Zaira es una joven que creció alejada de todo y todos, únicamente con la compañía de la mujer a la que considera su madre, pero a pesar de su aislamiento, Zaira siempre supo quién era y cuál era su propósito en la vida, y la joven está más que dispuesta a llevarlo a cabo.
Uniendo así su destino con los otros tres elegidos, Zaira deberá de derrotar al malvado dios Daotan, quién solo busca la destrucción del mundo, esta misión la llevara por un camino desconocido y lleno de peligros, un camino que no recorrerá sola, puesto que a su lado, lo quiera o no, estará un hombre que desde su nacimiento siempre supo que Zaira era su destino, y la ayudara aunque ella no lo desee.
Esta es la tercera historia de la tetralogía “Los 4 Guerreros de los Elementos”.
La primera historia es “El Guerrero de la Tierra”
Y la segunda historia es “La Guerrera del Aire”
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Capítulo 9
KAI
Llego al punto acordado y allí está Sagar esperándome, con una máscara en la mano.
- Al fin llegas, te tardaste una eternidad – me dice mi amigo, mientras se coloca la máscara, y yo hago lo mismo.
- Me dices nuevamente ¿Cómo te pusiste en contacto con este tipo? – le pregunto, mientras con paso firme ambos nos dirigimos a una pequeña mansión a las afueras de la ciudad.
- Ya te lo dije, tengo mis contactos – me dice mi amigo, a lo que yo solo puedo negar con la cabeza.
- En serio, un día de estos “tus contactos” te van a matar – le digo Sagar.
Sagar, es un chico algo imprudente, que no teme meterse en la boca del lobo, si así consigue lo que quiere, aunque esto lo ponga en peligro, lo que provoca que yo esté constantemente ansioso por que algo lo pase a mi amigo, o, en el peor de los casos, que esté salvándole el trasero constantemente.
- No me pasará nada, yo soy más listo – me dice con una sonrisa, a lo que yo solo le volteo los ojos, me haría viejo recordándole las veces que no fue tan listo, y yo tuve que intervenir, pero no importa cuánto le diga que tenga más cuidado, él no me hace caso.
- Y también más modesto – le contesto, mientras le doy un golpe en la cabeza
No podemos seguir hablando, porque llegamos a la entrada de la mansión, donde somos recibidos por un hombre, al cual Sagar le entrega una carta y nos deja pasar, al entrar podemos ver que el lugar está lleno de gente, todos con máscaras, para ocultar su identidad, es una lástima que esas mascaritas no les servirán de mucho.
- Sean bienvenidos, el día de hoy tenemos una gran variedad de jovencitas, que sé que a más de uno les encantaran – comenzó a hablar un hombre desde una tarima y al verlo lo reconozco de inmediato.
Es mil caras, un muy conocido secuestrador de jovencitas, que después vende al mejor postor, y aquellas que no puede vender, las ofrece en sus fiestas, fiestas como esta, este desgraciado ha escapado de la ley en tres de los 4 reinos, gracias a su habilidad para cambiar su apariencia, y ¿cómo sé todo eso?, fácil, Sagar y yo hemos rescatado a algunas de las chicas que fueron vendidas por él, y fueron ellas quienes nos contaron mucho de lo que sabemos, incluyendo la apariencia de su secuestrador, quien sin importar cuanto cambie su apariencia, hay cosas que no puede cambiar, y gracias a eso pude reconocerlo de inmediato.
- Espero que disfruten de la fiesta – termina su discurso de mierda, del cual no me entere nada.
- No tan rápido, escoria, porque tu teatro acabó hoy – le digo, mientras me quito la máscara – ataquen – grito y lanzo una esfera de agua que rompe él, traga luz del techo, siendo esta la señal para mis hombres que están afuera.
- Te llego la hora, bastardo – le dice mi amigo y los dos comenzamos con la pelea.
Inmediatamente, todo se vuelve un caos, algunos presentes, intentan atacarnos, otros intentan huir, pero es inútil, están rodeados, puesto que la esfera que lance, no solo alerto a mis hombres afuera, sino que también creo un campo de fuerza que es imposible de atravesar, a menos que yo muera, o tengas la marca que te permita atravesarlo, marca que solo tienen mis hombres.
La batalla termina tan rápido como empezó, por lo que en un instante, ya tenemos a todo los presentes arrestados, entre los cuales, hay varios nobles, tanto de mi reino, como de los otros reinos, y claro, también esta mil caras, quien sufrirá de una muy lenta agonía hasta que obtengamos lo que queremos de él.
- Bueno, bueno, veo que hay algunos que aún no entienden que infligir las leyes del reino, trae consigo un castigo nada agradable, yo Kai Aquetzalli, príncipe heredero del reino del agua, los condeno a muerte por sus crímenes, y todos sus bienes serán confiscados y utilizados para compensar el daño hecho por ustedes – les digo a los nobles que pertenecen a mi reino, y sin importarme sus gritos de piedad, creo una guadaña de agua, y les corto la cabeza – desháganse de la basura, y al resto de los prisioneros llévenlos a los calabozos, después programaremos su regreso a sus reinos de origen, mientras tanto, no creo que a los monarcas de los otros reinos, les moleste que estén un poco maltratados – les digo a mis hombres, quienes asienten y se llevan a los prisioneros de allí, menos a mil caras – Sagar, este es tuyo, ya sabes qué hacer – le digo a mi amigo, mientras pateo al hombre frente a mí, en dirección de mi amigo, y es que Sagar será imprudente, inmaduro y compulsivo, pero también es un experto a la hora de obtener la información que quiere, ya sea por las buenas o por las malas, además de que sé que disfrutará de torturar a este infeliz.
- Será un placer amigo, tú y yo nos vamos a divertir mucho – le dice Sagar a su víctima, y sale de la habitación con una sonrisa de lo más perversa en el rostro.
- Buen trabajo, su majestad – me dice Moisés, él es primer general del ejército real, un guerrero formidable, un estratega astuto y un hombre con una voluntad de hierro.
- Ya te he dicho que me llames por mi nombre, o si gustas, dime sobrino, ya casi somos familia, tío – le digo a Moisés, y es que él fue y bueno, creo que sigue siendo la pareja de mi tía Jenna y por ende es mi tío.
- Usted es imposible, Kai – me dice, y yo solo puedo sonreír al oír que me ha llamado por mi nombre, aunque sé que muy pronto dejara de hacerlo.
Los dos, junto a unos pocos guardias más, comenzamos a explorar el edificio, y mientras más bajamos, más lúgubre se pone la cosa, la verdad este lugar es muy tenebroso, con poca iluminación y se nota que no lo han limpiado en años, y con solo verlo, sé que estamos cerca de nuestro objetivo, y bueno, yo no me equivoco, puesto que después de bajar un rato llegamos a una especie de calabozo, donde dentro de las celdas hay varias mujeres, todas con evidentes signos de maltrato, algunas están peor que otras, pero lo que en verdad me entristece, son aquellas que están en más que en pésimas condiciones, las cuales ya son imposibles salvar.
Una a una, abrimos las celdas y llevamos a las jóvenes al nivel superior, donde ya hay varios carruajes esperando para trasladarlas a un lugar seguro, y una vez todas las chicas están libres, nos acercamos a aquellas que ya no tienes salvación y aunque suene cruel, nosotros nos encargamos de terminar con su dolor, acabando con sus vidas.
Listo, recojan todo lo que pueda ser útil, y quemen este lugar – le digo a los hombres que quedan, mientras que yo, encabezó el grupo que llevara a las mujeres a un lugar donde puedan recuperarse.