Hasta El Final Del Camino

En la bruma del amanecer incierto,

Un alma yace en silenciosa agonía,

La enfermedad, cual cruel destino cierto,

Le susurra al oído su despedida sombría.

En el eco de los días sin retorno,

Palpita el corazón con leve temblor,

Ante el espejo fúnebre del adiós nocturno,

Se marchita la flor de su ser con dolor.

Los recuerdos danzan en su mente fatigada,

Melodías de tiempos que no volverán,

Las lágrimas como perlas en su mirada,

Testimonian la partida que se acercará.

En las noches de vigilia al borde del abismo,

Se aferra a la luz que aún brilla en su ser,

En cada latido, en cada suspiro en el abismo,

Encuentra la fuerza para sonreír y creer.

En su piel cansada, la historia de una vida,

De sueños y anhelos que se desvanecen,

Pero en su esencia, la llama aún encendida,

La bravía valentía que en su interior florece.

Que cada instante sea un preciado tesoro,

Que cada sonrisa sea un rayo de sol,

En cada latido, un susurro lejano y sonoro,

Que mi espíritu encuentre la paz en su arrebol.

Cuando las sombras cubran su último aliento,

Que en su partida encuentre consuelo y calma,

Que su esencia se eleve libre, sin sufrimiento,

En el abrazo eterno de la noche y el alba.

llegue a la mansión y fui directamente a mi habitación, escondí los resultados médicos en un rincón del armario, lo pensé demasiado y por ahora no voy a decir nada, a fin de cuentas el destino ya está dicho no importa si lo saben o no,

—señora victoria esta su cena—dijo una de las empleadas mientras golpea la puerta de su habitación,

—¿cesar esta en casa?—le pregunte a empleada,

—no señora—respondió ella,

—¿y mi madre?—pregunte también,

—ella tampoco señora, se fue de fiesta con sus amigas—respondió la empleada,

—bueno, lleva mi comida al jardín quiero comer al aire libre—le dije,

—de acuerdo señora—respondí ella y fue directo a la cocina,

—la señora quiere comer en el jardín preparen la mesa y lleven la comida—dijo la empleada doméstica a otra joven,

—que raro que la señora quiera comer en el jardín—dijo,

—¿que tiene de raro?, es verano y la noche esta hermosa—respondió la ama de llaves

—solo digo—dijo la joven,

—haces muy mal, no deberías estar comentando sobre lo que hace o no la señora—respondió la ama de llaves,

—¿porque la defiendes?, no son amigas eres su empleada—dijo la joven,

—oigan ¿porque pelean?—pregunto Alex que estaba entrando en la cocina,

—solo hice un comentario y me regañaron—respondió la joven,

—¿porque te enojas nana? solo hizo un comentario—dijo Alex enforma de broma,

—porque no es correcto que haga comentarios sobre la señora victoria—respondió la ama de llaves,

—¡no deberías hablar de la señora victoria!, ella es magnífica, seguro lo haces de envidiosa porque ella tiene el cabello bonito—respondió molesto Alex,

—¿estas insinuando que tengo el cabello feo?—pregunto indignada,

—lo tienes todo tieso, ahorra y compra un baño de crema—dijo Alex,

—¡maldito bastardo!—dijo la joven molesta,

—basta de pelear tenemos trabajo que hacer—dijo la ama de llaves,

—Alex ayúdame a llevar la mesa al jardín, la señora victoria quiere comer a fuera—dijo la ama de llaves,

—por supuesto—respondió el,

la ama de llaves preparo la mesa en el jardín, pero a Alex le pareció que era demasiado sencillo para victoria, Alex sabe que victoria le gusta apreciar los pequeños detalles y quiere sorprender a victoria con una hermosa vista,