En un mundo donde los dioses caminan entre mortales, un pequeño de siete años, que es mucho más de lo que parece, ha encontrado su propósito. Con un corazón puro y un amor inquebrantable, este dios cuida de su amigo, un joven alfa de 18 años marcado por el dolor y el desprecio de su propia madre. A pesar de las sombras que lo persiguen, el joven anhela la felicidad y la libertad que solo el amor puede ofrecer.
El pequeño dios, con su apariencia inocente, es un faro de luz en la vida del alfa, ayudándolo a enfrentar sus traumas y a encontrar la valentía dentro de sí mismo. Juntos, desafían las expectativas del mundo que los rodea, creando un vínculo que trasciende el tiempo y la edad.
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Cap 6: en el aula de clases
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Mientras esperaban al profesor, cada jovencito charlaba con sus amigos o conocidos. Haim solo observaba a Sergei detenidamente, asegurándose de no perder ningún detalle.
— príncipe, no debería ver demasiado a los mayores, podrían molestarse.— llamando la atención del niño.
— No te preocupes, solo observo a un pequeño caramelo.
— ¿Caramelo? ¿Le gustan los dulces?
— ¿Ya has leído el libro que te dí? Debes aprender rápido para mantenerte en esta clase.
— lo he leído, pero no entendí muchas palabras y términos.
— Luego te explico lo que no hayas entendido.
— Está bien, gracias.
En ese instante el profesor entró al aula, el hombre se presentó y le dió la bienvenida a los nuevos estudiantes.
“ Profesor, esos niños no deberían estar en esta clase”
“ Exacto, solo querrán jugar y distraerán a los demás”
— Hagan silencio y abran el libro de “El arte de la guerra” en la página 5— ordenó con seriedad
Todos guardaron silencio para sacar sus libros en dicha página. Mientras Sergei abría su libro, encontró una carta impregnada de perfume de mujer, Haim al ver dicha carta frunció el ceño observando que haría el joven con la carta. El joven alfa no abrió la carta sino que la rompió y arrugó para tirarla a la basura.
— ¿Quién te envió una carta de amor?— preguntó Aitana con curiosidad.
— No sé y no me interesa averiguarlo.
— La hubieras abierto para saber qué te escribieron.
— Aitana, estamos aquí para aprender a ser grandes soldados no para romances sin sentido.
— Tienes razón.
Haim al ver que el joven rompió la carta, sonrió satisfecho.
— “ Mi hermoso hottie tiene sus metas claras”
— “ No debo caer en la trampa del amor, enamorarme solo me hará perder el rumbo y cometer errores irremediables”.— pensaba el joven alfa, recordando lo desafortunado que fue al amar a su madre, recibiendo solo insultos, golpes y humillaciones.
La clase continuó con el profesor explicando el contenido del libro y respondiendo las preguntas de algunos jóvenes. Haim aburrido de escuchar lo que ya sabía, recostó su cabeza en la mesa cerrando sus ojos mientras pensaba la forma de ayudar a Sergei a superar el trauma que le había dejado su madre.
— “ debo ayudarlo a superar ese mal momento de su vida, si su corazón sana podrá ser feliz”
Pasado el tiempo, la clase terminó, Liorán viendo a su amigo “ dormido” lo despertó con cuidado.
— Príncipe, la clase terminó, despierte.
— Oh, gracias Liorán, ¿Entendiste la clase? ¿Tomaste apuntes?
— Tomé apuntes pero no entendí mucho.— respondió avergonzado.
— Está bien, lee el libro y anota tus dudas, yo te ayudaré a que entiendas bien de qué se trata todo.
— ¿Cómo me ayudará, si se quedó dormido en clases?
— No dudes de mí, te ayudaré a ser uno de los mejores de la clase.
—Está bien, volveré a repasar el tema de hoy y anotaré mis dudas.
Haim asintió para ver hacia el puesto de Sergei, viendo que el chico estaba dormido en la mesa, mientras que Aitana guardaba sus pertenencias. Sin decir nada, el niño se acercó al puesto del joven, y se sentó al frente tomando la mano de este con cuidado, para depositar un beso en el dorso de su mano. Sergei al sentir el tacto, abrió los ojos viendo al niño sonreírle, Haim no dijo nada, solo soltó la mano del joven para salir del aula.
— Príncipe, espéreme.— decía Liorán siguiendo a su pequeño amigo.
— camina, debemos asistir a otras clases.
— príncipe, ¿Por qué besó la mano del joven? ¿No teme que se enoje?
— Solo quería despertarlo, no creo que se enoje por eso.
— Hay otras maneras de despertar a alguien, no puede exponerse así, podrían lastimarlo.
— Gracias por el consejo, también debes cuidarte y no dejar que te lastimen. Si alguien te toca de forma indebida debes decirme o decirle al director de la academia.
— Lo sé, mi hermano me ha dicho que no debo dejar que me besen o toquen mis partes íntimas.
— ¿Tu hermano te besa o te toca de forma indebida?— preguntó mientras seguía su camino.
— Claro que no, él aunque no es mi verdadero hermano, me cuida y no hace cosas malas conmigo.
— Entiendo, es bueno que tengas a alguien que te quiera sinceramente y se preocupe por tí.
Mientras eso sucedía con los niños, en el salón de clases Aitana veía fijamente a su primo.
— ¿Por qué el príncipe besó tu mano?
— No lo conozco, solo lo ayudé antes de que iniciaran las clases.— respondió un poco sorprendido por la acción del niño.
— ¿En que lo ayudaste?
— Una de las señoritas de la clase quiso golpearlo.
— Él te veía con sus ojos llenos de amor y con una sonrisa dulce.
— No digas tonterías, él es solo un niño, no dañes su inocencia con tu mente retorcida.
— No son tonterías, es normal que las mujeres, omegas y algunos niños se sientan atraídos por tu belleza. Eres muy guapo, inteligente y dulce, cualquiera se enamora al instante.— decía mientras le acariciaba el cabello.
— Deja de molestar y vamos a la siguiente clase.
— Cierto, tenemos clase sobre historia militar.
Los jóvenes recogieron sus pertenencias para ir a la siguiente clase. Al llegar al otro aula, ya todos los compañeros estaban allí, incluidos los dos niños. Sergei pasó a su asiento observando a Haim, el niño al sentirse observado levantó su cabeza cruzando su mirada con el joven, así que le sonrió para volver su vista a su libro. El joven alfa se sentó mirando al frente donde ya iba entrando el profesor, luego de unos minutos Haim se acomodó en su asiento para verlo con disimulo.
— Príncipe, hará sentir incómodo al joven.—susurró.
— No se dará cuenta de que lo observo, concéntrate en la clase.
— ¿Le gusta el joven duque? Si es así, es mejor que no lo intente, escuché que ha rechazado a varias jóvenes y no creo que se interese en los hombres y aún menos en un niño.
— Liorán, sé lo que hago, por favor no seas demasiado entrometido.
— L-Lo siento, príncipe.
— Está bien, por favor concéntrate en las clases, luego te preguntaré qué dijo el profesor.
El jovencito asintió un poco incómodo, pareciera que Haim no fuese un niño normal, ya que su comportamiento era bastante frío y actuaba como una persona mayor. Aunque al ver al joven alfa cambiaba completamente volviéndose más dulce y tierno.
— “ es extraño, aunque es el único que ha querido ser mi amigo”
segundo y mas importante que paso con lorian como nos dejas con la incertidumbre no seas mala
creo que me perdí