EL PESO DEL AMOR #EllaMayorQueÉl

#ESTEBAN

Con mi amigo fuimos al súper por unos aperitivos mientras hacíamos las rondas asignadas. Al ver a Ella ahí deseaba estar a su lado, verla me moviliza todo, que no mido mis impulsos por querer estar con ella.

-Escúchame, si ella no te hace problemas, te salvas de una grande, sabes que tiene hijos, tú no tienes idea de lo que eso implica, una gran responsabilidad, encima de otro, si los propios cuestan criar, imagina de otro. Me dice mi amigo.

-No sabes de qué hablas. Le digo.

-Solo estás caliente con ella, ten sex@, las veces que ella esté disponible, pero nada más, no te involucres, ya te sacaste las ganas de estar con una mujer así. Me dice mi amigo, pero él no comprende que significado tiene Ella para mí, una mujer que consiguió movilizarme sensaciónes y emociones únicas que no se pueden explicar con palabras.

Hago tiempo mirándola de lejos como toma los productos mientras compra.

-Deja de largar la baba por ella y compremos lo que vinimos a buscar. Me apura mi amigo.

-Si, vamos. Le digo siguiéndolo.

-¿Qué prefieres sandwich de miga o de milanesa con pan francés? Me pregunta mirando la heladera.

-El que sea. Le respondo.

-Ok. Después no te quejes. Me dijo tomando los de miga.

Se prendió por unas botellas de agua.

En eso escucho que alguien discute a viva voz, y entre esas voces la de Ella, me apresure a ir por si era su exesposo quien la molestaba y no me equivoqué no solo era su ex, sino que estaba con la otra con la que le engaño, la reconocí al instante.

-Es un maldito, no tiene vergüenza. Digo entre dientes.

-Alejemos a Ella de él. Me indica mi amigo.

Por lo que nos aproximamos, asegurándonos de que Ella estaba bien y la alejamos de esos dos que solo están para hacerle la vida imposible. Por suerte el bebé es aún pequeño y no entiende lo que pasa, o sería muy doloroso y traumatizante para él.

Lo sé porque mi amigo pasó por eso, él hasta el día de hoy no perdona a su padre por engañar a su madre.

Me di cuenta que miro de una manera a Homero como si viera a su padre, tenía ganas de romperle la cara, que el bebé de Ella le agarre el dedo lo trajo a la realidad, por lo que únicamente le recordó a Homero que no debía estar próximo a Ella.

La hermana de Ella estaba con la beba, las acompañamos hasta su casa, le envié un mensaje a mi jefe informando lo sucedido, para que no crea que nos desviamos de nuestro trayecto por gusto.

#Patrullen próximos en esa área. Fue su respuesta.

-Hay amigo, solo quieres estar con Ella. Suspira serio mi amigo al ver lo que me respondió nuestro jefe.

-Patrulla tú, me voy a quedar enfrente de la casa. Le digo.

-Mas bien quieres estar en ella. Me responde gestualizando con sus manos.

-Hablo en serio. Le dije serio.

-Ni tú crees eso. No creo que esté de ánimos para lo que tú quieres. Me dice riendo.

Baje y me anuncie con Ella.

Tenía razón mi amigo, la cara de ella decía lo mal que estaba, tenía el semblante caído, con la mirada brillosa.

Le pedí permiso para ir al baño, una excusa para ingresar. Ella me lo permitió, se sentía un ambiente pesado, frío, no daba para que le moleste con mis deseos de poseerla, su manera de hablar sin ganas, su mirada esquiva, todo era señal que quería estar sola, sumado a la frase de que quería dormir, me confirmó que su ánimo no era el mejor de todos.

-Bueno. Salgo. Le digo.

Mis pies no me obedecen, me gusta sentir su dulce aroma. Ella me mira a los ojos, al igual que yo a ella. Sin preguntar me apoderó de sus labios, nos fundimos en un beso tan candente. Ella se separa tomando aire.

-No puedo seguir. Me susurra.

Mis manos acarician sus muslos subiendo hasta encontrar la gloria.

-Vi algo en el baño. Le dije para alejarla de cualquier vista.

La llevé de la mano sin esperar su respuesta.

-¿Qué paso? Me pregunta.

-Solo quiero que te saques la tensión. Le susurré.

