Por Ti

Un largo mes ha pasado desde que empezaron con su nuevo trabajo y vaya que ha sido largo este mes pues la directora les ha hecho la vida de cuadritos, todas las tareas asignadas son tediosas e inútiles, además que los tiempos que se les da para el cumplimiento es absurdo; Mónica ha querido rendirse varias veces, pero Alexandra la alienta, no se pueden dar por vencidas, le tienen que demostrar a la directora que ellas pueden, está segura que una vez se dé cuenta de eso les va a dar la oportunidad.

Al mismo tiempo Alonso ha estado extremadamente ocupado con la empresa pues en este momento se está preparando para recibir la gerencia de esta, lo que lo ha mantenido alejado de Alexandra y sus planes, pero eso no significa que no esté enterado de todo lo que pasa a su alrededor, por eso ese día se le ocurrió una brillante idea para poder verla.

- Mamá, ¿cómo estás?

- Hijo, no puedo creer ese milagro que tú me visites. – y si, desde que Alonso se fue a vivir solo cuando ingreso a la universidad, muy poco vuelve a casa si no es porque está obligado a comer con sus padres una vez a la semana.

- Mamá que exagerada quería verte y pasar el día contigo, sabes que he estado muy ocupado con la empresa así que ahora que tengo un ato libre quiero pasarlo contigo para que no digas que tienes un hijo cruel que te abandona.

- Ahí hijo, pero justo hoy tengo una reunión en la empresa de mi amiga Clara, además que quiero ver a Valeria, pero si quieres cancelo y vamos a almorzar juntos. – dice su madre emocionada.

- No mamá, tranquila si quieres yo te acompaño a tu reunión y de ahí vamos a almorzar, me da pena contigo que tengas que cancelar por mí.

- Perfecto hijo entonces vamos. – responde ella feliz.

- Vamos. – dice Alonso con una enorme sonrisa en sus labios, pues de antemano sabia a donde iría su madre ese día, pues en la mañana había escuchado a su padre mencionarlo. Modestia aparte soy un genio pensó para sí mismo.

Mientras tanto un hombre corre por los largos pasillos de una casa y entra sin tocar hasta el despacho de un hombre que se encuentra sentado tranquilamente leyendo el periódico.

- Señor efectivamente es ella. – Informa este hombre sumamente nervioso.

- ¿Estás seguro de eso? - Pregunta aquel hombre con preocupación.

- Si señor, estoy seguro ya lo confirmamos.

- Eso es un problema, no puedo dejar que el pasado me alcance, ese secreto debe morir con esa niña si es preciso. No voy a perder todo lo que he conseguido. ¿Qué sabes de su familia?

- Señor por lo que pudimos averiguar se encuentra sola en la ciudad, solo viven con ella dos personas.

- Muy bien, eso nos facilita las cosas, quiero que la mandes seguir, necesitamos saber en qué momento podemos atacar sin dejar rastros, no podemos cometer el mismo error dos veces. Entendiste – grita el hombre.

- Así será señor, lo mantendré informado.