Paraíso

Capítulo 9

⚠️En este capítulo, tiene contenido erótico, etc. No aptos para personas susceptibles a ellos. Si no crees adecuada la lectura estás en libertad de omitirla.⚠️

Saalim no podía creerlo Lina le había mentido sobre el horario de la escuela, era último día obvio iban a cerrar temprano. De inmediato supuso lo peor, fue hasta su casa para hablar con su esposa y comenzar su búsqueda.

Pero Lina estaba en la que planeaban que fuera su casa, esperando a su amado Amir. Sin más espera él llegó, al verla no se detuvo la abrazó con todas sus fuerzas la para llenarla de sus besos. El amor entre ellos era algo inquebrantable.

—Te amo tanto, seremos felices te lo prometo.—

—Confió en ti.—respondió Lina

Amir pasaba sus manos sobre su vestido, mientras la besaba. Lina sentía como su piel se estremecía con las caricias que él le hacía.

Lina también pasaba sus pequeñas y delgadas manos por los enormes brazos de Amir. Había demasiada pasión y fuego entre ellos, después de las caricias previas. Amir despojó el vestido de Lina, el vestido cayó dejando todo al descubierto, la respiración de Lina era muy rápida.

Amir desabotonó su túnica para quitársela y dejó caer su pantalón, Lina admiraba el cuerpo atlético y definido que tenía el hombre que amaba. Nunca se imaginó que viviría de esa manera su amor, pero estaba apunto de suceder de nuevo.

Amir se acercó para besarla y acariciarla, la guió para recostarla sobre la cama para recorrer cada centímetro de su piel, Lina estaba extasiada por todas las sensaciones que estaba sintiendo. Él le sonreía, la llenaba de dulces besos haciéndola estremecer.

Amir suspiró y se posó entre las piernas de Lina una vez más, lentamente se unió a ella. Así estuvieron unidos, hasta que ambos llegaron al punto más alto de la pasión. Más tarde ambos estaban abrazados, Lina se había quedado tranquila en sus brazos.

—No sé porque cada vez que estoy contigo, te siento más lejos de mi.—expresó Lina terminando el silencio que los rodeaba

—¿Tienes miedo?—

—Si, miedo a que nos atrapen. Miedo a que nos separen y miedo a que un día te des cuenta que no soy la mujer que esperabas.—

—Eso jamás pasará, volví a ti porque solo soy tuyo. En la madrugada nos iremos, jamás volveremos. Si no podemos ser felices en Turquía, seremos felices en otro país.—En ese momento llamaron a su puerta los sirvientes de su abuelo.—Debo abrir, no salgas espérame aquí.—Amir se colocó únicamente su túnica y ropa interior, salió a atender la puerta.

—¿Que sucede?—

—Perdón joven Amir, su abuelo no responde.—

—¿Ya llamaron al médico?—

—Ya, pero es mejor si usted está con el.—

—adelántense, voy a ponerme ropa adecuada. Yala.—ordenaba Amir. Volvió a la habitación con Lina.—Mi amor debo ir a ver a mi abuelo, se puso mal. No tardo, dejé comida en la cocina para ti. Te amo mi dulce Lina.—dijo y la besó una vez más.

—Haré oración por tu abuelo, aquí estaré esperándote.—

Amir salió de inmediato para saber que sucedía con su abuelo, cuando llegó el médico ya había acabado de revisarlo. Lamentablemente Bilal había muerto por un infarto, nadie podía creerlo. Era un momento de angustia para Amir ahora que pasaría con sus planes, que haría sin su abuelo.

Saalim no tenía dónde más buscar a su hija, la desesperación sacó lo peor de él. Algo le dio una señal, suponía que Nadia sabía dónde estaba y donde había ido. Así que la mandó llamar, Maryam se asustó al verlo tan enojado.

—A sus órdenes señor.—Nadia realmente no podía sostenerle la mirada

—¿Dónde está mi hija?—

—No lo sé señor.—

—No mientas, encubridora. Dime la verdad, ¿Dónde está?—

—Señor no lo se.—comenzó a llorar de miedo

—Por favor Saalim, ella no ha salido más que a hacer unos encargos que le hice.—intercedía Maryam

—Escúchame bien Nadia, si mi hija escapó con Amir. Y el padre de ese joven se entera, mandará a buscar a su hijo. Si encuentran a ambos juntos, serán llevados presos. Porque como sabes está prohibido y penado, que un hombre y una mujer estén juntos a solas sin estar casados. Si eso llega a suceder, tú serás la única culpable de que mi hija sea exhibida y asesinada por las reglas del islam.—Nadia recordaba la pesadilla que había tenido alguna vez sobre ellos dos.

—Van a escapar, la señorita está en la casa donde vivirían al casarse.—no pudo callar más

—Tu me vas a llevar hasta allá.—

Salió Saalim hecho una furia con Nadia del brazo, era ya casi de noche las calles estaban solas eso era una gran ventaja. Lina estaba tomando té, mientras Amir regresaba. Imaginaba su vida con él lejos de Medina, ya quería conocer su nuevo hogar en Turquía donde harían su vida juntos hasta que la muerte los separará. De pronto escucho la voz de Nadia llamándola, no dudo en ir a abrir la puerta. Al hacerlo quedó petrificada al ver a su padre con ella.

—Papá, ¿qué haces aquí?—

—Evitando que seas apedreada o golpeada hasta la muerte, nos vamos ahora mismo a tu casa. No volverás a ver a Amir, porque te irás a España con tu hermano y no se hablará más del tema. Olvidaré esta falta tan pronto te saque de aquí, así que andando.—

—No puedo irme hasta que regrese Amir, lo siento papá debo quedarme al lado de él. Nos iremos hoy a Turquía, allá nos casaremos. Papá por favor no me niegues la felicidad, te lo suplico.—

—Si te dejo aquí, y en el caso de que lograran escapar. No dudo que Ibrahim mueva sus influencias para traer a su hijo de vuelta, Ibrahim acaba de aceptar el casamiento de su hijo con Iris la hija de su socio Hakim. Así que no los dejará huir tan fácilmente, lo buscará y lo traerá para que cumpla su palabra. En cuanto a ti, te llevará al castigo y no podré hacer nada por ti. Si realmente lo amas, deja que sea Amir el que termine con su compromiso. Tal vez en ese momento acepte que se case contigo.—Lina comenzó a llorar

—Entonces va a casarse con otra mujer, pero eso es tan injusto. Su abuelo nos está apoyando, no puede hacerme esto.—

—Si, su abuelo lo apoya, pero él no es su padre. Amir debe romper con su familia y con su compromiso, así podrá estar contigo. El matrimonio es un negocio en esta religión, lastimosamente yo ya no tengo negocios con Ibrahim para interceder por ti. Regresemos a casa, piensa en la vida de Amir porque también puede ser sentenciado al castigo junto contigo.—

Lina cubrió su cabeza, y caminó de vuelta a su casa. Sabía que su padre nunca mentía, que siempre le hablaba con la verdad. Todo el camino devuelta a casa, iba llorando. Su madre la esperaba con ansias para reconfortarla con su cariño. Saalim odiaba hacerla sufrir, pero como padres sabemos que hay dolores que no podemos evitarles y ese es el de un corazón roto.

Amir volvió a su casa muy tarde, solo para descubrir que Lina se había marchado, sabía que no debía dejarla sola tanto tiempo. Además con la muerte de su abuelo, se había cancelado el escape a Turquía. Estaba triste por la pérdida de su abuelo, y también por el plan fallido de escapar.