Doctora O

En Corea, Sam Bum abre su correo electrónico y encuentra el mensaje de Hyun Joong, no lo piensa dos veces para leerlo. Lee atentamente y está contento de que su amigo vendrá a su boda. Le alegra el día saber que en el día más importante de su vida todos sus amigos estarán con él. Comparte la noticia con su novia, So Eun.

- ¡Querida!, Hyun Joong ha escrito. – le habla con todas las emociones sobre la piel.

- ¿Que dice? – comparte su felicidad con él.

- Hyun Joong ha confirmado su asistencia a nuestra boda.

- Los LK juntos otra vez. – le emociona está noticia.

- Eso no es todo, dice que vendrá acompañado.

- ¿Hyun Joong está acompañado? – le sorprende.

- Ahora entiendo porque nunca nos escribe, cambió número, siempre está ocupado.

- Pero ¿No sabemos las costumbres de ella?

- Descuida, conozco bastante bien Hyun Joong le va a dar indicaciones, de esto soy seguro, el ermitaño es detallista y perfeccionista, detesta las cosas que no están bien hechas.

- Te veo contento y eso me pone contenta a mí también, es lo que más cuenta ¿no?

- No vayas a llegar tarde a la escuela, sino tus niños te harán callejón oscuro.

- Está bien, nos vemos por la tarde, mi amor.

Se despiden con un tierno beso, So Eun se va a trabajar y San Bum sigue atendiendo sus asuntos. Mientras en Corea la gente sigue trabajando, en Estados Unidos están de noche, del día anterior. Cabe recordar la diferencia horaria es entre doce y catorce horas, Estados Unidos por ser un país grande, tiene varios husos horarios.

Retornando a la historia, Audrey y Hyun Joong recibieron el alta esta mañana, ahora que es de noche, la doctora se da una escapada a una discoteca con sus amigas como fiesta de bienvenida. Se viste bien, se maquilla, y sale con una amiga que la recoge.

Hyun Joong piensa en invitar a Audrey a cenar, se arregla y llama a Audrey, pero no contesta. Cosa rara, son las ocho de la noche, volvió a llamar tres veces y nada. Hyun Joong se preocupa y rastrea el número de Audrey. Según la aplicación de rastreo satelital, indica que este número se está dirigiendo a una avenida principal, quiere seguirla para asegurarse de que la zona sea segura, puesto que es de noche, y en Dallas no es que haya mucha seguridad.

Hyun Joong sale de su departamento y busca su auto y sale por ella, sigue las indicaciones del GPS a cierto punto el cursor no se mueve y señala que el número seguido hizo una parada en una discoteca.

Las chicas pagan su entrada y van a un box, piden tragos y charlan, Audrey les cuenta su experiencia y ellas la actualizan de lo que ocurrió en el hospital. Después del trago salen a bailar en la pista que está en el segundo piso, allí se quedan los clientes que están en los boxes.

Audrey baila como una rumbera, mueve el esqueleto peor que gelatina. Muchos chicos la miran bailar y la invitan, ella acepta porque vino a divertirse.

Son las nueve de la noche y Hyun Joong intenta entrar en la discoteca, los guardias no se lo permiten porque nunca lo han visto, Hyun Joong paga el triple de lo que vale la entrada y lo dejan pasar, pero el ruido le molesta, el juego con las luces le molestan los ojos. Hay chicas que lo jalan para bailar, pero se enoja diciendo que le han arruinado su traje. Busca a Audrey por todos lados en el primer piso, ahora es el turno de subir escaleras, camina por dónde puede, la gente está en pleno baile, pero por su tamaño puede ver a Audrey que está bailando con un chico. Acelera el paso para no perderla, y se detiene para verla bailar música disco, los jóvenes se ponen en fila y hacen la coreografía, Audrey es quien mejor baila, es más suelta, coordina mejor sus movimientos, ella es increíble, los ojos de Hyun Joong la siguen y escanean, agudiza su punto de focalización como águila que escoge a su presa.

Son las diez de la noche y Audrey sigue bailando, pero pronto dejo, necesita un descanso y necesita ir al box para alejarse un poco de la bulla. Hyun Joong pasó desapercibido y con mucho sigilo para estar a solas con Audrey.

