Después de los 40 - Milagro de Navidad

Después de los 40 - Milagro de Navidad

Capítulo 1

Mildred – habla, mi amada hermana

Adelaide – buen día primero, ¿no? doña Mille

Mildred – ay, disculpa, estoy tan cansada de todo que ni "buen día" he dicho

Adelaide – es exactamente por eso que te estoy llamando, quiero que vengas a pasar un tiempo con nosotros, tú y Melinda

Mildred - creo que no, necesito economizar, con todo lo que me ha pasado, no está siendo nada fácil. Y Melinda necesita atención y todo lo que ve, quiere comprar

Adelaide – ¡escucha! yo y Leoni queremos que vengan, al menos para pasar la Navidad aquí

Mildred- Ade, ustedes viven en N.Y., donde todo es caro, o mejor dicho, carísimo. ¡Y no! Vengan ustedes, será un placer recibirlos

Adelaide – ¡para con eso, Mille! ¿o Melinda va a quedarse con Brian en Navidad?

Mildred, triste – no, él está con la familia de la nueva esposa y ella no se lleva bien con el hijo de Bárbara

Adelaide- ¿entonces van a pasar la Navidad solas?

Mildred – estaba pensando en ir con nuestros padres a Texas, a la casa de las tías

Adelaide - ¡no!!! ni pienses en eso. Vengan aquí, quédense algunos días, en realidad, quisiera mucho que se quedaran al menos algunos meses, quién sabe, encuentras un trabajo aquí, Mille

Mildred – Ade, ¿dónde voy a conseguir un trabajo en N.Y. con tan poca cualificación profesional? Y más aquí es una ciudad pequeña y conozco a todo el mundo. ¡No sabría cómo moverme en una ciudad tan grande!

Adelaide – puede que sí, pero Brian va a estar ahí y no creo que sea bueno estar viendo cómo desfila con la desagradable de Bárbara. Y como tú misma dijiste, es una ciudad pequeña y les encanta hablar de los demás. Todos los conocen a ustedes y luego te acostumbras a N.Y., ya verás

Mildred- puedes tener razón en eso, pero Ade, no tengo dinero, estoy economizando y

Adelaide – y???

Mildred – olvida, todo va a estar bien

Mildred pensando – si ella supiera que hipotecé la casa y si no pago mis deudas, el banco me va a quitar la casa….

Adelaide – Mildred, escúchame, Leoni y yo queremos que acepten los pasajes, ya los compramos

Mildred – Ade, no quiero que gasten en mí, me voy a sentir fatal

Adelaide – mientras conversábamos, Leoni compró dos pasajes, uno para ti y otro para la linda (Melinda), y ¡no aceptamos un no! espera, que Leo quiere hablar contigo

Leoni – hola, Mille

Mildred – hola Leo, ¿cómo estás? ¿sobreviviendo a Ade?

Leoni riendo – intentando, pero estamos bien y con ganas de verlas a ustedes dos. Como dijo Ade, acabo de comprar los pasajes por el sitio y te los voy a enviar al correo, es para mañana

Mildred – ¡Leo!!! faltan veinte días para la Navidad aún

Leoni riendo – sí, pero queremos que vengan y además, esta casa es enorme, hay espacio de sobra. Y como dijo Ade, quién sabe, consigas algo para trabajar aquí y se queden

Mildred – vamos a ir, pero Leo, como le dije a Ade no tengo mucha calificación y no sé cómo me manejaría en una ciudad tan grande y cara como N.Y.

Leo – te vas a enamorar de N.Y., aún más en Navidad, ¡y traigan muchos abrigos que hace mucho frío! Yo y Ade las recogeremos en el aeropuerto

Mildred – gracias Leo, sabes que te amo y amo a Ade, ustedes son los mejores

Leo – también las amamos, es nuestra familia Mille y responsable de que Ade y yo estemos juntos y casados. Sabes que si no fuera por ti, ni juntos estaríamos.

