Cristal Herrera una joven que quedó bajo la tutela del doctor Aldo Galarza al perder a sus padres en un accidente, sufre de sonambulismo debido a ese trágico suceso que marco su vida. Su tutor la ayuda a superar ese trastorno del sueño. La llegada de Joaquín, el hijo mayor del doctor, despertó en ella un deseo sexual que solo lo complace en sus sueños o eso ella cree.
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Capitulo 9- Celos
Narra Joaquín
Está mina me saca de quicio, tiene la facilidad de moverme el piso, de renegar contra toda mi experiencia.
Me tenía ardiendo de deseo con sus besos candentes y acariciando sus firmes y perfectas lomas, cuando me empuja pidiéndome que salga.
" Debe ser que le da miedo experimentar al creer que es su primera vez"
"Pero ya estuvo conmigo"
"Quiero que ahora sea consciente de lo bien que disfrutamos juntos"
"De que nos complementamos y no necesitamos palabras para gozar de cada momento"
Le iba a decir lo que pasó en verdad, pero al final decidí que parezca como si surgía del momento y no sea un tabú para ella, por eso no le confesé lo que compartimos cuando estuvo sonámbula.
Pero se ve que no sería fácil, aún ella no se sentía cómoda con su cuerpo y con el mío al entrar en contacto, se ve que eso le asustaba. Por lo que decidí ser paciente y darle su espacio, no apresurar las cosas.
Aunque no voy a negar las ganas que tenía de sentirla nuevamente, la energía que aplicaba al darme un trabajo ahí abajo , con nadie lo había disfrutado tanto, y queria revivir esa sensación tan explosiva que sentí.
Tuve que ir al baño a bajarme por mi mismo el libido que acumule al besarla, estando bajo la ducha caliente me trabaje con mi mano, cerrando los ojos al recordar sus besos y la suavidad de sus lomas al acariciarlas.
Qué no use sostén era otro agregativo tan exitante que me endurecía más mi hombría y solo su nombre "Cristal" estallaba en mi cabeza.
No la vi de nuevo a la mañana siguiente, así que salí a encontrarme con mi amigo. Era mejor que no me la cruce, no sabía si podría contenerme y no lanzarme sobre ella como un perro alzado que solo quiere sentirla.
Al ir caminando mensajeandome con mi amigo aparece Laura de la nada.
-Hola Joa. Saluda con una voz melosa.
-¿Qué haces?. Le pregunto al extrañarme verla de mañana levantada.
-No nada... Salí a correr un poco. Me dice y la veo que lleva ropa deportiva y una botella de agua en la mano.
-Ya veo. Le respondo de manera desinteresada.
-Ok... Nos vemos. Se despide alejandose y trotando de manera sensual como para que la mire de atrás.
Suspiro y solo la imagen de Cristal se me presenta, sus perfectas curvas y no pude dejar de pensar si ella también ejercitaba.
Llegó dónde está mi amigo esperándome.
-Roberto. Lo saludo.
-Hey... Me pareció raro tu invitación a desayunar... Pero quien soy para negarme. Me dice al ingresar a la cafetería.
-Necesito hablar. Le confieso.
-Soy hetero. Se escuda rápido.
-No es eso imbécil. Le digo y ríe a carcajadas.
-Se ve que es serio... No estás de humor para bromas. Me observa.
Nos sentamos en una mesa y mientras pedimos el café, las facturas y el jugo que al parecer Roberto se aprovechará de mi invitación para comer desayuno y almuerzo todo junto.
-Nunca creí que desayunas tanto. Le observo.
-No sos de invitar casi ... Así que debo aprovechar el momento... Además se ve que quieres hablar de algo... Y al parecer por tu expresión es algo muy serio... ¿A caso preñaste a alguien?. Me pregunta.
-No seas idiota... No es eso. Le digo con los dientes apretados.
-Bien... Entonces que es... Habla ya... Tu cara de parir me mata. Me dice frunciendo el ceño.
-Conozco una chica. Indicaba.
-Ya lo sabías... La preñaste. Insiste.
-QUE NO... VAS A DEJARME HABLAR. Le digo.
-Claro ... Claro. Expresa relamiendo sus labios al ver llegar al mozo con el desayuno, ante mi solo una taza de café pero ante él parecía que cataria todo el menu.
- Tengo una lucha interna de lo que es correcto y lo que no es... Tengo un problema. Expreso en un suspiro.
-¿Tú?... ¿Qué problema puedes tener?... Las minas se lanzan ante ti suplicantes por tú atención... Salvó que sea que te atrae una monja...Ja...Ja. Se burla ante la idea.
-Esta chica en particular es ardiente a la hora de intimar, no tiene tabúes, pero lo hace cuando hay que dormir...
