Me Enamore De La Hermana Equivocada.

A pesar de que Emma intento dormir toda la noche, no pudo pegar un ojo, tenía terror de que Andreas, que había tomado varias copas de vino en la cena, se pasará a su cama durante la noche e intentará consumar su matrimonio, cosa que, por suerte, no sucedió, Emma siente que puede confiar en Andreas, aunque no sabe porque se siente así. Estar cerca de él no la incomoda, solo comienza a sentir miedo, las veces que intento besarla, sabe que nunca volverá a ser una mujer normal y mucho menos que conocerá a alguien que realmente entienda sus traumas.

La cama, como lo imagino, fue muy cómoda, a veces, durante la noche, sintió pena por Andreas, que tuvo que dormir en un sofá por su culpa, pero sabía que no iba a poder dormir al lado de su esposo, por más que él prometiera que no la iba a volver a tocar.

Emma se levanta de la cama sin hacer ruido, viendo si Andreas aún está durmiendo, pero se sorprende al ver que no, son las 7 de la mañana, seguro salió muy temprano y no lo sintió.

Ella se acerca a sus valijas y comienza a buscar entre su ropa algo cómodo para ponerse, sabe que tendrá que pelear con Andreas y seguro aguantarse las malas caras de su prima Sara, pero no le importa, tienen que conocer a la verdadera Emma. Esta se viste con una camisa blanca mangas largas, una bombacha de campo, un cinto marrón y unas botas también marrones haciendo juego

Si Andreas llega a verla, sin dudas se enojara muchísimo, pero no le queda de otra, no usará la ropa que le pertenece a Anna. Emma se queda pensando en su hermana, no ha sabido nada de ella hace varios días, no tiene un número de teléfono para comunicarse y está muy Preocupada, solo espero que estés bien Anna, dice Emma para sus adentros.

Termina de cambiarse, recogerse el cabello y baja al comedor. Allí se encuentra con una de las muchachas de servicio llamada Vania, que muy simpática se acerca a ella:

-hola señora Emma, espero que haya tenido una buena noche, mi nombre es Vania y estoy a su servicio-dice la muchacha en un perfecto inglés, con mucho respeto, sin mencionar, ni llamarle la atención su ropa.

-mucho gusto Vania, y por favor nada de formalismos, solo dime Emma.

-lo siento... Emma, su desayuno está listo, el señor Andreas nos dijo que usted se levanta a esta hora.

-oh, muchas gracias Vania, el señor también está desayunando? - pregunta Emma curiosamente.

-no Emma, él salió muy temprano para la ciudad, pero me encargo hacerle el desayuno y me dijo que le comunique, que se sienta libre de recorrer las tierras, que luego él la acompaña.

-está bien, muchas gracias Vania - Emma va hacia la cocina, allí toma su desayuno, que está delicioso y luego de despedirse de Vania, se va hacia las caballerizas a conocer los caballos de Andreas y hasta ese lugar despide lujos, esas caballerizas son impresionantes, los animales están muy cómodos, tienen su propio lugar, con muchísimo espacio, jamás ni con todo el dinero de la familia, podrían tener algo así.

Emma se acerca a los caballos y algunos de estos comienzan a relinchar. Un empleado de la hacienda se acerca y al verla vestida de esa manera empieza a actuar muy extraño, no la conoce, que hace una mujer vestida de hombre en este sitio.

-quién eres tú y qué haces aquí? - pregunta el empleado en griego, cosa que Emma no entiende y queda confundida, como podrá comunicarse con esta gente, había olvidado el problema de comunicación que tendría al llegar allí, otro país, otro idioma.

-no te preocupes Aquiles ella es mi esposa Emma, puedes comunicarte con ella en inglés - dice Andreas acercándose a ellos, fulminándola con la mirada, muy molesto, por sus vestimentas.

-señora Emma, lamento haberla puesto incómoda, no volverá a pasar - se disculpa el muchacho en un perfecto inglés.

-sabes hablar inglés, que alivio - dice Emma sintiéndose realmente aliviada, pensó que no iba a poder comunicarse con nadie.

-en Grecia es normal que las personas hablemos el inglés, y es una condición para trabajar en esta hacienda, comercializamos con personas de todo el mundo y viajan a ver a los animales antes de hacer negocios, mis empleados deben manejar el idioma a la perfección - Emma queda muy sorprendida, a pesar de solo tener unos años más que ella, Andreas es muy inteligente y sabe mucho sobre animales y negocios - Aquiles puedes retirarte, nos encargaremos la señora y yo.

-muy bien señor, me retiro, con su permiso - los empleados le tienen mucho respeto a Andreas, sin dudas, no debe ser un mal jefe.

-Emma... Que haces vestida así - dice Andreas muy molesto, sin poder disimular su enojo, levantando la voz.

-lo siento... Andreas... Es lo mejor, no puedo seguir vistiéndome de mujer, por favor entiéndelo.

-Emma no puedo entenderlo... Recuerda que está escrito en el contrato, tendrás que volver a leerlo.

-sé que está escrito en el contrato, pero te dije muy bien que no lo cumpliría-dice Emma desafiandolo.