Mildred – tengo que admitir que tienes razón

Adelaide, tomando el teléfono – y compórtate en el vuelo, no seas loca como siempre

Mildred – soy tranquila, saben eso

Adelaide ríe – estás pasando por una fase difícil, pero de calma y consciente no tienes nada. Ah, y asegúrate de no armar lío

Mildred – ¡vaya! quien te escucha pensaría que soy una problemática. ¡Porque una vez defendí a una mascota, me quedé con la fama de causar problemas!

Adelaide riendo – lo sé, una vez, ¿no? ... la mascota, el niño que defendiste de los otros chicos y te dieron una paliza junto con él, ayudaste a la mujer y terminaste en la comisaría y así va

Mildred – ¡vaya! ni voy a ir más

Adelaide riendo – querida, sabes que te amo y que te metes en las complicaciones por preocuparte demasiado por los demás, solo no salgas defendiendo al mundo, la gente no es tan buena y ya viste que cuando más necesitaste, todos desaparecieron.

Mildred – problema de ellos, yo soy así. Y voy a llevar a Lili

Adelaide – ¡Mille! ¡No puedo creer que no hayas devuelto aún a la perrita!

Mildred - no la cuidaban, la estaban maltratando.

Adelaide - pero eran los dueños y debías denunciar, ¡no robar!

Mildred - no la cuidaban y técnicamente ellos creen que ella murió, así que no robé, ella murió y ahora es mía.

Adelaide riendo - está bien, trae a Lili y después cuéntame bien esa historia.

Se despiden.

Mildred

Mejor avisar a mi pequeña que mañana vamos a casa de la tía, ella ni se va a entusiasmar.

Melinda es una niña de 8 años, estaba jugando con sus muñecas.

Mildred - cariño, ¿dónde estás, princesa?

Melinda - estoy aquí en tu cuarto, mamá.

Mildred - ¿por qué estás poniéndole mi brillo labial a las muñecas?

Melinda sonriendo - necesitan verse preciosas.

Mildred sonriendo - está bien, solo no exageres y no las estropees.

Melinda sonriendo - sí, mamá, las cuidaré.

Mildred - mañana iremos a casa de la tía Ade y del tío Leo.

Melinda saltando - ¡yay! Vamos a ver a la tía Ade y al tío Leo.

Mildred - escucha, sin desorden, doña Melinda, y ahora quiero que vayas a tu cuarto y separes algunos juguetes para llevar y ¡poquitos! Vamos en avión y no podemos exceder la maleta.

Mildred

Le doy algunos besos mientras ella se va emocionada, empiezo a separar la ropa y me encuentro pensando, ¡mi vida era maravillosa!

Me dediqué completamente a Brian y a nuestros hijos y ahora, ¿qué me queda? Una maldita corazón roto, una casa hipotecada, yo completamente sin experiencia en el mercado laboral y 43 años a cuestas, sin contar los dolores...

Al menos tengo dos hijos maravillosos. Mi amado Benjamín está en las fuerzas aéreas y aunque esté lejos, sé que está donde más quiere estar y aprendiendo lo que ama. Así que mi corazón se siente tranquilo.

Me arrepiento tanto de no haberme especializado, viví años dedicándome a mi marido y a los hijos, y olvidé que un día Brian y yo tendríamos un final, siempre lo vi como un protector y él me veía como una amiga.

Lo amé demasiado, más que a mí misma, de hecho, todavía lo amo, pero él ya tiene a otra y es con quien me traicionó antes de que lo descubriera. Ok, como dice mi psicóloga, necesito reiniciar...

¡Es tan difícil! Trato de fingir que no lo extraño, que odio a Brian, pero no, ¡todavía lo amo! Y tal vez Ade tenga razón, irme de aquí podría ser positivo. No tendría que ver a él ni a Bárbara todos los días.

Tomo mi diploma de administración y tengo algunos cursos de decoración, incluso había comenzado un trabajo con fiestas, pero Brian y yo empezamos a pelear y al final lo dejé. Debería haber continuado.

Pongo todo en una de las maletas y voy a organizar las cosas de Linda y más tarde avisaré a Ben que estaré en N.Y. con la tía Ade.

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