La Esposa Del Archiduque

—¿Estás diciendo que siempre y cuando sea yo, querrás tener esposa?— se adhirió a Carl tan fuerte que casi podría hacer que dejara de respirar. Quería estar segura de su reciprocidad.

—Creo que si eres tú, puedo aceptarte como esposa y también, quizás en el futuro, pueda llegar a amarte como tú te lo mereces— con dificultad, le respondió ya que el abrazo de Valien, de verdad lo estaba dejando sin aire.

Una historia leída en una vida donde solo viajaba de un lugar a otro para cumplir con misiones. Un amor que resultaba ser más complicado de lo que se escribió en el libro, además de situaciones que no se previeron con anticipación. Ahora Valien se dio cuenta que en realidad todo puede cambiar, así que decidió hacer todo a su manera, de una forma en la que estaba acostumbrada en su antigua vida, pues afortunadamente siempre le funcionó.

—Entonces, ¿puedo hablar con la princesa del imperio enemigo?, quisiera saber el verdadero motivo que la trajo a Krator— se alejó un poco de Carl y preguntó sobre la posibilidad, ya que a partir de ahora, ella tomaría las riendas de toda la situación.

—No tengo problema, ella tiene cierto poder mágico, pero el tuyo es mucho mayor— sonrió amable y con delicadeza, tocó la mejilla de la rubia. Sin embargo, Valien se alejó un poco de él, por el desconcierto que había causado nuevamente.

—¿Sabes que tengo magia?— sorprendida, preguntó. No sabía que las personas se podían dar cuenta de la magia en las magas.

—Soy la única persona capaz de distinguir quien tiene magia y quién no, además de poder adivinar que tipo de don tienen. Por ejemplo puedo decirte que tú controlas espíritus de algún tipo, me dí cuenta cuando llegaste, aunque más adelante supe que fuiste tú quien me envió un vigilante hace algunos años. ¿Estoy equivocado?— la situación no podía ser más desconcertante para Valien, pues no pensó que pudiera ser descubierta por alguien como el archiduque.

—Lo sabes todo, creo que no puedo esconderlo más— suspiró resignada

—Siempre lo supe, si no fuera por lo que me impide morir, no hubiese podido controlar un poco a mi vigilante. Tuve que mantener ocultos algunos secretos, también pude sentir como intentó entrar en mi, claro que no podía saber que eso sería imposible— se reía al contarle todo esto.

—¿Siempre lo supiste?, yo te vigilé todo esté tiempo y ¿no te preguntas mis motivos?— preguntó, un poco molesta consigo misma

—Quiero pensar que fue para saber que tipo de persona era a quien querías como esposo, si quisieras hacerme daño, lo hubieras intentado desde antes, tienes un don grande, así que no sería imposible— respondió

—Entonces, ¿puedes evitar que quien te vigila sepa algunas cosas sobre ti?— necesitaba averiguar la verdad, dado que la responsable de todo lo que fue omitido, sería Kiara.

—Es correcto, simplemente cegué a tu espíritu. No fue fácil al principio, pero con práctica, lo logré. Dejé que viera la mayor parte de mi personalidad, pero no podría estar enterada de absolutamente todo porque no sabía quién era realmente la persona que me vigilaba— se explicó.

Aquellas palabras, libraban de toda culpa al pequeño espíritu de luz, pues Valien de verdad confiaba en ella y no quería que aquello fuera destruido con mentiras.

Aclarado aquel asunto, pudieron dirigirse a la cabaña que hospedaba a la supuesta princesa de Siru. Cuando llegaron, se observaron a dos guardias cuidando la entrada por lo que Valien supo que tendrían ciertos problemas.

—Lo siento excelencia, pero no puede pasar— detuvo uno de los guardias

—No tiene el permiso de su majestad para ver a la prisionera, por favor regrese— insistió el segundo guardia.

—Entiendo que es su trabajo acatar las órdenes del emperador, no obstante, está es mi propiedad y puedo ir a dónde me plazca sin que nadie pueda evitarlo, así que voy a entrar, les guste o no— sin hacer caso a las palabras, Valien se abrió paso con ayuda de sus hombres.

—Archiduque deténgala, sabe que si desobedece a su majestad, sufrirá las consecuencias— amenazó un guardia.

Al escuchar esto, Valien sintió su sangre arder, no podía dejar que un simple guardia le hablara así a su esposo, aún así, no quería perder tanto tiempo, por esa razón hizo que dos espíritus poseyeran a los guardias y así acabar rápidamente con ellos.

Por fin entraron a la cabaña y ahí estaba, una joven pelirroja, tan golpeada que era difícil distinguir su rostro.

Carl, solo de verla comenzó a vomitar, dando a entender que no había visto escenas así de sangrientas.

—Llévenlo afuera, me encargaré de esto— le ordenó a un par de sus hombres y así se hizo.

Estando a solas, aquella mujer atada a una silla, agachando un poco la cabeza, levantó el rostro y le habló a Valien.

—Ayúdame por favor. Me han torturado todo lo que han podido, pero no he dicho nada de ti. Valien, mi padre te dará mejores recompensas si me regresas a salvo— le dijo en voz baja.

Cada minuto que pasaba, las sorpresas no paraban. ¿Qué carajos está pasando?, se preguntaba. ¿Cómo es que hay una princesa de Siru?, ¿Valien era una traidora?, ¿cómo sucedió todo eso?. Tenía un sin fin de preguntas, aunque sabía que no las podrían contestar en ese momento, debía intentar sacarle todo lo que sabía a esa mujer.

—Quizás te casen con el príncipe heredero, esa sería una buena opción para escapar más fácil, ¿no lo crees?— le informó

—Encontré al monstruo, está en este lugar, puedo sentir su presencia. Cómo dijo mi padre, debemos llevarlo con nosotras para que pueda destruir al héroe de Krator y así terminar con toda la guerra— sus ojos reflejaron algo de esperanza, pero cuando vio el rostro de Valien, todo su mundo se vino abajo. —¿La guerra ya acabó verdad?— con temor preguntó

—Si. Fui la responsable de acabar con ella, la heroína soy yo, ya no se puede hacer nada— ya postrada en el piso, había caído sentada por toda la información que estaba recibiendo, le contestó

—Al menos tengo la certeza de que el monstruo existe, acabarás como mi familia, morirás de la manera más horrible y ¿sabes qué?, nadie estará para poder ayudarte, maldita traidora— le gritaba a Valien y se pudo ver cómo mordió algo. Pronto de su boca comenzó a salir espuma, se dieron cuenta de que era veneno, así que no podrían hacer mucho para ayudarla. Así quiso morir y no se lo impedirían.

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Como saben, hoy el día del padre, asi que estuve ocupada haciendo alguna cosas. Subo el capítulo de ayer y en cuanto termine el siguiente, lo subo más tarde. Excelente Domingo.