-Emma! Necesito que estés vestida de mujer! - dice Andreas muy enojado. Sin poder controlar su ira, toma a Emma del brazo y la lleva a la fuerza al interior de la casa - vas a vestir de mujer, quieras o no... No vas a hacerme pasar vergüenza Emma, menos adelante de mi familia, eres una hermosa mujer vestirás como tal-dice Andreas que no deja de gritar.

-entiende que no soy yo Andreas... Vestir de mujer no va conmigo, lamento si te avergüenzo adelante de tu familia, pero no puedo ponerme esa ropa y menos si eran para Anna.

-te dije que ahora eran tuyas... Tú eres mi esposa, no Anna, y si debo yo mismo desnudarte y ponerte la ropa que corresponde lo haré-ese comentario asusta a Emma y Andreas puede sentirlo, su cuerpo se paraliza y no puede continuar camino hacia la habitación-Emma es una forma de decir, dije que nunca te volvería a tocar, y soy una persona de palabra.

-que sucede Andreas? - pregunta la voz de su abuela, que aparece detrás de ellos-porque estás tan enojado con Emma.

-buenos días, abuela - saluda Andreas aflojando el agarre de Emma, sin dudas Sofía se pondrá del lado de ella. - abuela por favor, no te interpongas en problemas de parejas.

-lo siento Andreas, sabes que nunca lo he hecho, pero veo a Emma muy angustiada y no permitiré que la hagas sufrir, demasiado ya la has traído aquí separándola de su gente.

-abuela... Emma debe vestirse como la mujer que es, no permitiré que se vista como hombre, solo me avergonzara - Andreas está furioso.

-Andreas... Quien te crees que eres para obligarla a ponerse algo que no quiere - Sofía también está enojándose con su nieto, él no es así... Que le pasa, no lo crío para que sea un déspota.

-abuela, soy su esposo, como llevaré a Emma a cenar vestida así, seré el hazmerreír de todos.

-lárgate Andreas, hablaré con Emma a solas.

-hagan lo que quieran - Andreas furioso se va a su oficina, tiene mucho trabajo que hacer y encima tener que aguantar las tonterías de Emma, pero luego hablara muy seriamente con ella.

-Emma, ven, siéntate - dice Sofía, haciéndole lugar a su lado en el sofá, una vez que su nieto se marchó, dejándolas solas.

-señora Sofía yo... Lo siento…. Sé que no debo vestir así - Emma se siente muy avergonzada.

-y quien dice que no puedes vestirte así? Es verdad que eres una mujer bellísima. Pero no debes dejar que mi nieto te imponga lo que tienes que hacer o ponerte, Andreas es un buen muchacho, pero tiene un carácter muy autoritario.

-lo sé, señora Sofía, gracias por entenderme.

-solo te pido que si mi nieto quiere salir a cenar te vistas como mujer, hay otras personas que no lo entenderían y no solo Andreas pasará un mal momento, tú también lo harás-le dice sofia intentando que Emma entienda la situación también de su nieto.

-si señora, lo haré - Sofía es una gran mujer, piensa Emma y tiene razón, en esta ciudad tan grande no entenderían porque una mujer como ella va vestida de hombre.

-aquí puedes vestir como quieras amor.

-gracias, señora, de verdad se lo agradezco, sin conocerme ha llegado a entenderme mejor de lo que la gente que me conoce.

-los demás son ciegos mi niña, tú eres transparente como el agua, no necesito conocerte más para darme cuenta que eres una buena persona, con un corazón inmenso, eres la indicada para mi Andreas - Emma se pone colorada de vergüenza y piensa para sus adentros que si Sofía supiera que esto es una farsa le dolería mucho y se decepcionaría con su nieto y con ella también. - ahora ve a la cocina y llévale a Andreas un café con leche bien cargado, con dos cucharas de azúcar, y una torta de chocolate que cocinó Vania -le aconseja Sofía.

-no querrá verme, estaba muy enojado. - dice Emma triste.

-no te preocupes Emma, a mi nieto se le pasa enseguida el enojo, seguro que con un café y unos besos hacen las paces - Sofía hace que Emma vuelva a sonrojarse - ve… Hazme caso.

-gracias, señora Sofía lo haré - Emma se despide de la abuela y se dirige a la cocina, allí prepara el café como se lo indico Sofía y corta de la heladera un pedazo de torta de chocolate, la favorita de Andreas, que se ve exquisita, acomoda todo en una bandeja y la lleva hasta la oficina de su esposo, pero allí en la puerta tiene mucho miedo de golpear y cuando está por dejar la bandeja en una mesa que está al lado de la puerta, para irse, siente que está se abre y se encuentra cara a cara con Andreas, quien la observa sorprendido, haciendo que Emma se sonroje.

-Emma...

-lo siento andreas... Yo solo quería dejarte esto - dice Emma muy avergonzada.

-ven... pasa - Andreas toma la bandeja de las manos de Emma y la invita a pasar.

-yo solo... Traía esto, puedo irme si estás ocupado.

-no quiero que te vayas Emma, necesito de tu ayuda.