunque también debe defenderse de las alimañas que logran acercarse a ella, por supuesto, debido a la situación, usa su magia para atacarlas. Poco a poco los capullos van cayendo hechos pedazos, así que Tatiana aprovecha para acercarse a Farkas.

— he terminado.— le avisa.

[Sube a mi lomo pequeño ninfa, acabaré con esto rápido.]

Tatiana no comprende del todo, pero no se perderá la oportunidad se subir a un lycan real, así que así lo hace y cuando Farkas se levanta en dos patas, ella se abraza al cuello del lycan para no caer, mientras ve como en las garras de Farkas comienzan a salir unas chispas de color negro y cuando las coloca sobre el suelo, una descarga de energía negra cubre todo, electrocutando a las alimañas, incluso a las que tratan de subir por las paredes, pero, esto comienza a crear un derrumbe en el cueva, así que, al ver que las alimañas han sido eliminadas, Farkas comienza a correr por otro túnel, siguiendo el rastro de las alimañas, ya que seguramente en esa dirección esta salida. Tatiana puede ver como el tunel también a comenzado a colapsar, la potencia de la descarga usada por Farkas si que debió tanta como para derrumbar la cueva. Pronto ven una pequeña luz, esa debe de ser la salida, por lo que se apresura a correr hacía ese lugar y finalmente logran salir, pero, este era un lugar alto, por lo que Farkas resbala por la nieve y debido al derrumbe se ven atrapados en una avalancha de nieve.

Fakas logra agarras a Tatiana para cubrirla entre sus brazos mientras resbalan con la nieve, rodando cuesta abajo. Tatiana no imagino que Farkas la protegería de esa forma nuevamente, pero se aferra a él mientras caen, sentía como la nieve también la cubre a ella, hasta que dejan de deslizarse, quedando al pie de la montaña cerca del bosque, Farkas cubierto de nieve, se levanta sacudiendo la nieve de su pelaje y separa los brazos para ver si Tatiana estaba bien.

[¿Estas herida pequeña ninfa?]

— gracias a usted no me ha pasado nada, ¿usted esta herido?— pregunta con cierta preocupación.

[No, esta no hubo golpes severos. Debemos volver por los caballos.]

— ¿no cree que su caballo se asustara?, podría confundirlo con una bestia.—

[Quizás, pero, no puedo regresar a mi forma humana, a menos que usted pueda traerme la ropa que esta en el bolso que lleva mi caballo.]

— pequeña desventaja de su transformación.— se burla.— la traeré.—

Es lo menos que puede hacer por él después de que evito que se lastime dos veces. Después de caminar algunos minutos, llegaron donde habían dejado los caballos, Farkas se queda tras los árboles mientras que Tatiana va por la bolsa, la toma y va hacia Farkas, para dejarle la bolsa.

Por supuesto al dejarle la bolsa, ella regresa con los caballos, buscando la capa de piel que siempre usa, ya que, la nieve ha mojado su ropa y empieza a sentir que la temperatura va bajando debido al atardecer.

— majestad, si la temperatura aún baja, ¿significa que quien trajo las alimañas, aún sigue aquí?—

Farkas se acerca ya con su ropa puesta, siempre procura llevar de repuesto en caso se transformarse.

— es probable, no creo que se rinda hasta acabar con la primera hija de la ninfa celestial.— responde Farkas.

— deberíamos dejar que venga por ella, atraparlo en el acto. Después de todo, aun debe creer que se trata de Talia.—

— usar a su hermana de carnada. Me gusta como piensa.— responde.

Ambos suben a sus caballos para ir de regreso al campamento, ahora que las alimañas fueron eliminadas, el ataque de las bestias debe disminuir un poco, aunque eso no significa que tengan que defender el reino de ellas.

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