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Cartas Para Una Princesa

Cartas Para Una Princesa

Status: Terminada
Genre:Romance / Época / Embarazo no planeado / Familia mágica / Mundo mágico / Completas
Popularitas:31.9k
Nilai: 4.9
nombre de autor: LunaDeMandala

Las aventuras de la princesa Bella Volt del Imperio de Oro de un gran mundo mágico.

El mundo mágico también incluye las novelas

1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto

** Todas novelas independientes **

NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Sanación

Las manos me tiemblan mientras releo una y otra vez las palabras de Ernesto. Puedo sentir su angustia traspasar el papel, como si cada letra hubiera sido escrita con el pulso tembloroso de un hombre que no sabe qué hacer frente a lo inevitable. Nunca lo había sentido tan vulnerable. Siempre nervioso, sí, siempre sonrojado al dirigirse a mí, siempre tan atento… pero ahora lo escucho desgarrado, desesperado, como si se aferrara a mí con la última fuerza que le queda. Y me duele. Me duele porque sé que nada de lo que pueda escribir aliviará el miedo de perder a su hermana. Cierro los ojos y respiro hondo. No soy como mis hermanos, no soy la más temida, la más brillante, ni la más imponente. A veces hasta me convenzo de que mi lugar en este mundo es discreto, casi invisible. Pero en este momento… en este momento él me está pidiendo algo que no cualquiera puede darle: consuelo. Y descubro algo que me sorprende a mí misma. me importa. Me importa tanto que siento un nudo en el estómago. No es solo la tristeza por él, ni la compasión. Es otra cosa, más honda, más delicada, como si con cada carta él hubiera ido dejando un pedacito de su corazón en mis manos, y ahora lo tengo entero, latiendo, vulnerable, confiando en mí. lo único que quiero es responderle de inmediato, escribirle palabras que le devuelvan un poco de aire, aunque sea un poco de fuerza. Y me doy cuenta, mientras acerco la pluma al papel, de que yo también estoy temblando.]

apenas terminé de leer la carta de Ernesto, caminé por los pasillos del palacio con el corazón acelerado, hasta llegar a los aposentos de mi hermano Leandro. Toqué la puerta con firmeza y, al abrirme, lo encontré sorprendido al ver mi expresión.

—Bella, ¿qué ocurre? —preguntó, dejando de lado los papeles que estaba revisando.

—Necesito que me teletransportes lo más cerca posible del condado Greenville —dije sin rodeos, mi voz más firme de lo que me esperaba—. La esposa de Hans, Elysia, está muy mal… el parto se adelantó, y Ernesto me escribió desesperado. no puedo perder tantas horas en el carruaje… —mi voz se quebró un instante, pero retomé— que puede no sobrevivir.

Leandro frunció el ceño, evaluándome en silencio.

—Bella… no puedo llevarte directamente a la mansión Greenville. No tengo ningún frasco de sangre allí.

—¿Dónde sí lo tienes? —pregunté sin vacilar.

Suspiró y se pasó una mano por el cabello..

—En un pueblo a unas horas de camino del condado. Lo dejé allí la última vez que viajé para regresar rápido y ver a mis hijos. desde allí, podrías llegar en carruaje.

—Entonces llévame allí. —Mi respuesta fue inmediata, sin dudas..

El silencio que siguió fue breve, y finalmente mi hermano asintió. Se levantó y extendió la mano hacia mí.

—Está bien. Pero te advierto, Bella, no es un viaje agradable.

Tomé su mano con decisión. S

sentí cómo la magia vibraba en el aire, un cosquilleo eléctrico que recorrió mi piel. en un parpadeo, el mundo a mi alrededor se deshizo en un torbellino de luz y frío.

Cuando volví a abrir los ojos, ya no estaba en el palacio, sino en un claro a las afueras de un pueblo que reconocí vagamente.. El corazón aún me latía con fuerza, pero no por el hechizo, sino por lo que me esperaba en Greenville.

Sin perder tiempo, busqué un carruaje. Tenía que llegar a Elysia. Tenía que llegar a Ernesto..

El carruaje se detuvo con un chirrido frente a la mansión Greenville. apenas puse un pie en tierra, lo vi venir hacia mí. Ernesto apareció en el umbral, descompuesto, con la ropa arrugada y el rostro pálido por la falta de sueño. no esperó a que diera un paso más: me alcanzó y me rodeó con los brazos, fuerte, desesperado, como si yo fuera un ancla en medio de la tormenta.

Por un instante me olvidé de todo lo demás. no era la princesa Bella Volt en aquel momento, era simplemente Bella, y él era solo Ernesto. Sentí su respiración agitada contra mi cuello, el temblor de sus manos al sujetarme.

—gracias… gracias por venir —murmuró, casi sin voz—. No sabes cuánto lo necesitaba.

Le devolví el abrazo, con suavidad, acariciando su espalda como quien busca transmitir calma.

—Estoy aquí, Ernesto. No estás solo —susurré, con toda la firmeza que pude darle a mi voz.

al separarse, vi el brillo en sus ojos, mezcla de lágrimas contenidas y un alivio que lo desbordaba. No se detuvo a dar más explicaciones: me tomó de la mano y me guio con paso rápido por los pasillos de la mansión..

