Rhett trabajó mucho para convertirse en un cazador de criaturas de la noche, hasta que un día se entera que su compañero más leal es uno de ellos.
¿Qué hará ahora que tiene un vampiro a lado? Y aún peor, ¿por qué se ha enamorado de él?
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Para huir se requiere valor
El sentimiento de compartir el lecho con Daemon es peculiar, no es malo, pero tampoco se siente familiar. Cuándo despertó esa mañana lo miró, sus finas pestañas carmesíes eran tan largas y rizadas.
Temió despertarlo, por lo que Rhett se levantó con cuidado de la cama. Según sus conocimientos, los vampiros dormían por el día, pero probablemente Daemon se había acostumbrado a un horario diurno después de un tiempo.
Sus dedos se estiraron hacia la ventana de la habitación, asomó solo un poco de su cabeza para que no afectará al vampiro. Debía revisar la aldea de ayer para asegurarse de que hay alguien encargándose de ello, o si estaban buscando a los presuntos sospechosos de los hechos.
Casi está seguro de que Raksa estará allí, ambos solicitaron zonas relativamente cercanas, mientras que Sophie dejó que le asignarán cualquier lugar.
Se dejó únicamente la delgada camisa del uniforme negro y salió con sigilo. El encargado del lugar ya estaba en la barra, sirviendo una que otra bebida, en la noche el lugar no lucía tan sucio, ahora Rhett notó todos los detalles poco higiénicos que pasó por alto.
Sin darle más importancia, Rhett fue hacia la aldea, por poco se pierde varias veces, pero logra recordar el camino después de reavivar sus recuerdos. Se detuvo en seco cuando faltaba un poco para ver la entrada, se escuchaba el ruido de personas alrededor.
"¡Fue una masacre!", escuchó a uno de los ancianos que salvó exclamar con tristeza, "Los cazadores son solo una fachada, ustedes ocultan a las criaturas de la noche, esas abominaciones".
Rhett apretó los dientes, el anciano decía la verdad.
Una cabellera verde le llamó la atención, estaba ayudando a colocar a aquellos aldeanos con mordida de vampiro en un solo lugar para transferirlos con urgencia a un lugar seguro y atender sus heridas, ese sujeto se trataba de Raksa. La escena era desgarradora, pero ver todo mientras se desarrollaba era aún peor.
Los ojos rojos de Raksa delataban que la situación le afectaba emocionalmente, estaba aguantando las ganas de llorar. Rhett inmediatamente quiso acercarse a su lado y brindarle un poco de consuelo.
"¿Qué cazadores eran los encargados de esta zona?", escuchó una voz autoritaria venir de un lugar desconocido y lejano, apenas podía comprender lo que decía. Rhett supo que debía esconderse en alguna parte de la vegetación para pasar desapercibido o sería descubierto pronto.
"Unos debutantes a cazadores de tercera categoría", explicó otra voz todavía más baja, "Rhett y Daemon, una dupla que está desaparecida, ciudades vecinas niegan haberlos visto. Puede que se trate de un secuestro".
"Una dupla, qué extraño" dijo la voz más fuerte. Los aldeanos hablarían, pensó Rhett, dirían lo que vieron sin dudarlo ni un poco, estaban en grande peligro porque los empezarían a buscar hoy mismo. Teniendo a Daemon no podían moverse mucho por su incapacidad de estar bajo el sol, los caminos se estaban cerrando frente a ellos.
Teniendo igual cuidado, Rhett salió de su escondite con la intención de volver con Daemon, vigiló que nadie lo haya visto y se fue tan rápido como llegó.
Iba con la cabeza mirando hacia el suelo, intentando pensar en una solución para llevarse a Daemon en el día a un lugar más alejado de los cazadores.
Entonces un extraño olor llegó a él, bastante similar al de la carne quemándose. Rhett levantó la vista buscando un incendio en las cercanías, lo que encontró frente a él fue todavía más terrorífico.
Daemon estaba frente a él, tenía la sábana de la cama puesta sobre su cabeza para cubrirse del sol, aun así no pudo evitar quemarse el rostro y las manos. Desprendía un olor extraño y empezaba a lucir de un tono café, las zonas quemadas también tenían grietas, parecidas a las líneas de una hoja de papel rota en pedacitos.
"¿Qué demonios-?", soltó Rhett corriendo hacia Daemon para protegerlo con su cuerpo del Sol. Las personas alrededor empezaban a hacer un círculo alrededor de ellos buscando un poco de entretenimiento, "¿Qué es? ¿Qué está pasando?", repetían entre ellos.
"Creí que me habías abandonado", dijo Daemon con un jadeo de dolor saliendo de su boca. Rhett temía tocar una zona con quemadura en algún movimiento en falso.
"¡Basta, no hay nada que ver aquí!", gritó Rhett, debían regresar a la posada antes de llamar la atención real de alguien. Afortunadamente, el olor no era tan fuerte como para levantar sospecha, con suerte pensarían que solo se trataba de vagos que habían bebido demasiado alcohol y traían vómito encima.
La gente no tardó en irse después de un rato, decepcionada de no ver algo interesante para saciar sus aburridas vidas.
Movió a Daemon con cuidado mientras le repetía "Nunca podría abandonarte, confía en mí", caminaron con lentitud para no mover la tela que cubría el cuerpo de Daemon siquiera un centímetro.
Rhett no tenía la menor idea de cómo cuidar heridas de quemaduras en vampiros, pero haría lo que se le ocurriera en el momento. Entraron a la posada y subieron las escaleras a rastras hacia la habitación.
"Duele, Rhett", no como la plata, mucho peor, quiso decir Daemon. Después de todo, una era una herida rápida y la segunda una lenta y tortuosa hecha para hacer sufrir, castigar.
"Ya casi llegamos", Rhett empujó la puerta con una patada. La cama seguía desordenada, solo que sin algo que la cubriera. Sus brazos dejaron el cuerpo de Daemon, quien se quitó la sábana de la cabeza para dejarla donde pertenecía.
"Quería ir a buscarte, creí que no volverías", el tono lastimero de Daemon encogió el corazón de Rhett, eso le molestó porque sus sentimientos últimamente tomaban el control de muchas situaciones en su vida.
"Fui al lugar que destruiste, nos buscarán pronto, tenemos que irnos", sin querer, la voz de Rhett reveló lo asustado que estaba de ser atrapado.
"Conozco un lugar al que podemos ir, es seguro y soy más que bienvenido, pero será en la noche", Daemon pensaba en su castillo como el mejor escondite por el momento. La única desventaja es que tendría que lidiar con su padre, aquel vampiro que lo envío a tierras humanas como castigo. Sería un trabajo duro.
(a que tienen malos sentimientos hacia él o hablan a espaldas de él)