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Entre Las Páginas Del Destino

Entre Las Páginas Del Destino

Status: En proceso
Genre:Espadas y magia / Romance / Viaje a un mundo de fantasía / Yaoi / Aventura / Fantasía LGBT
Popularitas:2.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Shion Miller

Cleoh era solo un nombre perdido en una línea secundaria de una novela que creyó haber olvidado. Un personaje sin voz, adoptado por una familia noble como sustituto de una hija muerta.

Pero cuando despierta en el cuerpo de ese mismo Cleoh, dentro del mundo ficticio que alguna vez leyó, comprende que ya no es un lector… sino una pieza más en una historia que no le pertenece.

Sin embargo, todo cambia el día que conoce a Yoneil Vester: el distante y elegante tercer candidato al trono imperial, que renunció a la sucesión por razones que nadie comprende.

Yoneil no busca poder.
Cleoh no busca protagonismo.
Pero en medio de intrigas cortesanas, memorias borrosas y secretos escritos en tinta invisible, ambos se encontrarán el uno en el otro.

¿Y si el destino no estaba escrito en las páginas del libro… sino en los espacios en blanco?

NovelToon tiene autorización de Shion Miller para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 9

Cleoh cerró el libro con un suspiro largo, sintiendo que las palabras aún vibraban en su cabeza. Había aprendido demasiado en muy poco tiempo: nombres de Emperadores, provincias, monstruos, guerras, tratados… líneas y líneas de historia que se enredaban como nudos en sus pensamientos que lo envolvían como una neblina densa. Sintió la necesidad de detenerse.

Dejó los tomos apilados a un lado de la cama, sin preocuparse por el orden. Se dejó caer sobre la cama y su cuerpo se hundió en el colchón, atrayendo las mantas hacia sí en un intento por contener el cansancio que lo atravesaba. Se acurrucó, con las rodillas recogidas, como si el mundo fuera demasiado grande y él, demasiado pequeño para enfrentarlo.

Volvió la mirada hacia el ventanal.

Afuera, la lluvia que había repiqueteado durante horas comenzaba a transformarse. Las gotas se volvían más lentas, más gruesas, hasta desdibujarse en copos silenciosos que descendían en una danza blanca, cubriendo el jardín con un manto blanco.

El mundo, allá afuera, parecía detenerse y fue en ese instante de calma que algo dentro de él se quebró.

En ese silencio, un recuerdo se abrió paso. No fue una imagen, ni una voz, fue una sensación primero —una presión en el pecho, una mezcla de calor y frío que quemaba más que cualquiera de los dos.

Luego, el recuerdo tomó forma.

un recuerdo que no pertenecía a Cleoh, sino a Noah, se filtró en su mente como una sombra persistente. Se vio a sí mismo, mucho más joven, en una casa iluminada por vitrales color ámbar, donde el olor a incienso siempre flotaba en el aire. Sus padres, devotos y gentiles, solían decirle que era un milagro del cielo, una luz concedida por su fe. Lo abrazaban con ternura… hasta que un día dejaron de hacerlo.

Antes, cuando era pequeño y todo parecía simple, antes de que las palabras “eres una bendición” se transformaran en “¿por qué eres así?”, antes de que su amor se convirtiera en una sala fría, llena de plegarias que no lo incluían.

Su corazón se apretó.

Recordó el momento exacto en que todo cambió.

El temblor de sus manos al confesar sus sentimientos a aquel amigo de mirada cálida.

El silencio que siguió y luego, la repulsión.

La voz del muchacho, rota por el asco,—No vuelvas a hablarme.—, divulgando su secreto en los pasillos del instituto. Las risas detrás de él, las miradas clavándose como piedras, los murmullos venenosos, los insultos. Sus pasos pesados al caminar por pasillos que parecían hacerse cada vez más estrechos y el silencio de la casa.

El silencio de dos personas que antes lo habían sostenido en brazos, y que ahora lo miraban como si fuera un error que se podía corregir con suficiente oración.

Los sermones, las palabras de consuelo llegaron a tal punto que le hicieron creer que su alma estaba manchada y que debía arrepentirse por amar de la forma "equivocada."

