Final Feliz? Talvez

Luego de aquella reunión con la emperatriz, Esmeralda puso en marcha su plan de venganza contra la duquesa. Tardó unos días en terminar de reunir una que otra información, pero no quería retardar más su plan.

La duquesa había vuelto a la mansión hace algunos días, creyendo que ya había pasado suficiente tiempo desde que salió el malicioso rumor sobre ella. Ahora decía estar lista para hacer frente a la alta sociedad.

-Veo que la promiscua Alicia Runeo ha vuelto y miren nada más, trajo consigo a su querida bastarda Alicia Checer. Aunque en realidad no es una Checer y si una Doral.

La duquesa queda pálida con lo que Esmeralda acaba de decir. Nadie debería saber que Alicia es hija del antiguo líder de los rebeldes, Mario Doral.

-¿Cómo te atreves a decir algo así?

-Solo digo la verdad, muy pronto todos sabrán la clase de mujer que eres y te arrepentirás de todo el daño que me has hecho, pero aún más de haber tomado el lugar que le pertenecía a tu hermana, mi madre. La mujer a la que mataste.

La duquesa ha quedado sin palabras ante tal acusación y no hace nada más que ver cómo Esmeralda se marcha en dirección a la puerta.

-Casi lo olvidó "Ma-dre", esa información llegará en manos de mi padre en algunos minutos. Deberías preparar tus maletas y largate con tu amante.

Esmeralda se va y la duquesa no sabe qué hacer, si en verdad esa información llega a manos del duque, la va a matar de la peor forma. No había forma de que esa niña tonta descubriese que ella envenenó a su hermana durante su embarazo y que ese fue el real motivo por el cual murió dando a luz.

Lo mejor será que se marche de ahí y quién mejor para protegerla que Gabriel Doral, el actúa líder de los rebeldes. Se apresura en tomar sus cosas de gran valor y se marcha de la mansión.

No muy lejos el duque y Esmeralda la observan marcharse.

-¿Estás segura de que irá con el?

-No tiene a nadie más. Ella será quién nos muestre como llegar hasta los rebeldes y acabar con ellos de una buena vez.

-Eso será divertido, pero deja que yo me encargaré de esa mujer.

-Todo tuya.

-Ya hice que Sussi la siguiera. Pronto sabremos a donde fue.

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En una habitación de la mansión Checer, Alicia Checer se encontraba llorando desesperadamente al saber que su madre la ha abandonado en ese lugar.

-¿Quién lo diría?. Decía que te amaba, pero te ha dejado a tu suerte.

-Ella no me dejo. Tú le has hecho algo, lo sé.

-Le dije algunas verdades, pero no creí que te fuera a dejar a tu suerte. Nunca fuiste más de que un objeto que tuvo para conseguir todo lo que quería.

-Mientes, eres malvada, dices todo esto porque ella nunca te amo.

-No me importa recibir el amor de una cualquiera, quería el amor de mi madre, pero ella me lo arrebato por su maldita ambición.

-Mi madre nunca haría algo así, padre se enamoró de ella y me tuvieron a mí. Nunca te hicimos nada malo.

-¿Nada?... Las veces que tu madre me golpeaba y tú le pedías que siguiera hasta hacerme desmayar de dolor. ¿Eso no es nada?

-Solo te daba una lección porque no sabías compartir.

-Pues ahora es mi turno de darles una lección.

Esmeralda se marcha de aquel lugar, solo ver a esa niña le causaba asco.

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Ya pasaron 3 semanas desde que la duquesa se marchó. Ya era el rumor del momento "La gran duquesa Checer se marchó con su amante y dejó a su bastarda a su suerte, el bondadoso duque Checer dejo que la niña continuase viviendo con ellos, aún sabiendo la verdad sobre ella".

Los emperadores harían una gran fiesta de bienvenida al segundo príncipe y a sus invitados, la princesa Perla Gorkem y su padre el emperador de Goal, Daniel Gorkem.

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-Hija si no te apresuras llegaremos tarde.

-Ya estoy yendo padre.

El duque queda impactado con la belleza de su hija. No cabe duda que ha heredado la belleza de su madre.

-Estás hermosa mi pequeña joya.

-Y tú estás muy apuesto padre. De esa manera habrá muchas mujeres que quieran robarse un pedazo de ti.

-Sabes que no tengo interés en casarme nuevamente, ahora que estoy divorciado quiero darte toda la atención que necesites. Además, te tengo una sorpresa.

-¿Cuál sería esa sorpresa?

El duque le entrega un documento a Esmeralda, la cual se sorprende al ver el contenido del mismo.

-¿Ya no tendré que casarme con aquel inútil?. No sabes lo feliz que me hace saber esto.

-Supe que no querías casarte con el príncipe heredero y tuve que aprovechar que me dieron el divorcio y pedir la disolución de ese compromiso, que fue pactado entre la antigua duquesa y la concubina del emperador. Ahora eres libre de elegir a quien quieras.

-Muchas gracias padre. ¿Pero por qué el emperador acepto la disolución del compromiso?

-Le dejé en claro que mi apoyo no iría al príncipe heredero y que nunca quise tal compromiso.

Esmeralda le dedica una sonrisa a su padre y se marchan para llegar con tiempo a la fiesta.