El Contraataque De Tianna

El tiempo comenzó a pasar rápidamente, María Inés sabía lidiar con los problemas que su hermano Fausto le ponía en el camino.

Fausto se encontraba siempre en la empresa de entretenimiento, pero había logrado sobornar a varios colegas de su hermana para hacerle las cosas difíciles, como robar sus diseños, acusarla de plagio, filtrar los nuevos diseños para la competencia, etc.

De cada uno de los obstáculos, María Inés logró salir de ellos con la frente en alto y siempre mostrando su inocencia, el vicepresidente de joyerías Luxury le había ayudado a demostrar su inocencia en algunas ocasiones, por lo que se llevaban muy bien, al grado de que al hombre, María Inés comenzará a atraerle.

El problema, se avecinaba, pues el CEO y actual dueño de Luxury volvería pronto para poner el mundo de María Inés completamente al revés.

Pronto dos años pasaron y el desfile de lanzamiento de la nueva línea de joyas exclusivas se aproximaba.

Tianna en este tiempo, había experimentado con más frecuencia pesadillas sobre su vida pasada, cada pesadilla le torturaba, le dolía, le enfurecía, revivía cada sensación de dolor y tristeza y su odio crecía cada vez más.

Conforme crecía, sus ojos cambiaron gradualmente de color, pasando de marrones a dorados, lo cual extrañó a su madre, pero Tianna le había comentado que era normal.

Por otro lado, la amistad con Eva y la confianza había fluido naturalmente, ahora eran muy unidas y Tianna solía proteger a Eva de las niñas abusivas de la escuela.

Del otro lado del país, en un edificio de lujo, un hombre miraba la fotografía de María Inés en su celular, en la fotografía, la mujer había sido captada en una cafetería, sentada junto a la gran ventana del edificio se encontraba distraída dibujando, con unos cuantos mechones que se salían de su peinado, pero de alguna manera eso la hacia lucir mas hermosa, su vestido color lavanda hacía resaltar el tono blanquecino de su delicada piel.

El hombre de ojos oscuros como la noche deslizó suavemente su dedo sobre la pantalla, fijó aquella fotografía como su fondo de pantalla y dió dos toques en la pantalla para que está de bloquera, se levantó de su silla de piel color negro y camino hacia la salida de la lujosa oficina donde se encontraba.

- Es hora María Inés Yaiz , después de casi diez años, nos volveremos a ver -

Dijo el hombre mientras caminaba hacia el elevador, acomodo el nudo de su corbata y sonrió de lado, había estado esperando por este momento cada día por los últimos dos años, no, desde los últimos 9 años.

- Señor Lux , su auto está preparado, el avión le está esperando.

Dijo su asistente al encontrarse con el en el lobby del edificio, el hombre de ojos negros solo asintió y pasó de el, su mirada era fría como el hielo y el aura a su alrededor avisaba peligro.

El asistente pareció recordar algo y corrió a alcanzar a su jefe, casi jadeando lo alcanzó justo antes de cerrar la puerta del piloto del auto.

- Señor, la señorita Cianti se negó a esperarlo en esta ciudad, por lo que no pudimos detenerla y le espera en el aeropuerto.

Mencionó el asistente casi jadeando por aire , el gesto del hombre se deformó haciendo una grotesca mueca de disgusto y miró a su asistente con ganas de matarlo.

- Vienes conmigo entonces -

Replicó con los dientes apretados , había hablado claramente con la familia Cianti para deterner esa locura de su matrimonio con la hija mayor de la familia, pero al parecer no desistirian.

Condujo a gran velocidad rumbo al aeropuerto y y llegaron en poco tiempo, al llegar al hangar , una mujer con un sensual vestido rojo se acercó a el con una gran sonrisa en su rostro.

- Querido , te he estado esperando -

Dijo la mujer sensualmente, el hombre le miró molesto y frunció el ceño, el perfume de la mujer inundó sus fosas nasales causandole disgusto por lo que sacó se pañuelo de su bolsillo y lo colocó en su nariz .

- Sina, cómo tengo que explicarte que no eres mi prometida, he tratado de ser amable contigo y tu familia pero no lo aprecian, entonces no me culpen.

La mujer palidecio al escuchar las palabras del atractivo hombre frente a ella, llevaba años detrás de el y apenas y había conseguido acercarse un poco y forzar a la familia Lux para que la aceptarán cómo su prometida, cómo para que ahora Demian se negara a casarse.

- Demian, los abuelos han dicho que tú y yo....

- ¡ Que tú y yo nada ! , deja de creer en un cuento, nadie me obligará a casarme y mucho menos con una mujer como tú.

Escupió el hombre con rabia dejando ir la poca paciencia que tenía, tomó a ala mujer del brazo y la arrojó a los brazos de su asistente.

- Llévala de vuelta con su familia y diles que si la vuelvo a ver , la próxima vez la enviaré en una pequeña caja de madera con sus cenizas dentro .

Tras sus palabras Demian Lux se dió media vuelta y camino a grandes zancadas al avión, su asistente se quedó congelado con la mujer en sus brazos pensando en lo increíble que era su jefe, estaba rechazando a la estrella nacional, a la gran Sina Cianti, la mujer más deseada en el país y probablemente en el mundo.

La mujer por otro lado , tenía las manos y los dientes apretados, tenía que encontrar una manera de seguir a Demian en su viaje.

La mujer salió del aeropuerto y condujo si auto directamente a casa de la familia Lux, necesitaba tener a los padre de Demian de su lado, olvidando por completo la amenaza del hombre.

Y lógicamente ignorando que no sería el quien le haría daño, sino una pequeña que solo defendería a su madre ...