El Diario De Supervivencia

Ashleigh

Leía todo en voz alta. Pero en algunas partes tuve que quedar callada por lo asqueroso que se me hacía leer aquella página. Imaginarme todo lo que le sucedió a aquel pobre hombre... Es algo difícil de procesar. Randy era el que tenía que seguir por mí, ya todos estábamos intrigados por saber de esta persona llamada "Jacques" que supuse que seria nada más ni nada menos que Kefor. Llego un momento en que Randy paro de leer para vomitar, por unas cosas escritas sobre albóndigas, no entendimos que le sucedía, hasta que tuve que volver a leer en voz alta aquella parte en el que Jerry explicaba la comida que Kefor le daba, era comida echa con la misma carne de su mejor amigo. Brian también empezó a vomitar como Randy, y Charlott tenía su mano cubriéndose la boca al no creerse toda esta locura de historia, o quizás era por querer vomitar, después de todo, yo estoy con náuseas al leer aquellas partes y también por todo lo repentino. Recapitulemos, estamos ahora mismo en un hotel donde hay un loco asesino que ahora mismo está caminando por ahí, quizás buscándonos y esperando el mejor momento para matarnos. Estaba segura de que esto sucedería, de que ese hombre tenía algo extraño, de que cosas malas sucederían, pero al mismo tiempo no, no lo creía. Me contradigo bastante por la misma confusión y no dejo de dar vuelvas y vueltas las preguntas en mi cabeza.

—Bien... Bien... Todo está bien...—murmuraba Charlott. Caminaba hacia el mueble que estaba junto a mi cama como para buscar algo—Ash, ¿Dónde está tu teléfono?.

No contestaba a su pregunta, no porque no quisiera, sino, más bien porque mi cuerpo no me lo permitía. Mis labios solo hacían movimientos, pero las palabras no salían de mi boca, mis manos estaban temblando mucho y mi respiración se agitaba. Intentaba no estar así, intentaba ser fuerte, era lo que más necesito en este momento si quería sobrevivir. Ser fuerte, es lo que esa persona llamada Jerry quería, que sobrevivamos, así toda la tortura que paso no quedaba en la nada. Siento lástima, fue una persona que paso por mucho, tenía las esperanzas de sobrevivir, aun cuando su mismo cuerpo y mente se estaba deteriorando, seguía sin renunciar.

—¡¿Crees que llamando a la policía se va a solucionar todo Charlott?!—Grito Randy una vez que dejo de expulsar lo último que acabo de comer. Él tenía algunas lágrimas en sus ojos que supuse que serian por el miedo. No puedo culparlo por reaccionar así. Yo estoy casi igual que el y se que él ahora mismo la esta pasando mal por lo de las bolitas de carne—¡Tardaran horas y llegaran cuando ya estemos muertos!.

—Randy, mantén la calma, sé que esto es difícil para ti, lo es también para nosotros, pero tenemos que buscar ayuda y salir de aquí de cualquier forma posible, ¿Si?—decía Charlott para calmarlo, mientras sé acercaba a el para abrazarlo y así acariciar su cabeza—tranquilo Randy, todos estamos como tu, pero no es momento de estar así, no ahora.

Randy se aferró a Charlott y siguió llorando, mientras a la pelirroja lo único que le quedaba, era estar con él en estos momentos. Aparte la mirada de ellos para ver a Brian, el cual aún estaba en el baño, no parecía seguir vomitando, pero quizás si este perplejo, ¿Quién no estaría así?, yo lo estoy, yo estoy igual que él, sin moverme de mi lugar.

—Asheleigh—me llamo Charlott y tuve que volver a dirigir mi mirada a ella—busca tu teléfono, vamos, debemos salir de aquí ahora mismo y primero quiero asegurarme que la policía esté en camino.

Solo alcance a asentir con la cabeza. Casi no podía hablar por la misma perplejidad, no entendía ni lo que me sucedía. Camine con pasos temblorosos hacia el mueble que estaba junto a la cabecera de la cama y donde deje mi teléfono. Sin embargo, mi teléfono no estaba sobre aquel mueble de madera. Abrí el pequeño cajón que tenía, pensando que quizás lo deje allí adentro. Pero el cajón estaba vacío, no había ningún objeto dentro del mismo. ¡Mierda!, ¡Todo está empeorando!, ¡Todo se está yendo a la mierda en un abrir y cerrar de ojos!.

—¡Ashleigh!.

