Hecha A Mi Medida

Narra Perla.

Después de una noche llena de pasión, y como la cereza del pastel una ducha muy caliente, salimos a comer algo, íbamos de la mano, como si siempre hubiéramos estado juntos, me sorprendía que nuestros gustos fueran muy parecidos, y que nos entendiera mis tan bien sexualmente hablando. Él estaba muy confiado conmigo a pesar de que no me conoce en realidad. Entramos a uno de mis restaurantes favoritos de mariscos, pedimos y comenzamos a platicar de trivialidades, pero después de eso se puso serio y me dijo, quiero que seas mi mujer, mi amiga, mi novia, mi esposa, la madre de mis hijos, en fin mi todo. Yo con cara de susto le repliqué que iba muy rápido, pero me contestó que estaba hecha a su medida, que estaba seguro de que nunca encontraría una pareja mejor que yo. Y tuve que confesarle qué yo me sentía igual, pero que no quería echarlo a perder por apresurarnos. Decidimos intentarlo, seríamos novios mientras nos conocíamos mejor y ya veríamos después que pasaba, yo tenia cosas que hacer, ir al supermercado a comprar mis cosas para la semana, pero tendría que cambiarme de ropa, así que le dije que me dejara en mi departamento, pero no quiso, me dijo que me acompañaría a cambiarme y luego me llevaría de compras. Acepté a regañadientes, ya que co él cerca no me podría concentrar, total de que llegando a mi casa entramos y sin más me atrajo a él para besarme y terminamos haciendo el amor en la sala, como me pone este hombre, si seguimos así nos vamos a morir de cansancio. Total fuimos al super y mientras yo compraba lo que necesitaba, él iba colocando algunos productos por su lado, me sorprendió que escogiera muchas cosas de aseo personal, cepillo de dientes, cepillo para el pelo, y duplicó mi shampoo, acondicionador, fijador, desodorante etcétera, pero cuando tomó las toallas femeninas se las quite de las manos y le pregunté que estaba haciendo, solo sonrió y me dijo que necesitaba comprar todo eso para cuando lo necesitará en su departamento. Me reí de nervios y lo dejé seguir con sus compras, definitivamente me quiere tener cómoda en su casa, y es un buen detalle de su parte. Cuando llegamos a la caja se apresuró a pagar, y cuando le reclame me dijo que el llevaba muchas cosas y que era mi regalo de primer día de novios, la cajera rodó los ojos como diciendo que era muy cursi pero no hicimos caso, a mi se me escapó el comentario de que si seguía así pronto juntaría el dinero necesario para el enganche de mi auto. El fingió no escuchar y yo agradecí el gesto. Creo que no venía al caso.

Cuando llegamos a mi departamento me ayudó a guardar la despensa y después me dijo que fuéramos a cenar a su departamento. Yo me negué, mañana tenía que ir a trabajar y no quería dormirme tarde, pero me dijo que tomara mi ropa para mañana y mi maquillaje, mañana yo te llevo a la oficina. No tuve más remedio que obedecer y nos fuimos a su departamento, dormimos juntos después de cenar y hacer el amor. Al otro día me llevo a trabajar y en la puerta estaba Ximena esperando impaciente, olvidé revisar el celular y me imagino que tengo mil mensajes sin contestar de mis preocupadas amigas, al verme bajar del auto de Gael soltó una carcajada exclamando, ahora entiendo. Ya somos novios, le dije, y rápidamente mensajeo a Tania para decirle que nos veíamos para almorzar porque había chisme caliente.

Claro esta que durante la comida me toco interrogatorio, pero cuando les conté lo que hizo en el supermercado las dos se rieron, luego lloraron de ternura y Tania expresó - Con razón le cae tan bien a mi Mateo, un hombre bueno reconoce a otro igual. En fin que ya al tanto regresamos a nuestras labores y cuando llegue a l

Mi oficina había un enorme arreglo de flores precioso, con una tarjeta que decía "El primero de muchos, para la mujer de mi vida, porque no dudo ni un minuto que serás la madre de mis hijos. Gael"

Me sonroje al imaginarme dictando ka nota al florista, pero no puedo negar que me encanta el detalle. Decidí mandarle un mensaje agradeciendo el detalle y firmé como la futura madre de tus hijos. Recibí de vuelta solo un corazón rojo.

A la hora de la salida no sabía cómo llevarme las flores, en eso suena mi celular y era él, preguntaba si podía sola salir con las, flores o si entraba para ayudarme. Le dije que me esperara en la puerta, que ya estaba en camino, y al salir se hizo cargo de las, flores y me ayudó a subir a su auto.