Selle sus labios con los míos, con un deseo incontrolable dejamos que la llama del deseo nos consuma, desenfunde mi arma enseñándole el calibre y le gatille más de una vez, ella me mordió los labios, ahogo los gritos y gemidos en mi boca, su manera apasionada me calienta más, cada vez más. Agitados nos compartíamos el aliento tibio, mis manos la masajearon completa, memorice cada sensación. Me retiro de ella de manera suave, le doy un beso más, nos acomodamos las prendas.

Al salir permanecí vigilando de una cuadra a otra, en eso llegó mi jefe. Menos mal que no me quedé mucho con Ella en el interior de su casa.

-Gracias por la predisposición. Puede retirarse a descansar, me quedaré con mi hija. Me anuncio.

-Si señor. Le respondí.

-Por cierto, se que esto es aparte de sus funciones, pero estaría dispuesto a pagarle aparte, si llegara a aceptar ser el vigilante de este sector, para resguardar la seguridad de mi hija y de los vecinos, que no sea afectada su paz, por los problemas que puede ocasionar Homero. Me informa.

-Para lo que solicite estoy a su servicio. Le respondí.

-Le informaré en la brevedad, primero se lo plantearé a mi hija. Me dijo al despedirse.

En ese momento paso mi amigo en el vehículo.

-Pueden retirarse a descansar, por hoy cumplieron. Le dijo nuestro jefe.

Sentía un nudo en el estómago, no quería irme, quería estar con Ella.

-Tenemos libre, ¿para que pinta?. Me consulta mi amigo.

-Solo quiero ir a dormir un rato. Le anuncié, la actividad con Ella, me gasto la última energía que tenía.

-No me vengas con eso. Me dice.

-Estuvimos de guardia estos días, por ser los nuevos, nos ponen en todos lados. Le recuerdo sin confesarle lo que hice.

-QUÉDATE EN CASA, DUERME UN RATO Y DESPUÉS SALIMOS. Sugiere animado.

-Bien, si me dejas dormir un rato. Le respondí.

Llegamos a su casa, su madre había salido junto a su hermana menor, por lo que nos apoderamos de lo que había en la despensa y nos encerramos en su cuarto, me hizo acordar de mis días de estudiante, que más de una vez quedé en su casa.

Me di una ducha y me acosté a dormir en el colchón inflable, mi amigo se ducho y se acostó en su cama.

A los pocos minutos encendió la luz incorporándose de golpe.

-Como no me di cuenta. Tuviste un tiroteo con la hija de nuestro jefe, por eso se te veía relajado, solo querías dormir. Reflexionó.

-Dejame dormir. Le tiró una almohada.

-Antes me contabas todo y ahora nada. Me dice.

-No hay nada que contar. Le respondo.

-Te estás metiendo con ella más de la cuenta. Insiste.

Suspiro hondo tratando de ignorarlo y me patea para que le haga caso.

-No te va a tomar en serio. Una mujer como ella quiere estabilidad, seguridad, alguien que tenga los pies sobre la tierra. Sobre todo al tener hijos, no va a querer meter a cualquiera en su vida, menos a uno más joven que ella, porque va a pensar que cuando te canses la dejaras botada por otra. Reflexiona en voz alta.

-¿Qué te hace un experto? Tenemos la misma edad. Le recuerdo.

-Lo sé, lo he vivido junto a mi madre. Han pasado por aquí quienes le llenaban de promesas y solo se aproximaron durante que ella les pudo ofrecer algo, pero al sacarse las ganas se fueron, sin cumplir lo que prometieron. Por mi parte estuve feliz, me llenaban de regalos al querer ganar mi buena predisposición o querer hacer creer que en verdad les importaba. Me cuenta.

-Pero no todo somos iguales, hay otros que si nos tomamos en serio las cosas. Le respondí.

-No me digas que estás pensando en serio el asunto. Me dice.

-Y si es así, ¿Qué tiene de malo? Le pregunto.

-Tienes el juicio nublado o que. Ya olvidaste la hija de quién es. Ya olvidaste. Insiste.

-Deja el drama, quiero dormir. Le respondo.

-No dormirás hasta responderme que tiene para que estés así por ella. Se pone denso.

Me siento suspirando profundamente.

-De acuerdo, ya que sos mi amigo y siempre me apoyaste en todo. Mereces que te explique. Expreso sacudiéndome el cabello con la mano.

-Por supuesto. Responde.

-Ella, no sé cómo decir, con Ella sentí lo que nunca sentí con otras, con las demás solo fue el acto, como una descarga, un ejercicio más. Pero con Ella fue diferente, la sentí auténtica, única, cálida, apasionada. ¿Entiendes? Pregunto, me cuesta explicarlo.