-Ha...Le gusta antes de dormir... ¿Qué tiene de malo?... Aunque a vos te gusta todo el tiempo. Me dice sin dejarme hablar, con la boca llena y veo como se balancea la factura en su boca.
Suspiro hondo.
-Se que no debo estar con ella... Pero me la come de una manera...Qué me hace ver juegos artificiales. Le explicó exhalando al recordar y siento que se me hincha mi entre piernas de solo recordarlo.
-Viniste a pedir un consejo o me refriegas qué tuviste una excelente mamada y enseñas el pan a los pobres como yo que hace tiempo no consigo algo así. Expresa soltando la taza.
-El punto aquí es... Qué si la veo no podré contenerme...
-No lo hagas... Sácate las ganas y listo... Tal vez por ser la primera vez con ella lo veas así... Y en una segunda no lo sea tanto... Ya te ha pasado. Me dice suspirando.
-Es que es mi nemesis...
-Asi pasa siempre... Al principio crees que es odio... Pero solo es la tensión sexual... Y cuando se las sacan... Cada uno sigue con su vida. Me aconseja y suspiro ante lo que me dice, dudo en confesarle que estoy hablando de Cristal, que pensaría si le dijera que es ella, de todos modos, se todos sus oscuros secretos y no querrá que se sepan al decirle el mío.
-Mmm... Puede que tengas razón. Le digo al final sin confesarle la verdad.
Terminamos de desayunar y nos despedimos, por el camino me cruzo de nuevo con Laura que llega agitada a mi lado.
-Que calor. Expresa jadeante. -¿Conoces dónde tomar algo fresco?. Me pregunta sacudiendo su musculosa ante mi revelando la cima de sus lomas que se asoman por su sostén deportivo.
-Mmm... Escuché de un sitio... Jugos locos... Creo que se llama. Le comento.
-¿Dónde queda?. Me pregunta.
-En la peatonal. Le digo
-Ah... Estoy muy cansada para ir hasta ahí... Llévame. Me pide.
-Debo ir a trabajar. Le aclaró.
-Dale... Te queda de paso. Me dice estirandome el brazo, con cara de pico de pato.
-Ok. Le digo suspirando pesado para sacarmela de arriba.
La llevo en el auto sin dirigirle la palabra hasta la peatonal.
-Llegamos. Le indico, para que se baje.
-Me acompañas... No conozco... Hace mucho que no ando por estos lados... Es todo nuevo. Expresa.
-Solo te fuiste dos meses. Le aclaró.
-Dale... No seas así... Y si alguien me asalta. Expresa chillona, estaba por negarme cuando veo que Cristal está en el estacionamiento con un chico, los dos se ven muy próximos y me hierve la sangre de los celos, por lo que bajo con Laura.
Al estar próximos a la pareja les indagó que hacen y como si nada me mira Cristal sosteniendo la mano de ese flacucho que ni sabe atarse los cordones, se ve que es solo un chico sin experiencia que no sabria hacer sentir a Cristal como una mujer, y que por solo el roce de ella se venga como un maldito precoz.
"Nada"
Eso me dijo, nada. Cómo si no ví que lo estaban por hacer en pleno estacionamiento.
Laura me estira para que la lleve al local de jugos diciendo.
"Deja a los noviecitos"
No, no eso no podía ser, no después de que Cristal y yo nos conectamos tan bien en lo íntimo. Aunque yo solo lo recordaba, o eso parecía, aún no estaba seguro, pero estaba seguro de una cosa, y era que si lo hacía con ella consciente, con todos sus sentidos alerta no iba a querer a nadie más.
Lleve a dejar a Laura en el local y me apresure en volver para apartar a Cristal de ese joven.
-Este es el lugar. Le anuncie serio a Laura y me aleje antes que diga algo.
Menos mal regrese, se estaban besando y un puño se cerró en mi estómago, tuve que contenerme de pegar al chico, por lo que solo reaccione como un maldito celoso llevándola a los jalones de ahí, con la escusa que no debía exhibirse así.
Ella se sacudió molesta cruzándose de brazos.
Le di un refrán escuchando que sonaba como si fuera un padre celoso, desde cuando dejo que los celos me dominen, siempre fui controlado, pero con ella no puedo evitar sentir que mi estómago se estruje y solo desee rebotar mi puño en el rostro de todo aquel que quiere tocarla o la bese en este caso.
En medio de la discusión ella me revela que se dió cuenta que intimamos.
"Entonces no está sonámbula", razone en mi cerebro.
Pero ella me dijo que fue por lo que le dije cuando nos besábamos.
"Maldición no pude callarme"
"Tuve que mencionar que deseaba que me la coma de nuevo"
La seguí para aclararle que de verdad sentía que me atraía, pero mi padre me llamo a hablar con él.
