Frágil Como El Cristal

Alma nunca miró directamente a Federico apenas lo miraba cada tanto de reojo y la mayoría de las veces, era directamente a Ana

- a vos que te parece Anita, vos aceptarías o te levantarías enojada, porque arruinaron tu noche de chicas?

- yo no lo dudaría, la segunda opción es la mía.

Alma mira a Federico, esta vez, directo a los ojos.

- tenemos un problema, esto no era una cena de negocios, era una cena personal, yo si fuera vos, sería un caballero y diría "disculpen señoritas, en otro momento hablamos".

- lo mío tampoco es una interrupción de negocios, es personal.

- yo no tengo ningún tema personal con vos, Federico Alcaraz, no soy de compartir temas personales con nadie, no solo con vos, con nadie.

- pues vas a tener que aceptar, tus engaños y 5 frascos de galletas lo ameritan. Me debes eso, cuando decidiste volverme tu bufón.

Alma, suspira, tiene nervios de acero, mira a su amiga y le da una señal para que se retire.

- perdóname Alma, no creo que sea una buena decisión, quedarías sola con estos 2 individuos.

- he peleado con cosas peores Ana, no te preocupes.

- si Ana, a tu amiga no le va a pasar nada. Yo jamás lastimaria a mi futura novia.

- espero que te hayas equivocado en lo que dijiste.

- nunca digo algo sin pensar, en eso, soy como vos Alma.

- como sea, Ana, te pido mil disculpas por interrumpir esta hermosa noche que estábamos pasando. Nos vemos mañana.

- ok, Alma, cualquier cosa me llamas, nos vemos mañana.

Ana se retira, Pedro va a la barra, quedan solos, Federico y Alma.

- bueno, vamos al grano, cuanto pedís para no decir nada?

- porque clase de persona me estás tomando Alma Báez?

- por una mentirosa, que se cree superior y muy machista.

- yo mentiroso?, que podría decir de vos?, me estuviste engañando con todo eso de María...

- por favor, solo estaba preservando mi identidad, me encantaría saber, porque esa obsesión con Maria?

- con Maria no, con vos Alma y tampoco lo llamaría obsesión.

- no, estás equivocado, vos te obsesionaste con Maria, yo no existía en ese momento, yo existo recién hoy.

- a mi me atrapó Maria, por lo que vi en ella. Esa mujer, podría llevar cualquier nombre.

- y tu novia?, O amiga?, esa pobre chica que solo recibe un destrato de parte tuya?

- Estefanía no existe, créeme que no existe.

- como sea Federico, ya no me importa, te estoy dando una conversación, que no me interesaba tener, yo lo único que deseo es volver a mi vida normal. Sacate esa idea de novia, porque nunca lo voy a hacer, podes, mandar cualquier prueba o lo que quieras, eso no va a suceder.

- jamás le impondría a una mujer como vos, el ser mi novia, me gustas mucho Alma, solo quiero una oportunidad para conquistarte. Tu secreto esta guardado conmigo.

- te agradezco mucho Federico, por todo, por tu propuesta, como tu lealtad a mi identidad. Hace 8 años que decidí sacar al amor de mi vida, no hay posibilidades, es una decisión tomada. Puedo ofrecerte una amistad, nada más, siempre y cuando no me traiciones.

Federico pudo ver, el cambio en la mirada de Alma, de tener fuego en sus ojos, peleando con el, a tener esa mirada apagada, cuando de amor se trataba. Se quedó pensando unos minutos en silencio, quizás una amistad, era mejor que nada, al menos le daba la oportunidad de conquistarla, iba a averiguar el porque de esa dura decisión , pero de lo que jamás iba a declinar, es que Alma Báez, tarde o temprano, sería su esposa.

- está bien , acepto tu amistad, obligarte tener un sentimiento cuando no existe, sería muy feo de mi parte.

- perfecto, brindemos por esta nueva amistad.

Alma toma su copa, Federico la que había dejado Ana, y brindan, por primera vez en paz.

- ahora me vas a demostrar tu lealtad como amigo y vas a llamar a tu amigo y frente a mí que borre lo que grabó.

- si vas a mostrarme tu lealtad y me permitís terminar esta noche, como si fuésemos viejos amigos.

- que significa para vos Federico, ser como viejos amigos?

- en que confíes en mi , porque yo a pesar de todo, confío en vos.

- no estás haciendo lo que te pedí.

Federico llama a Pedro. Le pide su celular.

- aquí esta el video, lo ves Alma?, ok, mira como lo borro.

Alma, vio todo el proceso, pudo respirar y asegurarse de que ya esas imágenes no existen más.

- ahora tu parte Alma.

- y cuál seria?

- voy a pagar esta cena, va a mi cargo, porque yo la arruine, lo próximo es salir de aquí, solo los dos y mantener una conversación para conocernos, en otro lugar más tranquilo.

- ok, es lo justo. Pero te aclaro, Estefanía es tu amiga, según vos, y yo no soy ese tipo de amigas.

Federico llama al mozo, abona la cena, se levanta y estira su mano para que Alma la tome.

- los amigos no van de la mano, Federico. Que se te grabe en tu cabeza, yo no soy Estefanía.

Federico, piensa para sí, "esto va a ser más difícil de lo que pienso, que mujer testaruda".

- esta bien, pero vayamonos de aquí.

Ambos salen del restaurante, que estaba lleno de gente.

- tenemos un problema, nuestros autos. ¿Quien lleva a quien?

- yo no tengo problemas Federico, lo único que hace muchos años no voy de acompañante en un auto, puedo dejar el mío y volver a buscarlo para ir a mi casa.

 Alma, estaba buscando de poder conocer el auto de Federico , así poder reconocerlo en algún momento

- bien, entonces vamos en el mío.

Llegan, y Alma se encuentra frente a un auto deportivo, con solo 2 plazas, color azul. Federico le abre la puerta para que ella suba y luego va del lado del conductor y se sube.

- a donde vamos?

- conozco un lugar donde estaremos más tranquilos para hablar. Confía en mí.

- eso quiero, no me mientas.

Federico conduce, atraviesa la ciudad y llega a un bar alejado, solo hay un par de parejas. Estaciona, se baja y vuelve otra vez hacia el lado de Alma, para abrirle la puerta. Ella baja y recorre el lugar, siempre es bueno visualizar una vía de escape.

Una vez adentro Federico saluda a todos, es evidente que viene mucho a este lugar, luego uno de los mozos, les señala un rincón, hacia el final del salón, eso permitía estar más lejos del resto.

Era una mesa redonda, pequeña, con solamente 2 sillas, una luz que apenas dejaba ver el lugar, y un par de velas ubicadas sobre la mesa. Para Alma, era más un sitio para parejas que de amigos, igual, quería ver hasta donde llegaba Federico.

Se sientan, mientras esperan que los atiendan, Alma vuelve a recorrer todo el lugar. Federico observa esa actitud de ella.

- puedo preguntarte algo?

- si, como poder, podes, veo si yo te lo respondo.

- porque siempre que vas a un lugar lo inspeccionas todo?

- porque no es solo los productos comestibles lo que me preocupa, también la limpieza, la comodidad para utilizar los servicios y el buen gusto para que la gente se sienta cómoda.

- buena respuesta, que deseas beber?

- depende, será una conversación corta o larga?

- no lo sé, dependerá de la buena onda de ambos.

- entonces comenzaré con una copa de vino.

- muy bien, te acompaño con lo mismo.

Una vez servidos, comienza la conversación.