Fui vendida a los Jefes de la Mafia Rusa,, hasta que uno me robó el corazón, como diablos me he enamorado de mi comprador
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Una semana de alegría
La semana avanzo tan rápidamente que a Ann le pareció que el tiempo volaba, cada día que pasaba se unía mas a Once, se había convertido en un consuelo para Ann, se estaba ganado a pulso el corazón de Ann, era como una Luz en la oscuridad.
El lunes, pasearon por los alrededores de la casa, nadaron en en lago artificial que se encontraba en la parte trasera y Ann pudo ver el cuerpo bien esculpido de su guardia, era tan lindo cuando sonreía, porque no lo había conocido en otras circunstancias.
El miércoles tuvieron un maratón de películas en la hermosa sala, se pasaron toda la noche despiertos, vieron muchas películas mexicanas esto le alegro a Once el corazón, parecía que Ann se estaba acostumbrado a vivir aquí, al menos por ahora.
El viernes se la pasaron en casa y al anochecer, Once y ella pasaron un rato juntos en la fogata, Ann le contó lo bello que era estar frente al fuego, generalmente lo hacía en tiempos decembrinas con su familia, ella se acomodo cerca de él y se durmió en el sillón, Once la carga y mientras avanzaba hasta su cuarto, no pudo evitar darle un beso, ella estaba dormida así que no lo sintió.
El domingo, Once le mostró la sala de juegos de su patrón, le dijo que había muchas formas de divertirse, se la pasaron la mayor parte de la tarde jugando y al anochecer Ann volvió a su cuarto. Ella tomo la iniciativa y le dió un beso a Once, el solo se lo regreso y volvió a su cuarto.
Fue una semana tan feliz para Ann que por un momento deseo que nunca terminará, se sentía tan feliz que deseo que su comprador nunca regresará. El lunes en la mañana encontró una caja de regalos enfrente de su puerta era blanca y tenía un moño rosa pastel, cuando la abrió encontró un hermoso vestido blanco y una nota.
El vestido era precioso, pero mostraba mucha piel, el escote era muy grande y era ajustado, ese regalo venía de su dueño.
"Mi bella paloma, llegaré el miércoles que viene, mis pendientes se han terminado y por fin podré disfrutar de tus labios, de tu cuerpo y de ti, se que es pronto para decirlo pero me siento tan ansioso por verte, deberás usar ese vestido y la lencería que te mande, nos vemos pronto "
Ahora estaba pérdida, ese maldito hombre volvería en dos días, debía actuar rápido o todo estaría perdido, debía convencer a Once hoy mismo, solo esperaba haberlo enamorado las dos semanas que tenía aquí, se había esforzado demasiado y en sus manos tenía su última oportunidad.
Busco entre las cosas y , eligió un bello vestido y se vesti con eso, debía de convencer a Once de que la ayudara a escapar, está noche y si era posible lo llevaría con ella
Durante la tarde, le platique mi plan a Once, le dije que su jefe llegaba el miércoles y que deseaba escapar con el, que no quería estar a merced del Jefe de la Mafia Rusa, pero Once me miro con tristeza, me dijo que no había forma de escapar, la casa era vigilada todos los días durante todas las horas, me explico que el Jefe tenía micrófonos por todos lados, cámaras y guardias, que ahora mismo nuestra conversación estaba siendo grabada y que no había forma de traicionarlo, menos de escapar.
Se acercó a mí y me dió un beso en los labios, fue un beso hermoso y con mucho cariño, me dió un abrazo, sentí que ese beso y ese abrazo fue una manera de despedirse de mi.
Cuando llegamos a la entrada de la casa, había dos guardias que tomaron a Once como prisionero. Fui arrastrada a mi habitación, me encerraron y no volví a ver a Once, tal vez en vez de idear un gran plan había condenado a lo único bueno que tenía en esta horrible prisión, me sentía miserable por haber condenado a Once a la tortura o tal vez peor a la muerte.
Un par de horas después recibí una foto de Once, estaba amarrado en una silla y había un guardia junto a el, le apuntaba con una pistola , una presión en el pecho me invadió. Junto a la foto había una nota.
"*N**unca traiciones, nunca toques lo que no es tuyo, no hay lugar para traidores en este lugar, Nos veremos mañana, y si no quieres que termine con la vida de tu preciado Amigo más te vale complacer no solo mis deseos si no usar mis regalos, si haces lo que yo te pido dejaré ir con vida a Once pero tú te quedarás conmigo para siempre*".
Ahora estaba condenada y el Jefe de la Mafia me tenía a sus manos, en mi mente no podía pensar en nada más que hacer lo que me pedía no quería ver morir a Once, no me importaba sufrir la peor de las bajezas si con ello salvaba su vida.