—Hans no ha salido desde que los doctores se lo dijeron… —me explicó, apretando los dientes—. no deja que nadie vea a Elysia, ni siquiera yo.

El pasillo estaba cargado de una tensión que me cortaba la respiración. Escuchaba la voz rota de Hans detrás de la puerta, suplicante, aferrándose a la vida de su esposa como si pudiera retenerla con las manos. Ernesto me miró con un ruego silencioso, y yo entendí que no había más tiempo para esperar.

Levanté la mano, invoqué al viento, y la madera cedió con un crujido violento. La puerta se abrió de golpe. E

entré con paso firme, sin darme un instante para dudar, con Ernesto a mi lado. S

sentí mi cabello, mal recogido, soltarse con la ráfaga;

—¡déjenme verla! —mi voz salió firme, más como un mandato que como una súplica.

Hans levantó la mirada hacia mí. Vi en sus ojos el filo de la desconfianza, la sombra de un hombre que no quería perder a la mujer que amaba. Pero cuando las chispas de mi magia comenzaron a encenderse en mis manos, lo vi vacilar. La luz azulada se extendió, suave, envolviendo mis dedos como agua que brotaba de un manantial. Fue ese destello el que quebró su resistencia. Retrocedió apenas un paso, sin soltar la mano de Elysia.

Me acerqué a la cama y posé mis palmas sobre el vientre y el pecho de la condesa. La magia del agua corrió como un río cristalino bajo su piel, llevándose la opresión, la fiebre, el caos en su cuerpo. Cada fibra de mí se entregaba a ella; sentí cómo mis fuerzas se drenaban, pero no me permití detenerme.

La respiración de Elysia, antes entrecortada y débil, comenzó a estabilizarse. Sus labios recobraron un poco de color. Yo, en cambio, jadeaba, luchando contra el mareo. Retiré las manos y me dejé caer en una silla cercana, sudorosa y exhausta, con el pulso acelerado.

—Vivirá… —logré decir con voz entrecortada. Vi cómo Hans se quebraba de inmediato: sus hombros se sacudieron, el peso de la desesperanza cayendo al suelo con un golpe invisible. Se arrodilló al lado de la cama, besando con fervor los dedos aún inertes de su esposa.

Cerré los ojos apenas un instante, recuperando aire, pero aún quedaba lo más difícil.

—Ella va a despertar pronto —añadí, más firme.

Ernesto soltó un suspiro profundo, un alivio cargado de lágrimas contenidas. Lo vi llevarse una mano al rostro, como si el mundo por fin volviera a sostenerse.

Pero yo no podía callar la verdad que había sentido mientras sanaba a Elysia. Abrí los ojos y miré a los dos hombres, seria, dejando que mis palabras pesaran lo justo.

—Tienen que saberlo. Elysia sobrevivirá, pero su cuerpo ha quedado demasiado dañado. No podrá tener más hijos.

El silencio que siguió fue tan espeso que parecía absorber el aire de la habitación. Ernesto cerró los ojos con un gesto de resignación y alivio a la vez: su hermana estaba viva, y eso bastaba para él.

Hans, en cambio, permaneció inmóvil. Sus ojos, fríos como el acero, se clavaron en el rostro dormido de Elysia. No lloraba, no hablaba. Solo la miraba, como un hombre que ha perdido algo inmenso, pero que al mismo tiempo sabe que acaba de recibir un milagro.

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Alma Delia Morales
Quien no ha leído a está autora se está perdiendo de grandes historias
Alma Delia Morales
Que bonito final después de tantas atenciones por fin juntos y felices eso es lo que todos deseamos una familia unida y feliz ,te felicito autora estuvo muy buena la ame desde el principio
Natty Suleika Salvatierra Clavijo
Una historia que me hacía querer tirarme los pelos 🤣🤣🤣🤣pero que me encantó muy agradecida escritora y felicidades por una gran historia 🌹
Hanna
mui bella estória. como siempre 🥰🥰 gracias autora
Hanna
😍😍🥰
Hanna
esa és la mayor felicidad de un padre, ve a sus hijos felices...🥰🥰
Hanna
Vitório puede parecer aterrador, celoso pero sabemos que así como és Ethan el también és un amor con sus nietos 🥰🥰
Limaesfra🍾🥂🌟
Hermosa historia. Exitos autora🥂🍾🌟
Limaesfra🍾🥂🌟
un bello final.para una hermosa historia aunque a veces me tiraba de los pelos por actitud de los Volt 🤣🤣Felicitaciones autora...
Limaesfra🍾🥂🌟
a minya me da rabia la actitud de ellos
@ld¡💜
Un final muy bello 🥰🥰🥰🥰
Z@!®∆
buena historia me gusto mucho
Hayra Lucena
Ne encantó 👏
Nena
Me encantó, es hermoso ver que todas las luchas, los desacuerdos te permiten disfrutar de los logros alcanzados y te hacen sentir que valió la pena
verito_luz
muy buena
Monica Lopez C. 🇻🇪 🌹🇦🇷
maravillosa historia,,, todas son una adicción ,, felicidades autora 💝🎁🤗
Sam Garcia Rodriguez
...
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Excelente súper recomendada para las nuevas lectoras
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Hermoso final.
Laura Ojeda
linda familia Ernesto jajaja creo que a Leandro le faltan los polvos para dormir el ex emperador Ethan
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