-Hola, Audrey.

Ella pega un grito del susto y voltea rápidamente para saber quién ves quien la siguió.

- ¡Hyun Jong! – estaba asustada, no se esperaba esto.

- Quería invitarte a cenar y no sabía que tenías este arreglo con tus amigos.

- ¿Me estás siguiendo?

- Solo me preocupa tu seguridad.

- Estoy con mis amigas, no pasa nada.

- Confío en ti, puede que tus amigas sean de confianza, pero no en los tipos.

- Puedo cuidarme sola.

- En un lugar tan abarrotado de gente, ¿cómo te defiendes? ¿Y si está borracho y hace tocamientos indebidos? ¿Lo sentirás?

Alguien toca la puerta.

- Son mis amigas, ve donde te escondes o te vas.

- ¿No me las vas a presentar?

- Voy a abrir, pero aquí solo hay espacio para cuatro.

Al abrir la puerta, era un chico pasado de copas.

- Hola preciosa, ¿puedo pasar?

- ¡Fuera de aquí! – le señala la salida.

- Oye preciosa, así tratas a los amigos.

- Yo a usted no le conozco, ¡lárguese! – levantó la voz.

- Dame un beso y te dejo.

- ¡Lárgate! – le grita.

El borracho quería besar a Audrey a la fuerza, ella se defiende, pero el tamaño y el espacio es la desventaja. Hyun Joong toca la espalda del tipo, éste se molesta al ser interrumpido y busca pleito, pero Hyun Joong lo reduce con solo un puñetazo, le partió la nariz. El borracho quedó en el suelo, durmiendo como un bebé después de la caricia de mamá.

- ¡Hyun Joon! – estaba avergonzada, ella intentó, pero no lo logró.

- ¿Si no hubiera venido?

- Necesito practicar defensa personal, casi no peleo.

- Yo te entreno.

- Nuca vi un médico pelear y dar tan duro.

- Ven a cenar conmigo.

- ¿Dejar a mis amigas?

- La evidencia está aquí, escapaste presa del miedo, una reacción natural del ser humano.

- Están bien. Saco mi cartera y salgo.

Audrey tomó su bolso y salió con Hyun Joong sin dar vueltas al asunto. Fueron a un restaurante sencillo, tranquilo, Audrey apagó su teléfono para que no estropear la cena.

- ¿Cómo así aprendiste a pelear?

- Domino un poco los golpes - no la quiere asustar.

- No te creo, imposible. Pegaste duro, lo dejaste muerto.

- Sólo fue un puñete, no es para tanto. Que él sea de goma es diferente.

- Yo soy médico militar, pero me enseñaron a usar armas, pelea cuerpo a cuerpo… no… si nos sentimos amenazados disparamos, pero no hacemos enfrentamiento tan cercano.

- ¿Cuándo piensas entrenar?

- Debo organizar mi agenda. Más bien gracias por la ayuda.

- ¿Qué tipo de armas usas?

- Corto y mediano alcance.

- Rifle, carabina, fusil …

- Rifle – corta Audrey – rifle de precisión, es la única que nos autorizan.

- ¿Cuándo la usas?

- Cuando debo asistir en primera línea de combate.

- ¿Primera línea de combate? – le sorprende saber que una mujer va en primera línea de combate.

- Sí, en las trincheras hay que dar asistencia médica.

- Pero en medio de tanta pólvora, polvo.

- Mi trabajo consta de estabilizar el paciente para que el médico de hospital siga con el procedimiento.

- Eso es cuanto a los casos graves. Pero ¿casos leves?

- Se les atiende en zona de combate.

- ¿Cómo así?

- Te voy a mostrar una foto de cómo es que debo estar en el combate.

Audrey prende el celular y le muestra la imagen.

- ¿Has pensado en renunciar al voluntariado?

- No. Primero muerta que renunciar.

- Que sean hombres que vayan en primera línea. Quédate en hospital.

- ¿Me estás incitando a renunciar?

- Por tu bien. Piénsalo, Audrey. Te voy a dar tiempo.

Terminada la cena, Hyun Jong deja a Audrey en la puerta del edificio donde vive, se despiden como amigos y el doctor enamorado desaparece en la escena.