Luego de morir a mano de su hermana y Prometido, volvió a la vida con la única meta de vengarse, pero con el tiempo se da cuenta que no solo tiene los recuerdos de su vida anterior sino que también va desbloqueando recuerdos que por un sello fueron encerrados en lo más profundo de su ser.
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Capítulo 20- Problemas
El tiempo pasó volando, Elaria volvió a casa tras negarse a un compromiso arreglado con Eldric, la Reina molesta le siguió insistiendo pero se negó.
- Princesa su padre la busca.
- Dile que enseguida voy Meli.
Melissa más que una doncella, era una amiga.
Tras la reunión de su padre en la cuál le informó sobre la propuesta de ella, el rey endureció, sin embargo se relajo al escuchar que su pequeña se negó
Elaria volvió a sus deberes, todo estaba bien, con la guía de su padre pudo solucionar los problemas que le surgían, Tanto nobles como el resto del reino estaban encantados con el trabajo de la princesa, aunque hayan algunos que se niegan a seguir las órdenes de una niña, no hacen nada porque son minoría. Obviamente estos son los siguen a sí tío Gus.
Con el paso del tiempo, la Reina Nora enfermo, y no fue hasta que en plena reunión cayó desplomada al piso, el doctor había dicho que fue por un derrame cerebral, ante tal noticia tuvo que ceder el trono a su hijo, pero no eligió a Kael, sino que le dio el trono a Eldric, muchos de la corte estuvo encontra, pues Kael es el primer príncipe y es el que ha apartado al reino no como Eldric que sólo se la pasaba de fiesta en fiesta. Sin bien habían muchos en contra, habían más a favor, así que sin nada que hacer Eldric fue coronado como el nuevo rey de Terra, y tras el rechazo de Elaria tuvo que subir al trono sin una reina.
Eldric estaba furioso por el rechazo de Elaria, pero estaba aún más furioso al ver la cercanía de Elaria con Kael.
- Princesa Elaria, para mi es un honor que haya podido venir a mi coronación.
- Felicidades por su coronación, espero le queden los pantalones que se acaba de poner.
- Princesa, me preguntaba si le gustaría ir a un lugar más privado para...
- Lo siento Alteza, me llama Kael.
Dicho eso Elaria salió corriendo del lugar, dejando a un Eldric rojo de la ira.
- Todo bien?, te note algo incomoda.
- Gracias, me salvaste de tu hermano.
Ambos fueron a un balcón que estaba un poco alejado y se sentaron en una banca a ver el cielo estrellado.

- Princesa
Cuando Elaria voltea vio un sobre que Kael le estaba entregando.
- Qué es esto?
Pregunta Elaria.
- Es la invitación a mi cumpleaños.
Elaria tomó la invitación con una sonrisa, sintiendo una calidez en su corazón. Kael siempre sabía cómo sorprenderla.
- Gracias, Kael. No me lo perdería por nada del mundo.
Kael sonrió, sus ojos brillando bajo la luz de las estrellas.
- Me alegra escucharlo. Será una celebración especial.
Mientras hablaban, una suave brisa nocturna acariciaba sus rostros, trayendo consigo el aroma de las flores del jardín real. Elaria se sentía en paz junto a Kael, lejos de las intrigas y tensiones del palacio.
- Kael, ¿alguna vez has pensado en lo que harías si fueras rey?
Kael la miró pensativo, su expresión se volvió seria por un momento.
- A veces, pero no es algo que desee. Prefiero estar aquí, ayudando a mi gente de otras maneras. Además, tengo todo lo que necesito justo aquí.
Elaria sintió un rubor en sus mejillas ante la intensidad de su mirada. Antes de que pudiera responder, un sonido de pasos apresurados interrumpió el momento. Melissa apareció, su rostro reflejando preocupación.
- Princesa, el rey la necesita en la sala del trono. Es urgente.
Elaria asintió, su corazón acelerándose. Se levantó rápidamente, pero antes de irse, tomó la mano de Kael por un breve instante.
- Gracias por todo, Kael. Nos vemos en tu cumpleaños.
Kael apretó su mano suavemente y asintió.
- Nos vemos pronto, Elaria.
Con una última mirada, Elaria siguió a Melissa de regreso al palacio, preparándose para enfrentar lo que fuera que la esperara en la sala del trono.
Elaria y Melissa llegaron rápidamente a la sala del trono, donde el ambiente estaba cargado de tensión. El rey estaba sentado en su trono, con el ceño fruncido y rodeado de consejeros que murmuraban entre ellos. Al ver a Elaria, el rey levantó la mano para silenciar a todos.
- Elaria, gracias por venir tan rápido. Tenemos una situación delicada.
Elaria se acercó, su corazón latiendo con fuerza.
- ¿Qué sucede, padre?
El rey suspiró profundamente antes de hablar.
- Hemos recibido noticias de que una plaga ha comenzado a extenderse en las aldeas del norte. Los informes indican que es altamente contagiosa y mortal.
Elaria sintió un nudo en el estómago. Sabía que una plaga podría devastar el reino si no se controlaba rápidamente.
- ¿Qué podemos hacer? - preguntó, tratando de mantener la calma.
Uno de los consejeros, un hombre mayor con una barba gris, dio un paso adelante.
- Necesitamos enviar médicos y suministros a las aldeas afectadas de inmediato. Además, debemos establecer cuarentenas para evitar que la plaga se propague.
El rey asintió, mirando a Elaria con seriedad.
- Elaria, necesito que coordines los esfuerzos de ayuda. Tienes la confianza de la gente y tu liderazgo será crucial en este momento.
Elaria asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
- Haré lo que sea necesario, padre.
El rey le dio una sonrisa cansada.
- Sé que lo harás, hija mía. Confío en ti.
Con una última mirada a su padre, Elaria se giró hacia Melissa.
- Vamos, tenemos mucho trabajo por delante.
Melissa asintió, y juntas salieron de la sala del trono, preparándose para enfrentar la amenaza de la plaga. Mientras caminaban por los pasillos, Elaria no podía dejar de pensar en las vidas que dependían de sus decisiones. Sabía que tendría que ser rápida y eficiente para proteger a su pueblo.
De regreso al palacio de Eldoria, Elaria prepara todo para ir hasta las aldeas infectadas, cuando de repente un fuerte dolor de cabeza la hace caer, era un recuerdo, uno muy importante para esta situación.
- Enseguida vuelvo Melissa.
Elaria corrió, enseguida se montó en la moto y manejo hasta el templo.
- buenos días.
Dijo Elaria entrando al templo.
- Alteza buenos días, que la trae por aquí.
Dijo un chico que estaba por allí.
- Necesito ver a la sacerdotisa.
El chico la guió hasta una puerta, dejándola pasar.
- Mi reina, la esperaba.
Elaria se sintió confundida, pero no le presto atención en ese momento.
quien es seraphina?