Un Amor Que Duele

Perla

Había llegado el gran día que ironía siempre creí que mi boda sería con el hombre que sería el amor de mi vida que equivocada estaba esto era todo lo contrario no había amor solo eran negocios era para evitar la ruina de mi familia, la desgracia de Matt, ahí estaba en mi habitación observando aquel hermoso vestido de novia en otra ocasión estaría feliz pero está vez no era así le estaba entregando mi alma al diablo me estaba vendiendo por dinero que patética era mi vida jamás nadie me había amado y ahora que seguía, volví a ver ese vestido sin mucho afán.

Blanco, el sueño de cualquier mujer y créanme en otra ocasión también sería el mío, comienzan a llegar la maquillista y la peinadora, cuando terminaron me mire al espejo si mi mejor sonrisa tenía que engañarme y sentir que era el día más feliz de mi vida, imaginé que hoy mi matrimonio sería con el amor de mi vida y no con ese demonio que se había convertido Germán Vargas, mi madre y padre me daban consejos de como sacarle provecho a este matrimonio no les importo al parecer solo les importa el maldito dinero, el no perder su estatus salí rumbo a la iglesia que está adornada como para la realeza, peque a la hora de hacer mis juramentos estos eran falsos ya que no había amor le mentí a Dios de la manera más ruin, todo era apariencia di mi mejor sonrisa, creí mi propia mentira, la recepción fue todo un sueño ese primer baile como esposos sentí que flotaba entre nubes, aunque éramos unos completos extraños sentí una calidez en él, tal vez no sería tan malo imaginé, cuando estaba por despedirme de mis padres para realizar nuestro viaje de bodas me encontré a Matt en un pasillo el me detuvo y dijo:

--- Eres maravillosa Perla te mereces ser feliz--- dijo el mientras me daba un fuerte abrazo, no se que paso pero Matt me besó en la boca y saben que no sentí lo mismo que con Germán, el beso de Matt no me hizo vibrar cuando imaginé un beso de Matt pensé que sentiría algo como miles de mariposas revoloteando en mi estómago pero no sé que sucedió no sentí nada, iba a reclamar pero llegó Germán y golpeó Matt cayó al suelo en su labio se podía ver sangre

--- Eres igual de puta que tu madre y hermana--- dijo Germán y me tomo del brazo no dejo despedirme de mi familia

--- No es lo que piensas--- yo decía mientras Germán me arrastraba, me trepó al auto y arrancó.

--- ¿ A Dónde me llevas?--- pregunté estaba llena de temor, ¿Que es lo que el me haría?, quería decirle que yo no sentía nada por Matt que con ese beso me quedo claro que no lo amaba solo fue una ilusión pasajera, fue como un amor platónico que cuando lo alcanzas se desvanece, llegamos a una mansión alejada de la ciudad

--- ¡baja!--- gritó el muy enojado --- Creí que tú serías diferente pero eres igual que ellos y yo que iba a tener consideración de ti, pero no vales la pena--- seguía gritando yo estaba a punto de llorar, pero algo dentro de mí decía que tenía que ser fuerte no mostrar debilidad así que contuve mis lágrimas y deje que el descargará su furia, el continúo insultando no solo a mí sino también a mí familia, hubo un momento que pensé que el me golpearía pero no lo hizo.

--- Martha ven--- gritó el, una mujer de unos cincuenta años apareció

--- ¿Que se le ofrece señor?--- dijo ella.

--- Lleva a la señora a una habitación de servicio le entregas uno de los uniformes y mañana a primera hora la pones a limpiar---

La mujer me observo con lastima, no dijo nada solo me llevo a una de las habitaciones, me dio mi uniforme, como iba a dormir Germán no me permitió traer nada de ropa solo lo que traía puesto y verán no es cómodo dormir con un vestido de novia y menos con la lencería que tenía debajo de aquel vestido no dejaba nada a la imaginación así que mordí mi labio y oculte mi vergüenza.

--- Señora me podría prestar un camisón-- La señora salió del lugar después de un momento me llevó un camisón, le agradecí y ella me miró con algo de ternura, me mostró el uniforme de servicio y me dio algunas indicaciones.

--- Ahora duerme mi niña, es mejor obedecer porque si el se molesta, lo sufrirás--- como podría dormir el no me dejó darle ninguna explicación ya no era aquel joven que conocí ahora era un hombre frío y despiadado, la noche era fría y aquella habitación también lo era un poco chica pero limpia creo que el cansancio fue más fuerte que mis pensamientos porque logré dormir, pero al despertar volví a la realidad.