Hielo Y Fuego

Hielo y Fuego 

Elsa Elena Isasa. 

Capítulo 9. Cuando el fuego derrite el hielo. (+18)

La llegada de Vicky y su familia a Bérgamo fue el inicio de una semana complicada hasta lograr que su tía fuera ubicada y controlada por los médicos del lugar. Luis, que le esperaba en el aeropuerto, causó miradas cómplices entre Grace y Larry. Sin dudas el muchacho estaba colado por Vicky. 

De allí fueron a su nuevo hogar. 

La casa era bonita y cómoda pero impersonal. Debían esperar al camión de mudanzas para con sus propios enseres convertirla en su hogar. 

Vicky prefería mantener su departamento porque sus horarios de trabajo no eran muy convencionales. Eso de hecho molestaría a su tía Grace que necesitaba paz y calma. Además, Larry Cesare estaba aprendiendo a comportarse como el hijo dedicado y el hombre responsable que su madre necesitaba. 

A pesar del excelente salario de Victoria, pagar el alquiler de dos casas y los seguros médicos de tres personas como también el mantenimiento de ambos hogares en despensa y servicios no sería fácil. 

A ello se sumaba una enfermera que diera el apoyo necesario a su tía, como bañarla y acompañarla diariamente a hacer su tratamiento en la clínica. Mientras eso sucedía Larry atendía a su madre con dedicación y esmero. 

Fue por todo ello una semana complicada para Victoria. En su trabajo, el movimiento y compactación del lugar donde nacería el Country estaba avanzado. Por lo que el desarrollo de los planos de construcción comenzó a toda marcha. Trabajar el día completo en dichos planos detallados y complicados era un trabajo extenuante. Volvía tarde de su trabajo pasando primero por la residencia de Grace, bañando a su tía, preguntando sobre su tratamiento del día y luego salir con su Jeep a su departamento. 

Estaba agotada. 

Además a la noche antes de dormir su pensamiento estaba en Luka Donato. Sus besos y su perfume. Su mágica presencia en el aeropuerto antes de la salida a Bergamo. Se preguntaba si todo no fue un sueño de su mente afiebrada.

 Él no había llamado. En toda esa semana no llamó, de hecho, jamás compartieron sus números telefónicos, ¿Cómo llamaría? Podría conectarla por mail. Entre el personal jerárquico de la empresa Los Andes, estaba su correo, era público en la web.Pero no recibió ninguna nota de Luka Donato. 

Ese vienes a la tarde llegó muerta de su trabajo. Solo pudo mandar un wasap a Larry pidiendo noticias de su tía. Su primo había contactado a una enfermera joven de nombre Lili que atendía a Grace. Le dijo que era eficiente y callada. Recomendada por el médico que atendía a Grace. La chica hacía trabajos de campo por enfermería. Así que por ahora, el costo de sus servicios eran mínimos. 

No sabía cómo llegó primero al mercado de la cuadra y tomó algunos alimentos congelados para ponerlos en el microondas. Allí estaba haciendo lo mismo su amigo Luis. También como ella tenía sus rizos rubios cubiertos del polvo del terreno donde momentos antes habían estado cotejando planos en papel. 

– Te ayudo con el paquete y me llevas hasta tu casa. Así me acercas a una cuadra de la mía. ¿O tienes que ir a lo de tu tía Grace?

– Larry consiguió una ayudante. Gracias a Dios. Porque hoy creo que no puedo dar un solo paso más. - respondió Vicky. 

Frente al departamento de Vicky Luis bajó con los paquetes y le ayudó a abrir la entrada. 

–¿Quieres que venga en una hora y cenemos juntos?- dijo Luis.  

Pero del pasillo del edificio se escuchó la voz de Luka. 

– Vicky no podrá atenderte. Cenará con su novio. Hasta mañana- respondió. 

Victoria se encontró con sus ojos negros penetrantes.

 Allí estaba. Era él. No había dado señales en toda la maldita semana. Y allí estaba. Recostado sobre la pared del pasillo, maravilloso en su belleza física, con sus ojos negros ardientes sobre ella y Luis, como si fuera a devorarla y a matar a su amigo. 

Luis quedó pálido y totalmente en shock. 

– Lo siento- dijo - nos vemos en el trabajo el lunes Vicky.  

– Qué haces aquí Luka. ¿Cómo entraste?- preguntó ella.  

Pero él solo extendió su mano y la tiró contra su cuerpo. 

– Yo…yo…

– Te extrañe nena. Te extrañe mucho- dijo él -

De alguna manera la alzó contra su cuerpo. Las piernas de Vicky con los vaqueros llenos de polvo se enredaron en la pulcritud de los pantalones de Luka. 

La puerta de su departamento estaba abierta y allí entró él, cargándola. 

– Cómo. ¿Cómo has entrado? Debo bañarme…yo…

La maleta de Luka estaba sobre su sofá. 

–Calla bebé. Bésame. - dijo mientras caminaba con ella alzada hasta el baño. 

El beso apagó todos los rechoches. Eran ansias y mucho deseo. Solo la soltó bajo la ducha después de abrir los grifos. Lo vio tirar sus zapatos y vestido como ella ponerse bajo el chorro tibio de agua. Y él comenzó a sacarle la ropa que estaba empapada en su cuerpo. 

– Desvisteme Vicky. Hazlo - mandaba.Sus manos torpes comenzaron a sacarle la remera y aflojar su cinturón de cuero. Miraba su cuerpo desnudo agitado. Y él la miraba de igual manera, extasiado con su belleza. Y luego sus manos comenzaron a apretar sus senos desnudos y erguidos. Y volvió a apretar con fuerza sus nalgas contra su cuerpo. La estaba dejando loca mientras besaba su cuello y su boca. 

–Luka , yo ..

– Te amo Victoria. Te amo-  dijo él.

Sus cuerpos por fin se unieron, así como estaban, parados y mojados bajo el chorro de agua.

 El gemía de tanto placer. La recostó contra los azulejos del baño para penetrarla.

 Y sus sacudidas fueron profundas y fuertes. La cadencia del amor se fue calmando buscando un ritmo más profundo y menos alocado.

 Y el éxtasis comenzó a inundarlos. Y la marea llegó a su pico más alto salpicándonos con su fuerza, mientras ambos gritaron de placer.

 El amor era así. Arrasador como fuego. El frío de la mente de Victoria ya no podía protegerla.