-Esto no puede continuar así María Camila, eres la mayor, no puede ser que esta sea la quinta niñera que renuncia en menos de un año-
-No queremos una extraña en casa papá, yo puedo cuidar a mis hermanos-
-Eso no está en discusión, sabes que tengo que trabajar, habla con tus hermanos de inmediato-
-Desde que se murió mamá has cambiado mucho, sabes te necesitamos en casa, mamá ya no esta y nos duele comprende esto no te duele solo a ti-
-María Camila no te vayas así, hija, escúchame-
Laura no entiendo porque tenias dejarnos solos justo en el momento en que mas te necesitamos.
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Capítulo 9: Las cosas van a cambiar
Luciana
Estos últimos días han estado llenos de sorpresas.
Creí que tendría que dejar atrás mi trabajo, pero la señorita Camila, al ver la reacción de su hermana y escuchar nuevamente su voz, decidió —por ahora— no contarle nada a su padre. Aún tengo una conversación pendiente con ella; ojalá esta vez me permita contarle mi historia.
El señor Emiliano estaba feliz, irradiaba una luz distinta desde que su pequeña volvió a hablar. No sé por qué, pero al verlo jugar, reír y abrazar a su hija, sentí algo en el pecho. Es un hombre extraño: a veces tan frío y distante, pero otras… tan humano, tan tierno, tan real, que parece el tipo de hombre que cualquier mujer soñaría tener a su lado.
No.
No debo pensar así.
Es un hombre prohibido para mí.
Mis sentimientos deben apagarse poco a poco antes de que sea demasiado tarde.
Esa noche decidí refugiarme en la biblioteca. Estudiaba inglés y matemáticas para poder ayudar a los gemelos con sus tareas. Ese lugar es increíble; los estantes están llenos de libros de todos los tamaños y colores. Podría pasar allí toda la vida y no terminar de leerlos todos.
Tan concentrada estaba, que no noté cuando la puerta se abrió.
Era él.
El señor Emiliano.
De inmediato sentí los nervios recorrerme el cuerpo. Quise marcharme, pero me pidió que me quedara, que quería hablar conmigo. Agradeció que quisiera a su hija, aunque para mí no hacía falta agradecer. Yo quiero a esos niños con el alma, y cuidar de ellos se ha convertido en mi propósito.
Él me escuchó con atención cuando le hablé de sus hijos, de sus ausencias, de sus temores. Por primera vez lo vi vulnerable… humano. No como el empresario distante, sino como un padre que sufre en silencio. Le dije lo que pensaba, sin rodeos. Y aunque se culpó, supe que dentro de él había un corazón dispuesto a cambiar.
Cuando me miró, sentí que el aire me faltaba. Su mirada es fuerte, profunda, pero también tiene un matiz de tristeza. Salí corriendo antes de que mi corazón me traicionara.
Debo recordar que él es mi jefe, nada más.
Logré llegar a un acuerdo con el hombre del bar: me dio un mes antes de tener que regresar. Me dijo que lo tomara como “vacaciones”, aunque sé bien que para él soy solo una deuda más. Pero ese mes será mi oportunidad para cambiar mi destino.
A la mañana siguiente desperté temprano. Preparé el desayuno, ayudé a los gemelos con su uniforme y peiné a la pequeña Sol, que no se separa de mí ni un segundo. Pasé por la habitación de Emiliano —el hijo mayor—, quien ya estaba listo para ir al colegio; es tan callado, tan ensimismado. Camila apenas despertaba.
Mientras cocinaba, charlaba con Elena, quien en poco tiempo se ha convertido en una gran aliada. Le conté parte de mi vida, aunque no todo. Hay heridas que aún no puedo curar.
La sorpresa del día fue ver al señor Emiliano aparecer en la cocina para desayunar con sus hijos. Su presencia llenó la casa de una energía diferente. Los niños estaban felices, especialmente Sol, que no dejaba de sonreírle. Verlos así me conmovió.
Quizá… sí puede cambiar.
Camila reaccionó con frialdad, como era de esperarse, y Emiliano, el mayor, se mostró distante. Pero no los culpo. Perder a una madre deja cicatrices profundas, y un padre ausente solo las agranda. Sin embargo, sé que todo puede sanar, si él se mantiene firme en su decisión.
Más tarde, cuando los niños salieron rumbo al colegio, el señor Emiliano me llamó.
—Luciana, ¿podemos hablar? —dijo con ese tono suave que me desarma.
—Claro, señor —respondí.
—Acercarme a mis hijos será más difícil de lo que pensé. Ya viste la reacción de Emiliano y Camila… —su voz sonaba cansada.
—Lo sé, señor. Pero trate de entenderlos, todavía sienten muy reciente la ausencia de su madre. Hoy dio un gran paso, créame. Solo necesita tiempo —le dije con una sonrisa.
Él suspiró, como si mis palabras le devolvieran un poco de paz.
—Tienes razón. Intentaré hablar con ellos, pero me preocupa lo que dijiste de los gemelos. Creo que tengo una citación en la escuela.
—Sí, señor. El rendimiento de los niños ha bajado, y hace poco tuvieron una pelea. Desde que la señora falleció, un compañero se ha encargado de molestarlos —expliqué.
—No puedo creerlo… No sabía nada. Ni sus notas, ni sus problemas. No sé nada de mis propios hijos —dijo bajando la mirada—. Soy el peor padre del mundo.
—No diga eso, señor. Nunca es tarde para empezar. La reunión en la escuela es mañana a las diez. Si quiere, puedo acompañarlo.
—Quiero que vengas conmigo. No pienso permitir que nadie lastime a mis hijos otra vez —respondió con firmeza.
Sus palabras hicieron que mi corazón se acelerara.
Por primera vez, no era el empresario ni el jefe quien hablaba… era el padre.
Y ese hombre sí que podría cambiarlo todo.
—Está bien, señor —dije apenas, intentando ocultar la emoción.
—Voy a la oficina, regresaré en la tarde —agregó tomando sus cosas.
—Que tenga un excelente día, señor —le deseé con una sonrisa.
—Gracias, Luciana. Nos vemos más tarde —respondió antes de salir.
Cuando la puerta se cerró, me quedé en silencio.
No sé qué me espera, pero algo dentro de mí siente que esta historia apenas comienza…
Y temo que, si no me cuido, seré yo quien termine herida.
Mientras tanto, Emiliano conducía hacia su oficina con una sola idea en mente: sus hijos serían su prioridad. Había tomado una decisión, y esta vez no pensaba romper su palabra.
Muchas gracias por leer y por la paciencia esprando por nuevos capitulos.
Creen que Emiliano cumplira con su palabra y pasará mas tiempo con sus hijos.
Estaré atenta a sus comentarios.
Quién será ese hombre misterioso ??? 🤔