La Asistente Del Villano

Eva no dejaba de mirarlo con un poco de rubor en sus pómulos. Sentía la mejilla de Hadrian que era tan suave igual que su mano que la sostenía.

— ¿De... De verdad me protegerías?

— sí. No podría dejar que nada malo te pasará. No se cómo explicarlo ahora, pero siento que si te pierdo, me convertiría en alguien diferente...

Ella observó este comportamiento con más detalles, no era nada malo, al contrario, Hadrian mostraba plenitud ante ella de que la cuidaría de todo lo malo. Sin embargo, Eva recuerda esta parte en de la historia pero de forma diferente.

“Hadrian actúa como si estuviera enamorado, pero no es de la protagonista ya que ella aún no ha parecido... Si no de... ¿Mi?... No, no puede ser."

Evangelyn no pensaban que las cosas llegarán de esta manera, si quería tener una buena relación con Hadrian, pero jamás pensó que podría llegar tan lejos.

La idea no le desagrada, al contrario, siente una gran comodidad y alegría si ese sería el caso. Daba mil y una vuelta en su cabeza, pensando en esto, hasta que Hadrian le comenta lo siguiente.

— Eva, creo que debemos regresar. Te veo cansada.

— ¿Eh?

— vamos, volvamos a la casa.— le tomó la mano y ambos volvieron al carruaje después de cerrar la tienda.

En el camino, Eva miraba la ventana para evitar el contacto visual con Hadrian, estaba nerviosa y no quería demostrarlo. Ahora que se da cuenta de que podría gustarle siente más nervios que antes, ya que ha despertado realmente en ella ese sentimiento de atracción.

“ ¿Por qué me siento tan cobarde?... Quiero mirar y hablarle pero no puedo. ¿Y si lo que pienso es erróneo?... ¿Si Hadrian es amable y dulce porque lo he ayudado y no porque sea que le guste?... No puedo lanzarme hacia él como si nada, yo... Ah! Que problema interno tengo en mi cabeza."

— Eva... Necesito que me mires. Quiero preguntarte algo...

Ella suspiro internamente y lo miro con toda la seguridad que podía.

— ¿Si?...— en ese momento, el carruaje tropezó con un bache e hizo que Evangelyn se fuera encima de Hadrian por el movimiento brusco.— ¡Lo siento, el carruaje...

Hadrian la detiene y la deja inmóvil encima suyo tomándole el rostro suavemente y la mira directo a los ojos. Era tan hermosa la vista que tenía de ella, su rostro de asombro, ojos azules, sus labios rojos y a lo que debe saber si lo probará, a fresa y recuerda ese sabor ligero del chocolate que lo vuelve loco.

Él solo dice las siguientes palabras.

— al diablo con la pregunta.

Y en ese segundo, él la beso rozando sus labios con delicadeza. Evangelyn se sorprendió más no se quejó ni aparto y siguió poco a poco afincando sus labios con lo de Hadrian. Ahora cualquier duda que tenía en su cabeza quedó en blanco con este gesto que la dejó sin palabras.

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— lo sabía, sabía que el sabor de fresa y chocolate queda mejor en tus labios.

A pesar de que Eva se encontraba en proceso de asimilación por ese beso robado. Ella busca la manera de volver a la realidad.

— ¿La pregunta tenía que ver con el beso?

— para nada. Pero vi la oportunidad y la verdad no pude resistirme. Yo... Yo pensé que me rechazarias si lo hacía, corrí el riesgo de que te alejarás de mí si lo hacía... Eva, dime, ¿Yo te gusto?— preguntó, volviendo ese gesto inocente que lo caracterizaba.

— yo... Pienso mucho en tí. No puedo sacarme la cabeza lo dulce que eres conmigo, si eso significa que me gustas, entonces si. ¿Y yo?

— Eva, me gustas más allá que una simple relación, tú forma sincera de ser, tu sonrisa, un no se qué, que me hace llamar la atención sobre tí... Y yo...— Hadrian nuevamente besa a Evangelyn de una forma más satisfactoria que la última vez, y como era de esperarse, ella le responde abrazándolo por el cuello.