Nunca lo ví tan molesto como estaba, note su tensión, creí que su presión explotaría.
Había Sido que Cristal hablo con él, justo a mi padre fue a revelarle lo que pasó.
Al escuchar que quería alejarla de mi dije como un loco que me casaría con ella, ¿en verdad estaba pensando en el matrimonio así?, pero lo que si tenia en claro que no queria a Cristal lejos.
Debía hablar con ella no iba a renunciar fácilmente, nunca sentí nada parecido con ninguna mujer, y no quería perderla.
Salí del estudio de mi padre decidido en hablar con ella.
Me dirigí a su habitación y la encontré cambiándose como para salir, apenas tenía puesta una colales.
-¿Por qué no hablaste conmigo primero?... ¿Por qué fuiste justo con mi padre?. Le indagó y no puedo esquivar los ojos de sus lomas expuestas y ella desliza su musculosa ajustada cubriendolas.
-Tu no me dijiste en un principio... Y al parecer te ibas a aprovechar de ello. Me dice molesta.
-No creí que estuvieras sonámbula ... Te sentí real... Muy despierta... Y trate de hablar contigo ... De decirte... Pero nos besamos. Le explicó gestualizando con las manos.
-Pudiste frenarme en un principio. Me dice agitada.
-Eres ardiente... Intensa... No pude frenarte... Y no voy a negar que lo disfrute... Y debes saber que con el calor del momento le pegamos una patada a la razón y solo nos dejamos llevar por el deseo. Le explicó.
-¿En serio crees que estuve bien?. Pregunta pensativa.
-Excelente... Espléndida... No hay adjetivos que describan lo increíble que me hiciste sentir. Le aseguro.
-Lastima que no lo recuerde. Murmura mordiéndose los labios.
No puedo contenerme y la estrecho en mis brazos besándola como necesitado de sentir su mismo aire, ella se resiste un poco pero al final me envuelve con sus brazos estrujando entre sus manos mi espalda.
Los besos se vuelven mas candentes y me siento en la cama con ella sobre mi regazo el roce de nuestras partes hace que mi miembro crezca de manera descontrolada deseoso de sentirla de nuevo.
Ella guía mis manos a sus lomas y no me resisto a acariciarla, noto que eso le gusta. Estiró de su colales señal que quiero sentirla y ella se lo quita, me abre el cierre de mis jean, extrae lo mío y se le abren los ojos como platos.
-Es muy grande. Expreso entre dientes.
-No te incómodo. Le asegure y la veo dudosa, por lo que la beso acariciando sus partes nobles que son tan suaves y me enloquece. La incentivo a qué ella lo agarre, su toque me transmite una electricidad a mi columna y se lo roza en su zona V.
-Me enloqueces. Digo con los dientes apretados conteniendome de gritar.
-Solo me acostumbro a la idea. Me susurra al besarme y siento que se lo desliza en su abertura abriéndome paso en su avismo, trago grueso al sentir su tibieza y ella cierra los ojos apretando sus labios contra los míos, clava sus uñas en mis hombros. Se mueve un poco y la guio con mis manos, tomo su espalda recostandola con sus extremidades rodeando mi cintura y en esa pose noto que su expresion se relaja, su mirada se enciende.
-¿Mejor?. Le consulto.
-Me encanta... Así no te siento hasta la garganta. Comenta y trato de no sonreír por su expresión y me concentro en mis movimientos.
Mi mano sosteniendo su muslos, mirándola a los ojos entre cada estocada, sentir lo estrecha y ajustada que es, me calienta más por lo que mi ritmo aceleró olvidando que estába tratando de ser delicado, ella no se muestra incómoda sino que noto deseo en su mirada. Nos besamos y sus besos son tan tibios e intensos, no es baboso y brusco, sino como si supiera lo que hace, no solo disfruto su entrepierna, sino su manera de besarme.
Estaba equivocado Roberto, no me saco las ganas con ella, la deseo siempre así, quiero que viva en mi cama.
El placer crece de manera incontrolable, el ardor en mi interior es intenso.
-Rozámelo atrás. Me susurra en un jadeo. Esta mujer tenía maneras de hacer que mi cerebro explotará y quien era yo para negarme a que experimente sensaciones conmigo.
Me retiro y le hago una pincelada, ella jadea y le tapo la boca con un beso, si estuvieramos solos no me importaría que gritara.
-Te animas. Me consulta.
-¿Qué?. Pregunto incrédulo
-Así me llenas de ti. Me expresa mordiéndome la oreja y la sola idea me eleva más la temperatura.
¿Será verdad? ¿O yo soy el que está soñando ahora?. Me pregunte incrédulo.