Reencarné En La Villana Extra De La Novela

Esa misma tarde se supieron los resultados y para mi sorpresa... ¡¡¡PASÉ!!

Con esta prueba tenía más dudas porque no había enseñado mis habilidades correctamente, pero después un gran peso se me quitó de encima.

Esta vez estaba aun mas feliz que el primer pase, porque sé que la siguiente fase también la pasaré y me convertiré en una de los veinte finalistas. Lo que me asustaba era la última prueba.

.

.

.

.

Hoy es la tercera fase, en el mismo sitio de siempre, pero esta vez estamos a las afueras del palacio, dónde hay un edificio aparte que resguarda la "bola de la revelación".

Hay 45 personas en la sala, van entrando de uno en uno, y cuándo vuelven, se quedan en la sala o se van, según si han pasado la prueba o no.

Por fin llaman mi nombre y entro en la sala. Esta casi totalmente a oscuras y parece insonorizada, solamente hay una mesa en forma de U en el centro con cinco personas sentadas alrededor, que supongo que son los jueces. Es un poco vergonzoso porque los jueces literalmente deciden si te quedas o no delante tuyo, sabes el resultado de la prueba al momento.

Me acerco allí, acompañada del guardia que me llamó y me siento delante en el centro de la U, justo detrás de la "bola de la revelación".

Después de un silencio, el presidente de la mesa habla:

MAX: Buenos días, soy el Profesor y Ditector de la "Academia de las nubes" Maximiliano Ankara, y esta es la mesa presidencial de la academia. ¿Es usted Linda Gionest? - dijo meneando unod papeles de lamesa sin siquiera mirame a los ojos.

LINDA: Sí señor, yo soy Linda Gionest - dije haciendo una pequeña reverencia de cabeza.

MAX: De acuerdo. Hemos revisado sus exámenes anteriores y nos hemos quedado fascinados con su inteligencia y gran forma física. Sin embargo, eso no es suficiente para entrar en la academia, aunque tengas mil y una cartas de recomendación. Es injusto, sí, pero es la verdad. No queremos que nadie pase una mala estancia, pues no podrá adaptarse a las clases - dijo como si suponiese que mis pideres eran débiles - En la prueba de hoy tendrás que colocar las manos sobre la "bola de la revelación" y ella adivinara tus poderes, sólo necesitas estar tranquila. Después el jurado valorará qualitativamente si eres digna de entrar.

LINDA: Sí, estoy lista.

Puse las manos sobre la bola y de repente todo se tornó un mar de colores, iluminando la sala. Todo tenía colores más intensos, pero los que más resaltaban eran los colores azul hielo, azul eléctrico, negro, y blanco, los que supongo que son mis poderes. Además, la marca empezó a brillar en mi frente, lo podía notar. No se como reaccionarán a esto...

MAX: ¡Inreïble! ¿Una diportadora con marca de dios? - dijo levantando por primera vez la vista del escritorio.

Murmullos se escucharon por la sala, y yo con todos los nervios que tenía quería salir corriendo de la sala.

MAX: ¿Desde cuándo tienes la marca?

LINDA: Desde que nací, señor Maximiliano. Yo obtube el poder de hielo y el rayo por parte de la familia de mi madre y de mi padre respectivamente. Los poderes de oscuridad y luz me fueron dados por la marca. No sé el motivo de ello señor... Cuando era pequeña empecé a estudiar magia pero solo pude controlar a la perfección los poderes de hielo y rayo, ya que la marca es muy inestable. Ninguno de los magos contratados por mis padres pudieron hacer algo por mi. Es por eso que desde hace años quiero acceder a esta academia, se ha convertido en mi primer reto en esta vida, y lo voy a conseguir sea como sea - hinqué una rodilla en el suelo - ¡Me gustaría que me aceptaran si no fuera mucho pedir señor!

Los presentes se sorprendieron por mi repentina actitud y sonrieron complacidos.

MAX: Levántate, estás más que aprovada. No solo eres poderosa, sino también eres dedicada a lo que queires conseguir. Encajas en el perfil de alumno que esta academia busca. Espero que te vaya bien en la siguiente fase.

Hice una reverencia de 90° de agradecimiento.

LINDA: ¡Muchas gracias!

Salí de la sala acompañada por el guardia y me volví a dentar aún con la mirada inquisitiba del resto de gente. Me miraban extrañados como si hubiera hecho trampas, pues había salido de la sala en menos de cinco minutos, cuándo la mayoría de la gente estaba un quarto de hora.

Por fuera estaba seria y estática como el mismo hielo, pero por dentro gritaba de la emoción. Una prueba más y todo habrá finalizado, mi sueño cumplido por fin!