Lía una joven madre de veintidós años enfrente problemas particulares en su vida con su pareja Alexander quien la maltrata y humilla, ambos tienen una pequeña de tan solo tres años quien vive todo el daño que enfrente su madre.
Traiciones,infidelidades,pasiones que te hacen arder y pecar pueden incluso haber pérdidas dolorosas en el camino de la protagonista como un amor que creía imposible.
➪Historia hecha por mi: ➪@Aze_Alamilla
➪No copias
➪Contenido no acto para personas débiles
➪Personajes creados por mí
➪Lenguaje explicito y contenido+18
➪Esta historia no está basada en hechos reales todo lo que leas es ficción ,"nada es real"
Gracias por leer la breve descripción
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CAPÍTULO 09
...【 Lía 】...
Después de una cálida mañana en casa de Christopher, estaba de vuelta con mis padres, ya que debía seguir mi proceso de buscar empleo. Lo que no se puede ir de mi mente es lo que sucedió entre él y yo, aún no proceso el hecho de que tuvimos sex* me sentí totalmente diferente a comparación de lo que era con Alex
»¡Joder, Alexander!«
He olvidado por completo de él, Dayana aún no me ha dado respuesta alguna si acepto el hacer frente al juez, aunque no dudo ya qué el muy cobarde dará largas para firmar el divorcio y la custodia de Adalia.
Atiendo el último cliente y le agradezco por su compra, pero el tintineó de la campanilla indicando que un nuevo cliente entro me hace alzar la mirada y lo que me encuentro es la mirada molesta de Alexander que camina con pasos firmes a donde estoy.
— ¿Qué carajos significa esto Lía? —Brama mostrándome el acta de divorcio que está levemente arrugado por la fuerza que él ejerciendo sobre el papel.
— Un papel que dice acta de "divorcio" — Espetó dejando las comillas en el aire y encogiéndome de hombros.
Su mirada se vuelve más fría y llena de furia, puedo notar que trata de contenerse, pero no lo logra del todo
— Debes estar jodida de la cabeza, si piensas que te voy a dar el divorcio
— Ya no es cuestión de lo que tú quieras— Lo acortó — Es algo qué te estoy exigiendo porque no quiero estar más contigo Alex, Este matrimonio no sirvió de nada porque para ti te hacía feliz verme humillada y rota —Añado
Se acerca más a mí tomándome de los brazos con demasiada fuerza.
— ¿Y qué Creíste?, este imbécil ya se creyó todo, no mi amor tú eres mi mujer y decido cuando se acaban las cosas no tú
Me suelta con brusquedad y veo como hace trizas el papel antes de marcharse, No lloro tampoco me intimido por lo que piense hacer.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
^^^( tres días después...)^^^
Me armo de valentía para entrar al que era mi hogar si es que se puede llamar así, he venido aquí para buscar las últimas cosas de Adalia y mías. Le pedí a Christopher que me ayudara, pero me informo que llegaría en veinte minutos, ya que está saliendo de una junta de trabajo. Abro la puerta y todo es está oscuras, no hay presencia de Alexander en el apartamento, encuentro el interruptor y lo presiono dejando que el lugar se ilumine
Camino a dirección de la habitación de Adalia y busco la maleta donde meteré el restante de su ropa y otras cosas, me afano para recoger todo, ya que de un momento a otro el ambiente se siente tenso.
— El ratón cayó en mi trampa — Exclaman a mis espaldas y todo mi cuerpo se congela al escuchar su voz
— Alexander he venido por mis cosas y la de Adalia — Me volteo a encararlo — Me iré pronto
El Chasquea los dientes y niega al mismo tiempo
— ¿Irte? —Sonríe con sorna— ¡Tú no te irás de aquí!
Se vienen hacia mí dándome un manotón que me envía al frío suelo haciéndome quejar, trato de incorporarme pero me da una patada en el estómago que me deja sin aire
— ¡No te he dicho que te levantes maldita zorr*! —Vuelve a repetir la acción, pero con más fuerza que me hace sollozar y retorcerme del dolor que se centra en mí vientre.
— Alex para... —Hablo con dificultad, pero está cegado de ira que al ver mí vulnerabilidad me golpea, abofetea al grado de hacerme sangrar
Busco con que defenderme que con intentos medios logro alcanzar la lámpara de noche de la mesita y se la incrustó en la cabeza qué lo hace quejar y sangrar. Me incorporo y salgo de la habitación a dirección de la salida, pero este me vuelve a tomar del cabello qué me azota contra las paredes, lucho por liberarme pero no consigo nada
— ¡Jamás entiendes, jamás te separas de mí! — Gruñe cuando de nueva cuenta me estrella contra el suelo, hiriendo me otra vez que desfallezco ante cada golpe que da.
— ¡Déjala maldito infeliz! —Me lo quitan de encima y antes de perder el conocimiento veo a Christopher golpeando a Alexander en el suelo.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
...【 Christopher 】...
Manejo a toda velocidad hacia el hospital más cercano con el miedo de perderla en el camino, rompo varias reglas de tránsito, pero no me importa. Solo ella es mi preocupación
— Resiste Lía — tomo su mano
Aparco rápidamente y bajo de mi auto rodeándolo para sacarla del asiento del copiloto
— ¡Ayuda por favor! —pido con desesperación que rápidamente llegan dos enfermeras a socorrerla.
La subo en la camilla y trato de no separarme de ella, pero una enfermera me impide seguir a su lado
— Señor, no puede entrar aquí —Ordena y me veo obligado hacerlo, alejándome con las emociones avallasando
me el tórax.
Tomo asiento en las frías sillas de la sala de espera y recapitulo todo lo que vi, cuando llegue al piso donde me indico los gritos se escuchaban en todo el lugar, los vecinos de esa área estaban fuera de sus apartamentos asustados al escucharla que sin dudarlo corrí entrando al sitio, Mi sangre se volvió lava al ver cómo ese hijo de perra* la golpeaba sin piedad y ella luchando por quitárselo de encima.
Preso de la ira me le fui encima arremetiendo con golpes certeros en su maldito rostro dejándolo inconsciente, La policía no tardó en llegar que se ocuparon de él, mientras yo me traje a Lía conmigo al hospital.
Una hora después llega una enfermera que me pide los datos personales de Lía y se los doy, ella se va sin decirme nada sobre ¿como esta?. intento mantenerme sereno par hacerle saber a sus padres informando del estado de su hija, ellos no tardan en hacer presencia.
—¿Cómo está mi hija? —Pregunta su madre entre lágrimas aferrándose a mis brazos su esposo trata de calmarla, pero no se lo permite
— Aún no me dan informes sobre ella señora Mckenna —Expreso con neutralidad— Pronto nos la darán
— ¿Quién eres muchacho? — Es lo primero que pregunté su padre.
Me aclaró la voz
— Christopher Beckett, Señor soy amigo de su hija
Él me analiza, pero no veo nada negativo en su facciones.
— Thomas Mckenna pero dime hijo, ¿Sabes como le paso esto a Lía?
Le explico todo lo que vi y lo que paso después que Lia perdiera la conciencia, su madre llora desconsolada en los brazos de Thomas
— ¿Familiares de Lía Mckenna ?—Habla un médico que sale de urgencias.
Sus padres se acercan rápidamente y yo me acerco también, miro al medico y noto cómo su semblante es uno lleno de malas noticias...