Angela una mujer felizmente casada, Frank un esposo amoroso cuida de su hija y su esposa. pero no todo es lo que parece
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El Alma en un hilo
...*Andrew*...
Todo paso tan rápido, los recuerdos me invadieron.
...-flashback-...
Salí de las escaleras y tropiezo con un señor ya de edad.
- Mil disculpas caballero.
- Tranquilo muchacho, solo son unas simples rosas.
Cuando de pronto el ascensor sonó y Devin salía toda apresurada y en bata.
- Mi amor como supiste que había llegado.
Devin se quedó petrificada, y yo me llene más de rabia.
- ¿Mi amor?, acaso este señor también es tu amante.
- Andrew todo tiene una explicación, déjame contarte todo.
- ¿Amante?, Debora que está pasando aquí.
- Gino por favor sube al departamento y te lo explicaré todo.
- No me digas, le vas explicar cómo lo hacías con tu asistente que supuestamente es gay.
- No entiendo nada, Joven dígame quién es usted y por qué trata así a mi esposa.
- ¿ Su esposa?, que bien, ahora no solo tienes un amante si no tambien un esposo, y yo que soy Devin, el imbécil que se iba a ser cargo de tu bebé.
- !Devin te exijo una explicación!
- Cariño sube al departamento y te explico todo.
- Si caballero, diríjase a su departamento, donde encontré a mi supuesta prometida revolcándose con su asistente.
- Maldita zorra, sabrás con quién te metiste.
De pronto se acercó hacia un hombre que seguro era su guardaespaldas, saco una arma y apunto a Devin, al darme cuenta de lo que estaba pasando quise detenerlo, pero fue tardé, la dió justamente en el corazón.
...-Fin Flashback-...
Todo se volvía a repetir, como un maldito dejavu, ¿por qué?, cual era mi pecado para vivir este infierno otra vez. no se a que momento un empleado del hotel llegó, se acerco y me llamo la atención a qué me fuera a vestir, ya que solo tenía una prenda puesta, entre a la habitación lo más rápido que pude, tome lo primero que encontré, un banquero, una sudadera y una chaqueta. al salir los paramédicos ya habían llegado y estaban atendiendo a mi mujer. (si mi mujer, fue mía toda la noche y me pertenece).
Cuando al fin llegamos al hospital la atendieron de inmediato, a mi me llevaron a una sala de espera, la angustia no me permitía estar quieto y caminaba de un lado a otro, ¿cómo era posible vivir algo así después de 5 años?, ¿cómo pude meterme con una mujer que apenas conocía?, ¿cómo pudo ser tan ingenua para salir de la habitación y solo con una bata?, maldita sea, a pesar de la situación me llenaba de celos y rabia recordar que los paramédicos la hayan visto así.
De pronto mis pensamientos fueron interrumpidos por una interna.
- Señor, disculpe usted es familiar de la señorita que llegó herida de una bala.
- Si doctora, es mi prometida.
Maldita sea lo hice otra vez, por qué diablos la presento como mi prometida.
- Señor lamento lo sucedido, la situación de la paciente es crítica, ha perdido mucha sangre, además no sabemos con certeza dónde se encuentra alojada la bala, así que en estos momentos es llevada a quirófano.
- ¿Pero se va a salvar, verdad?, ¡tienen que salvarla!.
- Señor haremos nuestro mayor esfuerzo,pero.
- ¿pero que?.
- En estos tipos de cirugías son muy, muy delicadas y el riesgo de que el paciente no resista es demasiado alto.
-¿ Que me quiere decir?¿Que va a morir?
- No señor, debe tener fe, pero también debe estar preparado en caso de lo peor.
La doctora se fue y yo solo pude sentarme en el suelo y llevar mis manos a mi cara, otra vez, maldita sea, otra vez, las lágrimas salían sin cesar.
Tome mi celular y envié un mensaje explicando lo más importante a Stalin.
...Estoy en camino amigo...
