Impura

•Humanos•

"Enemigo en nuestro hogar"

El refugio de los impuros estaba en completo silencio se sentía una extraña tensión entre Narine y Hazel desde la discusión hace unos días.

Cada uno de ellos cuidaba sus palabras frente a ellas.

Resultaba realmente difícil estar todos juntos en el mismo lugar así que algunos preferían salir de ahí e ir a cualquier otro lugar en donde no estén juntas.

Como hoy por ejemplo, Harith y Río se fueron al pueblo para buscar materiales que necesiten.

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— ¿Crees qué es buena idea que esa humana se quedé? — pregunto Río mientras metía varios objetos en una mochila.

— Pues si... Hazel la necesita — Harith respondió haciendo la misma acción que Río.

— Solo lo dices por qué estás de lado de Hazel por miedo — se levantó para caminar dejándolo atrás.

— Sabes que cada día Hazel pierde la cordura poco a poco — siguió guardando varios objetos— Algún día Hazel podrá superar a Narine y quizás ella... — paro de hablar cuando escucho un golpe detrás de él.

Miro detrás de él y vio a Río tirada en el suelo inconsciente, se quedó viéndola un momento sin reaccionar.

— Río, oye estás bien — se agachó después de estar consciente de la situación, movió su brazo queriendo despertarla, intento acercarse más para tratar de sentir si respiraba pero un dolor en su hombro se hizo presente, haciéndolo retroceder.

Puso su mano en su hombro viendo como está se manchaba de un líquido rojo oscuro casi negro. Alzó su mirada encontrándose con tres personas cubiertas del rostro mientras caminaban hacia Río.

Harith abrió los ojos en grande sorprendido cuando se dio cuenta que se trataba de humanos, se levantó como pudo tratando de usar una de sus habilidades.

Uno de los humanos lo pateo haciéndolo caer nuevamente, por alguna extraña razón se sentía demasiado débil, no pudo siquiera activarla.

Vió como uno de ellos la cargaba en los brazos, intento volver a levantarse, justo cuando creía tener la fuerza para lograrlo una patada en su espalda lo hizo golpear duramente el suelo.

— Dile a tu líder que regrese a la humana que se llevaron o no volverán a ver a esa impura — dijo la persona que parecía ser de una mujer con un tono serio y atemorizante dejándole un pedazo de papel a su lado.

Escucho pasos alejarse de donde estaba, se tomó unos minutos poder levantarse aunque sentía su cuerpo adolorido lucho por caminar e ir con los demás sin olvidar tomar el dichoso papel.

Mientras tanto los demás estaban tratando de calmar la situación que se estaba llevando en ese momento.

Hazel y Narine empezaron a discutir tras un intento de escape por la humana encerrada.

— Te dije que la dejaras ir — habló Narine directo a Hazel.

— ¡No tenías el derecho de tocarla! — alzó la voz Hazel tratando de soltarse del agarre de Romy y Ciro quienes la sujetaban al presenciar su enojo.

Ellos dos eran los único en la casa para calmar cualquier situación que se podría dar entre las dos, cosa que no podían hacer mucho.

Narine soltó una risa — Dijiste que no podía liberarla, no que no la castigará por intentar lo que hizo — dio un paso más cerca de ella — además ¿no crees que te hice un favor al atraparla? Y el castigo que le di fue uno simple,— la empujó con un dedo cambiando por completo su actitud — si no lo hubiera hecho ella lo volvería a intentar al ver lo impulsiva que eres y tú poca atención en cosas como estás —.

Romy y Ciro quitaron un poco de fuerza a su agarre al escuchar lo que dijo, haciendo que Hazel aprovechara la oportunidad para soltarse golpeando a ambos provocando que cayeran al suelo.

Hazel tomo a Narine del cuello con una mano y la golpeó en el rostro con la otra, Narine no se quedó atrás pateando su abdomen para proporcionarle un gran golpe en la cara.

Los dos impuros más chicos se quejaron de dolor por lo fuerte que los empujó, pero no tardaron en correr a tratar de detenerlas al verlas pelear.

Ciro tomo a Hazel de los brazos mientras Romy abrazo a Narine por la cintura en un intento de alejarlas, ellas al ser más altas y fuertes era algo complicado para ellos dos así que no podían lograr mucho.

Lo único que lograron fue alejarlas unos centímetros ambas con pequeñas lastimadas en su cara que por parte de Narine se curaron inmediatamente.

Antes de que pudieran acercarse de nuevo, la puerta abriéndose de golpe las detuvo.

Harith con una mano en su hombro mientras esté sangraba, entro respirando forzosamente.

— Se llevaron a Río — habló para después caer por lo débil de su cuerpo.

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Después de que Harith cayera inconsciente Ciro lo a una habitación con cuidado, Romy curo sus heridas mientras Narine y Hazel esperaban ansiosas a qué despertará para saber a qué se refería con lo que dijo al llegar.

Pasaron horas hasta que por fin Harith despertó, Narine se acercó hacia él.

— Harith, ¿estás bien? — preguntó revisando su estado.

— Si estoy... — se quedó callado al recordar algo — Río, se la llevaron esas personas — habló algo alterado.

— ¿Qué?, ¿Quiénes fueron? — trato de preguntar lo más tranquila que pudo.

Harith miro de reojo a Hazel antes de decir — Fueron humanos, dijeron que regresemos a la humana —.

Narine frunció el ceño apretando los puños, se levantó y miro a Hazel camino en su dirección con rapidez pero Romy se puso adelante de ella evitando que caminara más.

— Quítate — dijo con un tono serio y atemorizante.

— Narine entiendo que quieres golpearla pero no es momento tenemos que pensar que hacer— habló viendo como su camuflaje se rompía.

— Te dije que esto podría ser peligroso — susurró viendo a Hazel que solo miraba el suelo.

— ¡Te dije que esa humana nos traería problemas y mira se llevaron a Río por tu culpa! — Gritó.

— Lo siento, yo la traeré devuelta — dijo en un tono bajo después de unos segundos.

— Creo que sería mejor que la buscáramos entre todos — habló Ciro tratando de calmar la situación.

— Si, no hay que pelear ahora tenemos que buscar a Río — apoyo Romy para después dirigirse a Harith — Harith, ¿te dijeron otra cosa como, un lugar en específico o alguna pista donde pueda estar? —.

El chico busco en uno de sus bolsillos el pedazo de papel que le dieron.

— Esto me lo dio una de ellos — le extendió el papel.

Romy leyó el papel apretándolo un poco al terminar de leerlo.

— Quieren que nos encontremos en su reino —.