Dirigí mi mirada a Charlott, volviendo así a la realidad, de la cual quería desaparecer en estos momentos. Note que estaba toda temblorosa y mi respiración no se normalizaba por más que respiraba profundo para que lo esté. Quizás Charlott me estuvo llamando más de dos veces y por eso levanto la voz de esa forma.

—Ash, mantén la calma por favor—me dijo casi como una suplsúplica. Pero no puedo, no puedo mantener la calma por más que hiciera los ejercicios de respiración que me aconsejaron hacer cada día. Nadie podría hacerlo, nadie podría calmarme en este tipo de momentos y menos me calmarian esos estúpidos ejercicios. Aun así, solo camine en busca de mi teléfono por toda la habitación y mi maleta. Dejaba todo un desorden a mi alrededor con las prendas que sacaba de mi equipaje, la desesperación de no encontrar mi teléfono entre aquellas prendas ya me estaba dominando.

—No está—dije finalmente, mientras no dejaba de ver mis prendas tiradas en el suelo de forma perdida.

—¿Cómo que no está?, ¿No lo tienes en tus bolsillos?, ¿Segura que buscaste bien?—me pregunto Randy, estando igual de desesperado que todos y consumido por el miedo.

—Voy por el mío—escuche decir a Charlott y rápidamente levante mi mirada para ver como caminaba hacia la salida de la habitación. Iba a detenerla, pero Brian me gano y la tomo del brazo.

—¿Estás loca Charlott?, ¿Y si él está por ahí esperando a que salgamos?—inquirió el de ojos marrones. Tenía una mirada de ceño fruncido y su cuerpo se notaba tenso. Charlott también lo miro con su ceño fruncido y le aparto el brazo bruscamente.

—¿Y estar aquí es una opción?, además, sé que él no está aquí. Kefor estaba en recepción en el momento en que Randy y yo seguimos con la búsqueda, aún no debió de darse cuenta de que Ashleigh tiene el diario. Pero si nos quedamos aquí asustados, terminara por percatarse, así que busquen también sus teléfonos.

Charlott salió de la habitación al decir eso. Brian nos echo una mirada a Randy y a mí. Yo lentamente me acercaba a la puerta para dar a entender que si le aria caso a Charlott, después de todo, ella tenía razón, no serviría de nada quedarnos aquí. Sin embargo, me extraña el no encontrar mi teléfono, estaba segura que lo deje en aquel mueble y supuestamente, nadie estuvo aquí.

—¿En serio vas a seguirla?—me pregunto Brian y tuve que dirigir mi mirada a él para responder.

—Sí, tengo el mismo miedo que tienen ustedes y Charlott, pero no quiero que le pase nada—conteste, mientras tragaba saliva. Volví a mover mis piernas para caminar, por mucho que las mismas sufrieran espasmos, no me iba a detener. Escuche pasos que venían detrás de mí, sabía que eran de Brian y Randy, así que eso me alivio un poco, ya que íbamos a estar juntos y no separados.

Randy y Brian entraron a sus habitaciones para buscar sus celulares rápidos, mientras yo caminaba de un lado a otro, sin alejarme de sus habitaciones por si repentinamente llegaba Kefor de sorpresa. No tarde en ver como Charlott salía de su cuarto con muy mala cara, esa cara no significaba nada bueno.

—¿No lo encontraste tampoco?—le pregunté, a lo cual, no tardo en contestarme con un negamiento de cabeza. Inhalé muy hondo para no ponerme nerviosa. Sin embargo, Randy también salió de su cuarto con las manos vacías. Él tampoco encontró su teléfono. Luego, por último, salió Brian y ya con eso, mi poca tranquilidad cayo por los suelos.

—Bueno, ¿Y ahora que Charlott?, no tenemos celulares, Victoria y Lisa están desaparecidas, no sabemos si Dom ahora mismo lo está también como ellas—inquirió Randy como si estuviera replicando.

—No lo sé, soy la única que está dando ideas aquí y a estas alturas respecto a lo de Victoria y Lisa... No podemos hacer nada, no sabemos si ellas están...

—¿Están que?, ¿Están muertas?.

—Mira Randy, no complique más las cosas, ahora me preocupo por ustedes y por mí.

—Si claro, para ti es tan fácil decirlo.

—¿Fácil?, claro que no es fácil. No empieces una discusión tan estúpida en este momento, ni tampoco me eches la culpa, no fui yo quien decidió hospedarnos aquí.

