En el oscuro arte de la escritura, Ella dio vida a una novela donde la astucia de la villana desafiaba los límites de la imaginación. Sin embargo, está muere a causa de los protagonistas, la autora fue cruelmente criticada pues la historia no tenía mucho sentido. En "El último acto de la villana caida", descubre cómo la mente maestra lucha por redimirse en un mundo donde la realidad y la ficción se entrelazan, desafiando las expectativas y sumergiendo al lector en un juego de venganza y astucia. ¿Te atreves a explorar las páginas de esta historia donde la autora se convierte en su propia creación?
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Padre adoptivo
Una vez Isabella y su nuevo dragón están en el piso, Duke queda sorprendido y al mismo tiempo un poco abrumado; sin embargo, ambos se preguntan que debería hacer para ocultar al dragón, ya que los dragones están extintos según para el resto del mundo.
Isabella y Duke estaban parados frente a la entrada de la cueva, observando con asombro al majestuoso dragón milenario que acababan de rescatar. Sus escamas brillaban con intensidad mientras el sol de la tarde se filtraba entre los árboles del bosque. Sin embargo, la alegría del rescate pronto se vio eclipsada por la necesidad de mantener al dragón oculto.
Isabella se volvió hacia Duke con una mirada determinada.
— "Duke, tenemos que encontrar una manera de mantener a Flint a salvo de miradas indiscretas. No podemos simplemente llevar a un dragón por ahí sin atraer la atención de todos." —
Duke asintió, comprendiendo la urgencia de la situación.
— "Tienes razón, Isabella. Pero, ¿cómo vamos a hacer eso?"
En ese momento, el dragón comenzó a emanar un resplandor suave y, para sorpresa de Isabella y Duke, se transformó en un adorable niño de unos cinco años con ojos curiosos y cabello oscuro.
— "¡Oh, wow!" — exclamó Isabella, sorprendida por la metamorfosis del dragón. — "¿Puedes hacer eso siempre, Flint?"
El pequeño niño-dragón asintió con entusiasmo.
— "¡Sí! ¡Es divertido!"
Isabella y Duke intercambiaron miradas incrédulas antes de comenzar a reír. La situación había tomado un giro inesperado, y ahora tenían un niño dragón para cuidar en lugar de la imponente criatura que esperaban.
Isabella observó a Flint, quien ahora tenía la apariencia de un niño juguetón, y le susurró a Duke con una sonrisa astuta:
— "Duke, necesitamos que te hagas pasar por el padre de Flint cuando estemos en público. Así no levantaremos sospechas." —
Duke frunció el ceño, preocupado.
— "Pero Isabella, si me hago pasar por su padre, ¿qué pasará con mi vida social? Las chicas podrían pensar que ya soy padre y huirán."
Isabella rodó los ojos con diversión.
— "Oh, por favor, Duke. No creo que ser visto como el padre de Flint te haga menos atractivo. Además, es solo para proteger a nuestro pequeño amigo dragón."
—No, además es tu dragón, ¿por qué debo hacerme responsable yo? —
— Por favor Duke, solo tengo diecisiete, ¿qué dirán cuando vuelva?, no puedo ser madre soltera. Además, yo soy tu señorita, deberías obedecer mis órdenes sin cuestionar tanto.
Duke cruzó los brazos con determinación.
— "No estoy seguro, Isabella. Mi encanto y mi estilo de vida podrían estar en juego aquí."
Isabella lo miró con complicidad.
— "Duke, Flint es mi dragón. Deberías estar orgulloso de ser su 'papá'. Además, puede que hasta te dé un toque de ternura que las chicas encuentren irresistible."
Duke levantó una ceja, escéptico.
— "¿Ternura? Eso suena peligroso para mi reputación."
Flint solo miraba uno a uno, mientras discutían, así que, decidió sentarse en una rica cercana y ver cómo terminaría está discusión, nunca en su milenaria vida había visto a unos humanos tan tontos.
Isabella le lanzó una mirada de reproche a Duke.
— "No seas tan dramático, Duke. Es solo por seguridad. Y piensa en lo genial que será tener a un pequeño compañero mágico en nuestras vidas."
Duke suspiró, aún indeciso.
— "Pero, Isabella, ¿y si esto afecta mi imagen de chico soltero y despreocupado?"
Isabella le dio un golpecito juguetón en el brazo.
—"Oh, Duke, siempre preocupándote por tu imagen. Mira el lado positivo, podrías convertirte en el chico soltero con un adorable hijo dragón. Eso suena bastante único y atractivo, ¿no crees?, además, ni que tuvieras muchas chicas locas por ti.
Duke la miro indignado, ¿cómo podía pedir un favor y luego herir su hombría?.
Duke entrecerró los ojos, reflexionando sobre la sugerencia de Isabella.
—"Bueno, supongo que podría ser algo diferente. Pero que sepas que acabas de herirme.
Isabella asintió con satisfacción. —"Exactamente. Además, piensa en la diversión que tendremos inventando historias increíbles sobre cómo adoptamos a Flint."
Duke sonrió ligeramente, empezando a considerar la idea.
— "¿Historias increíbles, dices? Eso suena intrigante." —.
Isabella asintió con entusiasmo.
— "¡Exacto! Podríamos decir que lo encontramos en una expedición mágica o que Te cásate durante el tiempo que estuviste en la mansión, pero tú esposa murió dando a luz, sufriste tanto, pero sacaste a tu pequeño niño adelante, imagina la gran cantidad de chicas que te admirarán.
Duke rió entre dientes. Isabella era una pequeña invaucadora, y manipuladora, lo peor de todo es que el estaba cayendo, como siempre.
— "Bueno, supongo que podría ser divertido inventar esas historias locas. Pero solo por qué tú lo pides, Isabella." —
Isabella le dio un abrazo amistoso. Y sonrió de oreja a oreja, al fin lo convenció, aunque en realidad Duke siempre termina haciendo lo que le pide.
— "Eso es lo que quería escuchar, Duke. No te preocupes, ser el 'papá' de Flint será una experiencia única y emocionante para ambos." —
Con un suspiro resignado, Duke aceptó la propuesta de Isabella, sabiendo que este nuevo giro en sus vidas traería consigo no solo desafíos, sino también momentos divertidos y memorables. Así, Isabella y Duke volvieron a la ciudad, debían descansar, y prepararse para volver a Astaroth.
Cuando Isabella ingresa a su alcoba, una de las crudas del lugar le entrega una carta con el sello real de Ling cheng, dónde le pedía asistir al palacio, Isabella maldijo para sus adentros, esperaba pasar solo ese tiempo allí, pero ahora debía entender su tiempo, eso la molesto un poco, ahora ¿qué quería este emperador?.
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Astaroth.
Los duques Hart, se encontraba en el salón real, junto a ellos los emperadores de Astaroth, hablaban muy tranquilamente, aunque El duque ya temía, a qué se debía la reunión.
—Duque Hart, su contribución hacia Astaroth ha Sido de gran ayuda, por esa razón nos gustaría, realizar nuestra alianza y sellar nuestra unión con un matrimonio entre nuestros hijos. — El emperador le comenta al Duque.
—Por favor emperador, sería un honor, mi hija estará muy contenta seguramente. —
—Bien entonces sellemos este acuerdo — el emperador levantó su copa — Cuando el príncipe heredero vuelva de la academia organizaremos el compromiso.
— Isabella, ya está pronta a volver, se le dió la mejor educación, le aseguro que está preparada para enfrentar cualquier dificultad.
Allí entre esas paredes, sellaron un compromiso, sin saber que Isabella ya tenía sus propios planes.
