La Pasión del Agroboy

Augusto On

Llegamos a la ciudad y me detuve frente a la primera tienda que vi. Después de todo, a qué mujer no le gusta comprar ropa, ¿verdad?

Entré en la tienda y me quedé sin saber qué hacer. Allí está la sección masculina y la femenina. Listo, a toda mujer le encanta ir de compras. La traje al lugar correcto.

Enseguida me arrepiento porque una de las vendedoras que nos atiende es la maldita de Sara. Una chica con la que ya me he acostado. Maldito sea.

Dejé a Melissa en la sección femenina y salí prácticamente corriendo para que Sara no dijera nada delante de mi Mel.

Elijo varias prendas y voy a la caja. Espero que Melissa ya haya elegido las suyas, porque quiero disfrutar de nuestro día.

- Buenos días, señorita. ¿Mi mujer ya ha elegido sus prendas?

Pregunto a la chica de la caja.

- No, señor Ferete. Ella salió en cuanto usted fue a elegir sus prendas.

Pagué todo y salí. Cuando miro, mi dulce hechicera está apoyada en la camioneta con la cara seria.

💭Primer día y ya estamos así.

Me acerco y la llamo. Ella ni siquiera me mira bien y empieza a tratarme con desprecio. Conozco a una mujer enfadada desde lejos.

Entro en la camioneta sin decir nada, al fin y al cabo no quiero que nadie vea a mi hechicera acabar conmigo.

Arranco y salgo de allí. Me detuve unos metros más adelante y fui a amansar a mi fiera.

- Amor, ¿qué te ha hecho enfadar así?

Ella se queda en silencio.

- Melissa, háblame.

Ella se gira y me mira profundamente y dice...

- ¿De verdad quieres que hable? Creo que entiendo tu punto. Pero está bien, Augusto, fui idiota al creer.

Ella dice esto y se gira hacia un lado. No lo soporto y la tomo por la barbilla y la obligo a mirarme.

- Mel, no hagas eso. Dime qué pasó para que te pongas así.

Dice con la voz ronca.

- Sabes, Augusto, pensé que nuestro día sería bueno y agradable. Pero entonces me trajiste a una tienda, me restregaste a tu ex, que por cierto es muy guapa, y encima la pusiste a atenderme. ¿Querías humillarme? ¿Es eso?

- Meliss...

- No digas nada, Augusto. Ya lo he entendido todo.

- Melissa, lo has entendido todo mal, mi amor. No vamos a arruinar nuestro día por un malentendido.

- Si sabías que ella trabajaba allí, ¿por qué me trajiste para tu mañana de compras? ¿Por qué precisamente allí? Nunca me han importado la ropa ni nada, mis únicas pasiones son mis animales y la granja, que bueno, eso ya no lo tengo. Luché mucho para conseguir lo poco que tengo. Y tú quieres mostrarme que tú puedes. No te juzgo por eso. Pues sé que tú también trabajas duro. Pero por favor, no me humilles así.

Intento darle un abrazo a mi pequeña mimosa y ella llora y se aparta.

💭Bruta y mimosa. Esta mujer me vuelve loco.

Bajo de la camioneta y empiezo a andar por la carretera.

Notas de la Autora

Hola mis queridas lectoras ⚘️

Esta obra está en curso, por favor sigan para no perderse las actualizaciones. 📚🆕️

Agradezco el cariño y la interacción de ustedes con cada obra que publico aquí. Tengo otros dos libros ya terminados, si aún no los han leído, vayan y léanlos y díganme qué les pareció.

Besos de Iza