“ esto es una locura... ¿Como llegue en apoyarte, a besarte de esta forma?... Pero, es el resultado de haber alterado el curso de la historia. No debías haberme fijado en tí, ni tú en mi y aún así lo hicimos, Hadrian"

De repente, el carruaje frena de golpe, si no hubiera sido porque Hadrian la abrazaba, ya se hubiera caído. Luego, él dice, con un tono muy alegre.

— el camino es corto, debí suponerlo...

— Hadrian, quiero continuar pero... Por ahora, no podemos. Mañana debemos comenzar con los dulces y-...

— Evangelyn, está bien... No te forzare a nada. Soy paciente, quiero que descanses, tú bienestar es importante para mí. Ya llegará nuestro momento para estar juntos... Lo importante es saber que... que el sentimiento es mutuo.

Besó brevemente a Eva de una forma dulce. Dándole su espacio por fin. Hadrian ve como Frederic se acerca para abrir la puerta del carruaje.

— bienvenidos, ¿Le ayudo a bajar, señorita Evangelyn?.

Ella asintió y bajo con la ayuda del mayordomo. Al perderlos de vista, Hadrian baja del transporte. No quiso cenar ya que estaba satisfecho está noche. Él llega a su habitación y mira su reflejo en su espejo.

Tenía lápiz labial en sus labios, dejando en claro que los besos no era para nada roces. Luego pasa su lengua en el labio inferior por el sabor fresa de la boca de Eva.

— seré paciente... Pero no por mucho. Mi Evangelyn.

____________ al día siguiente

Anne se había levantado de mejor humor. Pudo descansar cómodamente gracias a lo que sea que Eva le dió anoche, pues ella trajo un poco de cacao para hacerle chocolate caliente y asi pudiera descansar plácidamente. Anne estaba tan feliz de eso que no dudaba en contarle a sus colegas. Hasta que se encontró con Evangelyn.

— de verdad no se lo que era, pero fue una maravilla. Dormí como una piedra. Te lo agradezco mucho Eva.

— no es nada. Pronto sabrás que es, y a los demás empleados también. Por cierto, quiero darte otro trabajo que se que te encararán, ya le pedí a Lucy y Cher que también me acompañarán.

— ¿Eh?... ¿Un trabajo nuevo?

— asi es, Frederic se irá con ustedes en el carruaje para acompañarlas.

— de acuerdo. Estaré con gusto de trabajar y más si es con usted.

— ¿No has visto al maestro?

— no ha salido de su habitación. ¿Quiere que vaya a preguntar?

— no, yo iré. Quiero ver si está bien.

Eva se preocupó un poco, era extraño a que él se levantara tardé. Además, que no dejaba de pesar en esos besos de anoche que no pudo dormir muy bien, aún asi se levantó de gran animo.

Caminando por el pasillo, chocó levemente contra el cuerpo de alguien al doblar la esquina. Pero lo reconoce de inmediato al oír su risa.

— Evangelyn.

— Hadrian...

Él tomó la mano de ella y le dio un leve beso en su dorso.

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— buenos días. Espero que hayas descansado.

— lo mismo digo.

— Supongo que ya debemos irnos trabajar ¿No?.

— si. Ya encargué a las empleadas que trabajarán con nosotros. Ellas saben de repostería, son de confianza y mantendrán en secreto el ingrediente de los postres.

— me parece bien. Una vez que el imperio conozca este nuevo dulce llamado chocolate, todos querrán saber cómo se prepara, hasta intentarán lo más bajo para conseguirlo, yo trataré de evitar eso.

— aún así, no podrán igualar el sabor y la preparación, yo soy la única que sabe cómo hacer para que el chocolate no quede amargo y desabrido.

Evangelyn tenía un gran confianza de proteger su recetas de las manos de la persona que desean aprovecharse. Y esa confianza que ella daba le gustaba mucho a Hadrian, mostrando que Eva no es débil.

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