Fue lo único que me respondió, las horas pasaban y no tenía una noticia de Ángela, sentía que en cada minuto que pasaba, las esperanzas se morían. Luego de un largo tiempo llegó la doctora.
- Señor, hemos terminado la cirugía de su prometida.
- Dígame doctora la verdad.
- Fue una intervención muy difícil, pero logramos extirpar la bala. Ahora todo depende de ella.
- Está viva, gracias, muchas gracias.
- Debo decirle que aún no hemos superado el peligro, dentro de 48 horas sabremos si su prometida saldrá adelante.
- Que me quiere decir ¿ que aún puede morir?
- En algunos casos ha existido pacientes que después de una cirugía exitosa, no tienen la fuerza suficiente para su recuperación, y lamentablemente fallecen.
- Quiero verla, necesito verla.
- Lo siento señor, su prometida está en cuidados intensivos.
La doctora se retiró dejándome completamente destrozada, aunque esté viva, aún no estaba a salvó, aún podía perderla.
Me quedé en la sala de espera completamente perdido en mis pensamientos, cuando sentí una mano en mi hombro.
- Amigo estoy aquí.
- Hermano llegaste, estoy reviviendo el maldito infierno que viví hace 5 años
-¿ Angela ha muerto?
- No, aún
- ¿aún, has dicho?, o por Dios ¿tan mal está?.
- Si
- Maldición, cómo le diré a su familia, a su pequeña hija.
- ¡¿Hija?!, ¿ Angela tiene una hija?
- si asi es.
- ¿ Por qué diablos no me lo informaste?
- Le prometí a Ángela no contarlo a nadie.
- ósea!, eres más fiel a una empleada que a ti jefe y amigo de toda la vida, lo que me faltaba.
Me podría de iras, de celos, ella estaba casada y tenía una hija, me volvía a meter con una mujer con compromiso, que demonios tenía para solo enamorarme de mujeres casadas, tal era mi ira que golpee la pared con toda mi fuerza.
- Andrew, que te pasa amigo, fue un accidente, la familia lo sabrá entender.
- La familia, tu crees que su Maldito esposo lo entenderá.
- Ella no está casada.
-¿ Que dices?
- Bueno, ella dejo de ser una mujer casada hace unos meses.
- ¿que, al marido se le murió o que?
- La verdad desconozco los motivos pero ella se divorcio.
Sus palabras fueron un cálmate para mí corazón.
era una mujer libre, con pasado pero libre, la niña era lo de menos, esa niña me querrá apenas me conosca.
De pronto una enfermera se acerca a nosotros.
- Permiso, señor con el apuro de atender a su prometida no pudimos llenar algunos documentos para el ingreso de la paciente, y también está la policía aquí y desean hacerle algunas preguntas.
- Está bien, deme los documentos que debo firmar, y puede venir la policía. gracias.
La enfermera se retiró, y Stalin me miraba muy intrigado.
- Con que tú prometida, he, interesante muy interesante.
- No empieces.
- No tranquilo, solo repito lo que dijo la enfermera.
- Basta ya, no estoy para chistes.
- Está bien, está bien, pero algún momento me lo tendrás que decir.
Lo fulmine con la mirada, en eso llegaron dos agentes de la policía, comenzaron hacerme varias preguntas, entre ellas lo que me encontraba haciendo con la víctima.
-Pues ella y yo acabamos de despertar.
-Bien, ustedes durmieron juntos.
- que relación tenía la víctima con el agresor.
- Ninguna, ni siquiera se conocían.
Y así una pregunta sobre otra, Stalin solo me miraba con ojos de asombro, y morbo, infeliz, pero como ocultar algo a ese tipo, si me conoce muy bien, Los policías se retiraron.
- Así que te la llevaste a la cama.
- No empieces.
-No. solo digo lo que es.
- Maldición Stalin, hay una mujer entre la vida y la muerte.
- Está bien, pero en algún momento tendrás que decírmelo todo.