Princesa Asesina

La mujer vestida de azul apretó los puños su fuerza clavando sus uñas en su carne hasta el punto de sangrar agitando su mano, las gotas de sangre se precipitaron hacia la figura esbelta que se alejaba.

Sin querer quedarse más tiempo Alia no les prestó atención pero sus sentidos habían mejorado con las enseñanzas de su maestro, sabía que un peligro inminente se acercaba.

El cuerpo de Alia se movió de manera instintiva evitando las gotas de sangre rojas brillantes.

– ¡Sangre! – murmuró Alia frunciendo el ceño, no podía creer lo que estaba viendo.

Sus sentidos se volvieron aún más alertas, esas gotas de sangre no parecían ser sencillas.

En efecto al siguiente instante, las gotas de sangre se movieron como si estuvieran controladas por alguien.

¡No podía creer que unas solo gotas de sangre emanaran un poder terrible! Esquivando de manera ágil como una golondrina en el cielo, Alia dio una voltereta cayendo desde la gran alta roca.

Arrodillada sobre el suelo Alia miró con ojos feroces a la mujer hermosa que viste azul.

¡Es ella! La misma mujer que había atacado al pájaro blanco su expresión sombría le decía a  Alia que la había hecho enfurecer demasiado.

– ¡retráctate de lo que has dicho! Mi joven maestra no es alguien con quien puedas burlarte – habló con frialdad mientras señalaba con su espada.

– ¡no quiero! Hermosa hermana deja de ser tan enojona te saldrán arrugas.

La espada en la mano de mujer vestida de azul tembló sin contener su ira corrió frenéticamente usando sus mejores movimientos de espada.

– ¡muere! – lo dijo balanceando su espada.

¡Swoosh! 

Desplazándose la hoja afilada en el aire atacó los puntos vitales de su objetivo.

Sonriendo de manera burlona, la mujer hermosa esperaba ver a Alia suplicarle por su vida mientras lloraba muy desconsolada.

– ¡Imposible! – pensó en sus adentro la hermosa mujer quien pudo ver la sonrisa traviesa de Alia.

Ese hermoso rostro claro como gotas de agua se volvió más incomparable con su sonrisa traviesa cualquier mujer que la viera sentiría tanta envidia de su belleza.

“Está fue una de las otras razones por que la mujer hermosa que viste de azul quiso aseinarla”

No era por que quería ser más hermosa que Alia sino que para ella nadie puede ser más hermosa que su joven maestra.

¿Quién será la joven maestra que tanto admira esa mujer de vestido azul? Tal vez pronto lo sabremos.

– ¡Hermana hermosa! ¡Prueba un poco del veneno que he hecho! – susurrando suavemente Alia sacó de su bolsa un veneno.

Lanzándolo hacia la mujer vestida de azul se burló con travesura.

El veneno es de un color verde intenso solo estar tan cercas podías sentir una sensación clara de peligro.

Retrocediendo la mujer evitó el veneno.

Tsk, tsk…. quejándose Alia maldijo nuevamente su mala suerte.

– ¡Basta de juegos! – gritó lanzando su espada.

La poderosa fuerza de la espada fue lo suficientemente fuerte como para destruirla.

Sin moverse en absoluto Alia solo observó la hoja afilada acercarse.

– ¡ya viene! – murmuró Alia sonriendo.

¡La espada púrpura como un poderoso remolino parecía devorar todo! No se detuvo continuó avanzando fuertemente para atravesar a su enemigo.

En ese momento que la espada estaba por llegar a Alia a pocos centímetros un estruendo resonó del cielo.

¡Zas!

¡Impactando en el suelo! ¡Una figura poderosa se reveló!

Estirando su mano sostuvo con solo sus dedos la espada púrpura partiéndola al instante en dos.

– ¡Gran tío! – gritó Ali casi saltando de felicidad colocando su mano en su pecho lo sabía, que su Gran tío vendría buscarla.

La figura robusta del hombre quien lleva una armadura plateada parecía imponente, su rostro expresaba indiferencia y sus ojos tranquilos eran como si hubiera ganado miles de guerras con el paso de los años.

Mirando de reojo a Alia sonrió para después mirar a las tres mujeres como un rey de la muerte.

– ¡Se atreven a atacar a mi sobrina! ¿Están cansadas de vivir? – se burló apuntando con una lanza dorada.

Las tres hermosas mujeres palidecieron sabían que no podían matarlo pues emanaba el nivel 18.

¡Una figura poderosa! Incluso si atacan serán derribadas sin esfuerzo.

Mordiéndose el labio, la mujer vestida de azul se lamentó debió haber matado rápido a esa chica espantosa sabía que no tenían escapatoria ¿cómo podrían irse? Su joven maestra les dio una orden: si no vuelven con la tarea asignada serán castigadas con la muerte.

Bajando la cabeza llena de odio, la mujer vestida de azul lo recordó, sonriendo aún tenía una carta de triunfo.

¡Las comisuras de sus labios se levantaron esbozando una sonrisa siniestra!

– ¡Tengo una misión que cumplir! Originalmente no quería usar esta carta de triunfo por que solo puedo usarla dos veces pero viendo hasta donde a llegado la situación, aunque no obtenga la perla vital puedo llevar tu cuerpo muerto a mi joven maestra.

Frunciendo el ceño Alia supuso que su carta de triunfo era poderosa más por que la miraba como a una persona muerte.

¡No le tiene miedo! Alia tiene a su gran tío incluso si su carta de triunfo es poderosa también tiene la suya propia.

Sonriendo de manera orgullosa Alia tocó el jade antiguo que cuelga sobre su cintura.

– ¿quiero ver qué carta de triunfo tienes bajo tu mano? 

Loca de ira la mujer vestida de azul no se contuvo esta vez quería matar rápidamente a esa chica que arruinó su misión.

Sacando de su cintura un jade rojo como la sangre movió sus dedos, el jade flotó explotando leves energías poderosas.

¡El aire se volvió turbulento! Mientras que el cielo se tornó de un rojo intenso.

– ¡Fuego eterno! – gritando la mujer vestida de azul sonrió de forma siniestra.

Las dos mujeres a su lado retrocedieron, sus expresiones no cambiaron, era como si estuvieran acostumbradas a tales fuerzas poderosas.

¡El fuego rojo carmesí abrasador devoró todo a su paso! 

Alia recordó que cuando llegó por primera vez al campo de batalla pudo ver desde la distancia un fuego abrasador que ascendía hasta los cielos.

Suspirando con leve quejido Alia no tuvo miedo alguno.

– ¡dos pueden jugar el mismo truco! – gritó Alia mientras se quitaba el jade de su cintura.

El jade antiguo brilló tenuemente sabía lo que su maestro quería hacer tratando de mostrar lo mejor de sí quiso complacer a su amada dueña.

– ¡bloquea! – murmuró Alia lanzando el colgante de jade.

El poderoso abrasador fuego se encontró con el jade antiguo, las llamas que en algún momento fueron poderosas desaparecieron.

– ¡romper! – ordenó Alia.

Al apretar su puño el jade antiguo brillo.

– ¡imposible! – gritó la mujer vestida de azul, no podía creer que el fuego del jade haya desaparecido era como si algo tan poderoso lo bloqueara.

La expresión en el hermoso rostro de la mujer se volvió pálido mirando el jade antiguo se aterró se dio cuenta que ese era un artefacto tan poderoso.

– ¡vuelve jade! – gritó en pánico, estirando su mano quiso atrapar el jade.

Sin embargo no olvidemos la palabra que había ordenado Alia, el jade antiguo que había brillado destruyó al instante el jade rojo como la sangre.