Igualmente, aunque Charlott haya dicho eso, de nada servía. Randy y Charlott empezaron una discusión de todos modos. Brian era el que intentaba detenerlos para que se callen, mientras yo miraba mis alrededores estando nerviosa, ya que no paraban de discutir en una voz alta, eso podría hacer que Kefor nos escuche y era exactamente eso lo que me ponía en alerta. Intente que acabaran con la discusión también, aunque ni valía a pena y era un desperdicio de tiempo. Sin embargo, la discusión acabó, mejor dicho, cualquier sonido transmitido por nosotros ni era presente en el ambiente. El sonido del ascensor subiendo nos dejó en un estado alarmante. Los cuatro dirigimos nuestra mirada por donde debería detenerse el ascensor, mientras estábamos completamente quietos y con mucho temor recorriendo nuestros cuerpos. En cuanto el elevador pare, sabíamos que nos encontraríamos con aquel loco y enfermo sujeto, sabíamos que si él salía de aquel ascensor todo iría mal. Posiblemente, uno de nosotros, o todos nosotros moriríamos a manos de él, o viviríamos una vida larga de tortura como la de Jerry. Sería peor quedar con vida que estar muerto, eso es lo ultimo que escribió Jerry como concejo. "Ríndete si te atrapa".

El ascensor se detuvo y transmitió un ruido que daba el aviso de la llegada a su destino, las puertas se abrían lentamente, o así lo sentía yo, todo se me pasaba lento y mis alrededor eran movimientos de espirales continuos y de distintas direcciones. Una vez que las puertas del elevador quedaron abiertas por completo, aquel ruido paro. Nosotros esperábamos a que lo peor llegara, lo cual seria que Kefor saliera y corriera hacia nosotros con un arma de fuego o afilada, mientras tendría una gran sonrisa y ojos bien abiertos. Sin embargo, las imágenes malas que esperaba, jamás llegaron a ser realidad, ese hombre de sonrisa no salió del elevador. Aparte mi mirada para esta vez mirar a mis amigos que estaban igual de confusos y asustados que yo, aunque ellos no llegaban al punto de temblar como gelatina. Brian fue el que asintió con la cabeza como un aviso de que iría delante de nosotros para saber que sucedía. Sus pasos avanzaron, mientras demostraba lo dudoso que estaba de darlos. Nosotros lo seguíamos desde atrás, pero termine por ponerme junto a él por más miedo que tuviera. Nos detuvimos en cuanto tuvimos él ascensor de frente.

—No... ¡No, no, no!—grito Randy y sus pasos se alejaron de nosotros para no ver esta escena grotesca que tan perturbados nos dejaba.

Un cuerpo tirado en el suelo; su sangre se esparcía por el ascensor; no tenia mandíbula, por lo cual, su lengua caía y era consumida por unas moscas que volaban a su alrededor. De su estomago también resaltaba algo, lo cual era una cabeza con los ojos y boca cocidas, aquella cabeza estaba pegada con costuras y... Lo peor de todo eso, es que aquel cadaver es Victoria y aquella cabeza aquella pertenece a Lisa.

—Dios...—murmure y me tape la boca para no vomitar. Me aleje también como lo hizo Randy y apoye mi cabeza contra una pared. Ya sentía que no podía respirar. Lágrimas cayeron por mi mejilla y me sostenía el pecho por dolerme demasiado. Mi alrededor debe ser una simple mentira, debe ser un sueño horrible. Ellas no pueden estar muertas, me da impotencia con tan solo pensar que lo están. No entiendo, esto es tan real. Mis lágrimas, el doler de mi pecho, el miedo, el sentir que me falta el aire. Todo es muy real, y eso lo hace aún peor. Quisiera decir que esto no está pasando, pero no es así, en el fondo sé que es real, es real todo. El hotel, las personas, el cadáver de mis amigas, Kefor... Todo es real.

Él sabía, él sabía todo, él ya sabia que tome su diario, él ahora sabe que vamos a intentar huir, él tomó nuestros teléfonos cuando iniciamos la búsqueda aquella que ahora no tiene sentido, él está jugando con nosotros, él se debe de estár riendo ahora como lo hizo con Jerry. Él disfruta de nuestro sufrir y quiere dejarnos completamente heridos de la cabeza, como lo hizo con Jerry, él está haciéndonos lo mismo que le hizo Jerry, él quiere vernos heridos y muertos. Lo malo, es que él lo está logrando.

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