Melissa Foster es una joven dulce, tierna, sincera e independiente, pero con un pasado triste... Cuando regresa a su hogar tras terminar la universidad, vivirá grandes emociones...
Athos Miller, un empresario exitoso en el sector de la tecnología, es frío, serio y discreto, con un pasado lleno de traumas...
Dos vidas, una MIRADA... ven a descubrir lo que sucederá después de una MIRADA...
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Capítulo 12
Me despierto con el sonido del despertador, ya es viernes. Me levanto, hago mi rutina de higiene, me ducho, me arreglo, tomo un café rápido y me dirijo a la empresa. Llego y no hablo con nadie, voy directo a mi oficina, enciendo mi computadora y empiezo a trabajar en el nuevo proyecto de una aplicación que estamos creando.
Mi celular suena y es un mensaje de la clínica avisando que mis exámenes ya están listos y que puedo retirarlos.
Pasé un día y medio en casa de mi madre, recuperándome, sin ir a trabajar. Estos días Vivian me ha llamado y enviado mensajes, pero los he ignorado. Incluso vino a la empresa, pero ordené que no la dejaran entrar. Estos días me estoy quedando en casa de mi madre, estaba esperando los resultados del examen para confrontar a esa loca y acabar con esta mierda de una vez por todas. Y si piensa que esto se va a quedar así, está muy equivocada. Lo que aún no entiendo es para qué me drogó, ¿sería solo para acostarse conmigo...?
Llamo a Dylan y le pido que venga a mi oficina. Cinco minutos después, llega y se sienta frente a mí.
Athos: Dylan, ya están los resultados de mis exámenes. Después del almuerzo iré a la clínica a recogerlos y hablar con el médico. Después quiero ir a la comisaría a presentar una denuncia contra ella, me gustaría que me acompañaras.
Dylan: Claro hermano, voy contigo. ¿Y cuándo vas a hablar con ella?
Athos: Hoy mismo. La llamaré para que venga a mi apartamento y allí podré hablar con ella sin interrupciones, solo tengo miedo de perder los estribos, hermano. Lo que hizo es un delito.
Dylan: Es verdad hermano, pero tienes que calmarte, si no, perderás la razón.
Athos: Lo sé, tío.
Dylan: Cambiando de tema, ¿te has enterado del Luau que habrá mañana en el quiosco de Enzo? Todo el mundo está hablando de ello, habrá música en vivo y un montón de chicas guapas. Vamos, tío, y mañana, que ya estarás soltero, podrás pillar a alguna para desestresarte jajaja.
Athos: No sé, tío, ya sabes que no me gustan esos lugares llenos de gente y con la música alta, ya veré, mañana te digo.
Dylan: Uf, tú y Mel sois iguales, qué aburridos sois para salir.
Athos: ¿Ella no irá...?
Dylan: Quedó en darme una respuesta mañana también, parece que sois hermanos vosotros dos.
Athos: Menos mal que no lo somos (dice en voz baja).
Dylan: ¿Qué has dicho?
Athos: Nada, estaba pensando en voz alta.
Dylan regresa a su oficina y yo me quedo pensando en el abrazo de mi ángel, desde ese día no la he vuelto a ver y la extraño, pero por ahora no puedo pensar en ella. Vuelvo mi atención al trabajo.
Pronto llega la hora del almuerzo, salgo de la oficina y le digo a mi secretaria que no volveré. Bajo y me encuentro con Dylan en el ascensor, almorzamos juntos y nos dirigimos a la clínica. Al llegar, hablo con la recepcionista para decirle que venía a recoger los resultados de mis exámenes y a hablar con el médico. Me pide que espere y al poco me entrega los exámenes y me dice que espere un poco más, que el médico me atenderá enseguida. Diez minutos después me llama y Dylan entra conmigo.
Athos: Buenas tardes, doctor, he venido a recoger mis exámenes y pedirle que les eche un vistazo.
Doctor: Buenas tardes, Sr. Miller. Déjeme ver... Como sospechaba, le drogaron con la droga más conocida como "la burundanga". No sé cuál fue la intención de la persona que lo drogó, pero por la cantidad que había en su sangre, usted literalmente debió de desmayarse. Por poco no ocurre algo más grave.
Athos: Gracias por todo, doctor.
Doctor: De nada, señor, que le vaya bien.
Salgo con Dylan en silencio y vamos a la comisaría, donde presento la denuncia.
Me dirijo a mi apartamento, y al llegar, le envío un mensaje a Vivian para que venga...