—Aún puedes corregirte.

Corregirse...

Como si él hubiera cometido una falta moral, un error, una falla en el diseño.

—Solo tienes que esforzarte, cariño —susurraba su madre, con una tristeza que pesaba más que cualquier grito—. Dios puede ayudarte… si tú también quieres cambiar.

Cambiar.

Negarse.

Desaparecer.

Fue entonces cuando Noah comprendió, de la forma más cruel, que el amor que creía eterno tenía una condición: ser alguien que no era.

La nieve golpeó suavemente el cristal del ventanal, trayendo de vuelta el presente.

Cleoh observó aquel paisaje blanquecino con la respiración contenida, como si temiera romper la quietud del momento.

Llevó una mano a su rostro, y el contacto le reveló lo extraño que se sentía su propia piel.

El corazón le seguía palpitando… pero era un dolor distinto, más suave, más distante. Como si el recuerdo hubiera comenzado, por fin, a desvanecerse en lo profundo —no borrado, sino aceptado, como algo que ya no podía destruirlo.

Noah había sufrido, había sido callado, negado y aplastado en silencio. Pero aquí… aquí no había Noah.

En este mundo de antiguas murallas, magia, espadas templadas en fuego dorado y secretos que respiraban bajo la tierra, nadie conocía el peso de ese nombre.

Nadie sabía de su miedo, de su culpa, de la vergüenza que le habían obligado a cargar, nadie podía señalarlo, juzgarlo o reducirlo a una herida. Aquí, la historia comenzaba desde cero.

Y entre el frío azul de la nieve y el suave calor de las sábanas envolviéndolo, Cleoh sintió algo que había creído perdido hacía mucho:

La posibilidad de ser alguien nuevo.

La posibilidad de ser él mismo.

Entonces… ¿por qué no empezar de nuevo?

Se incorporó lentamente, dejando que las mantas resbalaran por sus brazos.

Miró sus propias manos, tan delgadas y delicadas.

Las movió, cerrándolas y abriéndolas, como si no fueran enteramente suyas, como si la memoria de otro niño —el niño llamado Cleoh— aún reposara en cada articulación. Su juventud había vuelto, ahora ya no era el joven de 28 años tímido, recluido y temeroso.

Antes, había sentido miedo, pero ahora… ahora algo había cambiado

—No importa cómo llegué aquí… —murmuró en voz baja, casi un susurro que se disolvió en el aire helado de la habitación—. Lo que importa es que estoy aquí.

Se deslizó de la cama y caminó hacia el ventanal, acarició el cristal con la yema de los dedos. La nieve seguía cayendo.

Entonces respiró hondo, y la determinación se afianzó como raíces firmes bajo tierra:

No repetiría la misma historia.

No se escondería.

No se avergonzaría de existir.

Si este era un nuevo mundo, entonces él escribiría su propio lugar en él.

Pero debía hacerlo con cautela. Había leído la novela; sabía que los grandes acontecimientos estaban teñidos de tragedias, traiciones y sacrificios. No quería formar parte de ese violento torbellino que aguardaba más adelante.

Podía elegir, podía quedarse al margen. Viviría con calma, tejería una existencia modesta, silenciosa, casi imperceptible, como el susurro de la nieve al tocar el vidrio.

Y cuando reuniera el suficiente dinero… Cuando sus manos ya no temblaran…Cuando su alma por fin pudiera respirar—

Se marcharía.

Buscaría un rincón donde el sol fuera más amable. Tal vez un pueblo junto a un río, donde las noches olieran a leña y las mañanas al pan recién hecho, un lugar cálido donde la vida no tuviera prisa… Un lugar donde él pudiera, por fin, ser.

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Arin Wang
🥰
Shian Leen
muy buena historia, estaré esperando más capítulos
Lex
Me encanta💕
Lenn
me encanta
BodySnatcher
Me encanta como escribes, me hace sentir parte de la historia. Espero poder seguir leyendo más de tus obras.
Shoot2Kill
más capítulos porfavor
Zorro Rojo
Muy buena historia🎉✨ a mi me gustó hasta ahora, y quería saber si podrías leer alguna de las mías y darme tu opinión 😅
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