-La verdad que no. Para mí fue siempre así, por eso no me gusta las relaciones largas, porque después se termina la pasión, ese fuego que hay al principio se extingue y solo parece algo mecánico y rutinario. Dice pensativo.

-Porque te guías por lo exterior, lo físico y las minas resultan vacías y frías, cuando quieres hablar con ellas. Pero Ella no es así, ella es muy cálida, auténtica, como persona. Le comento.

-¿En qué sentido es auténtica? Me pregunta

-No actúa solo para caer bien, se muestra como es, y es la primera vez que me atrae una mujer sin estar muy arreglada, como la vemos en los boliches, la conocí natural, me gustó, me resultó bella. Suspiro contando.

-Y al verla en el boliche te movilizó la bujía a mil en tu cerebro retorcido. Me dice.

-Ya deja de molestar. Le digo.

-Hola muchachos. Apareció su madre.

-Como está señora Prieto. La saludo.

-No es necesaria tanta formalidad, eres como un hijo más. Me responde.

-¿Y Fauna? Le pregunta mi amigo por su hermana.

-Tenía una pijamada con sus amigas. Le respondió despreocupada.

-¿Sabes dónde, con quién? Le pregunta.

-Gastón no inicies, es joven, deja que disfrute con sus amigas. Le responde.

-Solo dime la dirección y me asegurare que esté bien. Le insiste.

-Está por la heladera. Le respondió saliendo del cuarto.

-Vamos, está pendeja no me engaña. Dijo entre dientes.

Me vestí sin ánimos con la ropa que me facilito, lo acompañe para que no cometa una locura. Llegamos al domicilio.

Mi amigo sin perder tiempo llamo a la puerta.

-Buenas noches. Saludo una señora.

-Fauna Prieto está. Le pregunto serio Gastón.

-Eres su hermano Gastón cierto. Están en la sala. Explicó la señora.

Gastón solo paso sin pedir permiso y lo seguí para frenarlo. Al llegar veo que está la hermana de Ella enseñando maquillaje usando como modelo a la hermana de Gastón.

"Así pueden usar unas sombras que no sean muy cargadas, da un final natural"

-Bueno, chicas. Ya debo irme. Dijo con vergüenza Fauna al ver a su hermano.

-Solo venía a ver si necesitabas algo. Le dijo él.

-No está bien, ya me divertí, vamos. Insistió ella al conocer a su hermano.

-Puedes llevarte estos. Le entrego un bolsito la hermana de Ella.

-Gracias. Le dijo Fauna con una sonrisa.

-¿Qué te regalo? Le pregunto Gastón.

-Por ser su modelo para mí set de maquillaje. Contó animada.

-Bueno, chicas, tienen mi contacto, me retiro. Escucho decir a la hermana de Ella.

-Necesitas que te llevemos, mi hermano no tendrá problemas. Le dijo Fauna.

-No quiero molestar, además debo ir a otro lugar. Respondió con una sonrisa.

-Deja que te llevemos. Le respondió Gastón.

-De acuerdo, gracias, por cierto soy Beth. Le responde con una sonrisa.

-Asi que enseñas maquillaje. Le dice Gastón para iniciar una charla.

-Asi pago mis gastos. Le respondió.

-También trabaja de niñera. Le cuenta Fauna a su hermano.

-Pero solo de medio tiempo, es que estoy estudiando. Cuenta Beth.

-Al menos sabes utilizar tu tiempo. Le respondió Gastón serio, que fue un palo como para su hermana que aún no sabía cómo usar su tiempo al tener quince.

Se produjo un silencio incómodo, dejamos a Beth en su casa, ví que mi jefe salió a recibirla, eso significaba que Ella estaba sola en su casa, pero mi sonrisa se borró al ver que Ella apareció atrás de su padre saludando a su hermana.

-Vas a tener que estar conmigo. Murmuro Gastón divertido.

-Si van a salir, me llevan. Pidió Fauna.

-Ni lo pienses, ya te dije que hay muchos peligros ahí afuera. Le dice serio Gastón.

-Pero van a estar conmigo, no me pasará nada. Insiste Fauna.

-No, no tienes la edad y es mi palabra final. Le dijo Gastón serio.

Mientras ellos discutían, solo pensaba en Ella, recordaba sus besos, caricias, su aroma, todo lo que ella representa y lo bien que se siente fundirme en ella.