Alejandra se divorcia sin saber que se casó en una noche de borrachera.
Por ayudar a su mejor amiga, el día de la boda muere en un trágico accidente rumbo a la luna de miel.
Esta la suerte de su lado o no.
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Capítulo 10
El día domingo llego, por la mañana fue la misa por el eterno descanso de Cesar, después de la misa sus papás y yo fuimos a la cripta de la familia a dejar parte de las cenizas, ya en la tarde saldríamos rumbo a Utah, muchos recuerdos me llegaron, empecé llorar, aún siento culpa, Ruth me abraza y lloramos juntas, se que es difícil, lo quisé mucho, era mi mejor amigo y como mi hermano, si tan solo no hubiera hecho caso a su locura, él estuviera vivo, siendo él, siendo Cesar.
Llegamos a la mansión de los papás de Cesar, ahí estaban todos después de comer salimos rumbo al aeropuerto, nos subimos al avión privado de la familia serían tres horas de vuelo, estaba cansado mis ojos rojos, tenía puesto lentes oscuros, dormí durante el trayecto del vuelo, al llegar mi mamá me despertó, en cuanto bajamos nos subimos a unas camionetas que nos llevaría a la cabaña de la familia Ruiz.
Llegamos de noche, Ruth mandó a acomodarnos a cada uno en una habitación, a mí me dejó en la habitación de Cesar, ahí estaba su foto, la tomé contra mi pecho.
*cuanto te extraño, mi Cesar, chaparro de mi vida, me hace falta tu humor, tus chistes malos que me hacen reír por nada, tus consejos, que hago con mi vida amigo mío?, siento que no puedo con esto que me está matando por dentro*.
Me di un baño y me acosté lloré hasta quedarme dormida, al amanecer desperté aún estaba oscuro, me levanté y bajé a la cocina, mi mamá ya se había despertado y estaba haciendo el desayuno junto con mamá Gloria, *buenos días, bellas damas* les dije dándoles un beso a cada una.
#Dormiste bien mi amor?, esos ojitos me dicen que estuviste llorando, mi niña déjalo ir, es tiempo de soltar y seguir adelante, nos tienes a nosotras tu familia, dice mamá Gloria y mientras me abraza y no dejo de que mis lágrimas salgan.
Mi mamá me dio una taza de chocolate y acarició mi cabello dándome un beso en la frente, sé que es difícil, pero tienen razón y por eso estamos aquí, para dejarlo ir y que descanse en paz, mis mamás tuvieron listo el desayuno les ayude a servir, mientras cada uno iba bajando al comedor, donde nos sentamos a desayunar hubo silencio, desayunamos y después fuimos a conocer un poco de los alrededores de esta maravillosa cabaña, sé que a Cesar le gustaba venir aquí, siempre lo decía que teníamos que venir a descansar, pero los compromisos que íbamos teniendo en la empresa no nos dimos la oportunidad de hacerlo juntos y ahora aquí estamos para despedirlo para él no volver.
Otro día amanece y el día que iremos al lago donde dejaremos sus cenizas, después del desayuno Ruth y el señor Cesar tomaron la urna y nos subimos a unos caballos para ir al grandioso lago muy hermoso, entiendo el porqué a Cesar le gustaba, se respira tranquilidad y una paz que no puedo describir.
Mamá Gloria hizo una oración y después entre Ruth y yo nos metimos al lago para poner la urna con las cenizas y dejar que se hunda, nos tomamos de la mano mientras lloramos ahí en el agua, el señor Cesar se unió a nosotras y cuando abrí mis ojos estaban abrazándome Tere y Nohelia, los cuatro éramos inseparables, mejores amigos y juntos abrimos la empresa, éramos cuatro contra todos decía Cesar, después de un rato salimos abrazadas las tres y Ruth con el señor Cesar, mi papá me dio una toalla y me dio un abrazo, ese abrazo donde me sentí protegida y consolada.
Nos quedamos un rato en el lago, donde comimos un asado que hicimos, regresamos a la cabaña ya en la tarde, subí a la habitación a darme un baño con agua caliente, me senté en el balcón y miré hacia arriba, el cielo estaba nublado amenazando con llover, el aire fresco tocaba mi rostro llevándose las últimas lágrimas derramadas para dar paso a una nueva vida sin Cesar, solo su recuerdo, un hermoso recuerdo, mi gran amigo y mi hermano.
Después de un rato bajé a la sala, todos estaban ahí tomando chocolate que había preparado mi mamá, bajo la chimenea, jugando y riendo como era Cesar, le gustaba vernos reír, alegres y ser nosotros mismos, me uní a ellos, pasamos una noche agradable, los señores Ruiz estaban contentos, reían, no los había visto reír así como hoy.
Todos subimos a nuestras habitaciones, ya en la que yo estaba, de repente se abre la puerta asustándome, pegue un brinco y unas locas soltaron una carcajada, ese trío de locas que tengo por amigas un día me van a matar de un susto.
#Que hacen aquí locas, que tú no tienes marido? Y ustedes no tienen sueño, váyanse y déjenme dormir, estoy cansada, les digo y veo que una a una se va metiendo a la cama dejándome acorralada entre ellas.
#Yo si tengo marido y sabe que estoy aquí, no tienes por quéu preocuparte, por una noche que duerme solo no hay problema, dice Tere abrazándome.
#Bueno nosotras no tenemos sueño, venimos por una noche de chicas, no hemos tenido una desde ese día y ya es tiempo que nos des un poco de tu tiempo, dice Mirna acomodándose su cabello con un chongo.
No tuve más remedio que dejarlas, aunque me niegue sé que no se irán, así que ni modo las tendré que aguantar una noche, no sé en que momento, ni de donde sacaron una botella de vino y copas, las sirvieron y me dieron una, la tome y platicamos hasta muy largas horas, nos dormimos las cuatro juntas, no sé cómo entramos en la misma cama, Nohelia duerme como un caballo relinchando, y que digo de las otras dos, no dormí ni una pizca de segundo, mi mamá entró a la habitación y se río de lo que vio, yo solo encogí los hombros y me levanté a darme un baño.
Aunque faltaron los papás de la cesar