Mi Querido Esposo

Isabela cada día tenía más dudas sobre la familia de su esposo, así que recurrió a la única que podía estar dispuesta a contarle lo que sabía, y esa era Cora la chica que hacia el aseo de su habitación.

ella y la joven eran de la misma edad así que se hicieron amigas rápidamente, se había dado cuenta de que Cora podía ser muy indiscreta, hoy ella debía comprar algunas cosas así que aprovecho y la llevo con ella con la excusa de que necesitaba ayuda, Cora estaba feliz mientras caminaban por las tiendas del centro comercial pues solía usar su día libre para visitar a su mama y a sus hermanos.

-busquemos algo de comer, muero de hambre ¿algo en especial que se te antoje? – dijo Isabela 

-me encantaría una hamburguesa- dijo la chica tímidamente – pero no creo que usted quiera eso 

-vayamos por una hamburguesa entonces -

Mientras comían Isabela estaba pensado como sacar el tema de su familia política,

-¿hace cuanto trabajas para la familia de mi esposo?-pregunto la joven tratando de hablar lo mas casualmente posible 

- desde que cumplí los 18, mi madre solía trabajar para ellos, pero enfermo y ya no pudo hacerlo, por eso la señora Clara me acepto y me enseño todo -

- vaya entonces conoces bien a la familia ¿sabes porque mi marido no se lleva bien con la señora Amalia? Si no me puedes decir lo entiendo - agrego al final de la oración.

La chica la miro sorprendida y se acerco a ella bajando la voz – me sorprende que el señor no le haya dicho nada -

-¿sobre qué? –preguntó Isabela dándole un sorbo a su bebida 

-la señora Amalia era la amante de el señor Maximiliano antes de ser su esposa -

Isabela casi escupió su batido al escuchar eso -¿lo dices enserio? –

-por supuesto no había pasado ni siquiera un año de la muerte de la señora Valentina, cuando el señor Maximiliano se caso con esta mujer y la trajo a casa junto con su maleducado hijo, en ese entonces mi madre aun trabaja para ellos -

Isabela recordó que en el despacho de Alexander había fotos de una hermosa mujer que tenia gran parecido con él, ahora sabia el nombre, era Valentina, de repente sintió curiosidad por ella.  

-¿sabes cómo era la señora Valentina?-

-mamá solía hablar mucho de ella, decía que era una gran persona, amable con todo el personal que siempre estaba sonriendo pero su salud no era buena solía ser enfermiza, pasaba hasta semanas enteras en cama -

No quería admitirlo pero había sentido simpatía por su esposo, así que se prometió así misma no volver a llamar suegra a Amalia.

-eso no es todo dijo la joven – viendo hacia los lados pues Frank les estaba observando desde la otra mesa – todos creen que el señor Maximiliano adopto a Dante al casarse con la señora Amalia, pero hay otros rumores de que en realidad es el hijo ilegitimo del señor, en lo personal creo que eso es verdad mamá, dijo que el abuelo de el señor Alexander tuvo un infarto cuando esa mujer llego a la casa, que le dijo a los gritos a su hijo que como se atrevía a llevarlos a su casa, cuando él seguía de luto por su nuera, el pobre hombre no vivió mucho después de eso -

De repente Frank apareció de la nada y las interrumpió, Cora se puso pálida, ella también se asusto esperaba que Frank no las hubiera escuchado 

-señora tenemos que irnos, trae las cosas - dijo señalando a la otra joven y después salió del restaurante, un grupo de chicas le tomaron un par de fotos al salir, Frank era muy atractivo pero tenía muy mal carácter, al Igual que su jefe.

-¿sabes si Frank tuvo novia alguna vez? -

- no creo señora es todo un ogro y siempre está con el señor Alexander, solo espero que no, nos haya escuchado, les es más fiel que un perro -

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El transcurso de regreso fue en silencio, Isabela estaba perdida en sus pensamientos, no recordaba al abuelo de su marido pero su padre debía recordarlo bien le preguntaría la próxima vez que lo viera, al llegar a la mansión se bajo del auto antes de que le abrieran la puerta y entro corriendo, la joven empleada estaba bajado las compras cuando Frank la tomo del brazo y la hizo darse la vuelta.

-¿Qué le dijiste a la señora? Recuerda que parte de tu trabajo es la discreción, así que cierra la boca si no quieres ser despedida ¿los has entendido?- su teléfono sonó y tuvo que soltarla

Asustada Cora soltó lo primero que le vino a la mente – estábamos hablando de ti, le dije a la señora que creó que me gustas, pero que no creo tener oportunidad contigo -

A Frank casi se le cayó el teléfono de la mano, Cora tomo las bolsas y entro a la casa, casi corrió al cuarto de su señora cuando entro a la habitación estaba sudando.

-¿Por qué corres así? Perdón por abandonarte pero me sucedió una desgracia casi me mancho la ropa -

- hay señora no sabe la tontería que acabo de hacer, me muero de la vergüenza -

- ¿Qué hiciste Cora? Dime -

- Frank me pregunto qué de estábamos hablando usted y yo, y como no se me ocurría nada le dije lo primero que se me vino a la mente – Cora tenía la cara completamente roja –hay señora como voy a volver a la cara otra vez a ese ogro gruñón, le dije que estábamos hablando de él por qué me gusta -

Isabela comenzó a reírse y la joven la miro – no me imagino la cara que puso -

Las dos siguieron riendo y bromeando hasta que Cora tuvo cosas que hacer.

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Por la noche al llegar a casa nada mas detener el auto Alexander interrogo a Frank 

-y bien ¿hay algo que quieras decirme?, sigues molesto porque te envié de compras con mi esposa -

- solo hago mi trabajo, señor -

-déjate de formalidades que aquí no hay nadie -

-prefiero seguir a tu esposa, que ver tu cara todo el día, sabes que odio pasarme la vida encerrado en una jodida oficina contigo -

-como digas, pero te equivocaste de camino dos veces y casi te pasas un alto, si necesitas vacaciones solo dilo- se bajo del auto y se fue 

Frank se quedo ahí sentado, jamás admitiría que lo que esa niña tonta le dijo más temprano lo desconcertó bastante, sabía que mentía la vigilaría mejor de hoy en adelante.