Elliot, un omega puro y dominante, se disfraza de un chico feo y humilde para convertirse en sirviente (Asistente personal) de Cassian Lancaster, un alfa dominante y heredero de un imperio empresarial. Lo que comienza como un acto de protección hacia él mismo se complica cuando surge una atracción inesperada entre ellos. Cassian, intrigado por su misterioso sirviente, no sospecha que tras su apariencia se oculta alguien completamente diferente. Ambos terminan enamorándose sin darse cuenta. ¿Qué pasará si Cassian descubre la verdad sobre Elliot?
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📌 BL/Omegaverse (ChicoxChico)
📌Embarazo Masculino
📌 Ocultamiento de Identidad
📌 Omega ¿débil? x Alfa fuerte
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Capítulo 8
Celine frunció el ceño al ver a su hermano tan atento con su sirviente. Jamás había visto a Cassian actuar de esa manera, ni siquiera cuando omegas de la universidad, conocidos por su belleza y feromonas irresistibles, intentaban atraerlo.
—¿No te parece extraño, mamá? —susurró Celine, inclinándose hacia Ross mientras observaba cómo Cassian le servía café a Elliot.
Ross, sin embargo, solo sonrió ligeramente. Ya había escuchado de Demian sobre Elliot y entendía, al menos en parte, por qué Cassian actuaba de esa forma. No le molestaba; estaba acostumbrada a los caprichos de sus hijos, aunque sabía que todo en ello tenía un propósito oculto.
—Es Cassian. Nunca se sabe qué está pensando. Pero mejor preocúpate por ti misma y por tu peso, hija —respondió Ross con calma, sin apartar la vista del periódico.
—¡Tsk, mamá! —se quejó Celine, ofendida—. ¡Ya verás! ¡Bajaré de peso y seré la omega más hermosa!
—Pues hazlo, quiero verlo —replicó Ross, con un tono que exigía acciones más que palabras.
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Después del desayuno, Cassian realmente llevó a Elliot consigo a la universidad, pero antes de hacerlo, hicieron una parada inesperada en una boutique exclusiva que Ross solía frecuentar para elegir atuendos de alta gama.
Aunque todavía no era hora de abrir la tienda, el estatus de Cassian bastó para que el dueño abriera temprano.
—Por favor, elige ropa para este chico —dijo Cassian, señalando a Elliot, que se encontraba detrás de él, incómodo por la atención.
El dueño, un beta, quedó momentáneamente desconcertado al ver a un alfa tan apuesto como Cassian traer consigo a un joven omega de aspecto humilde y ropa desgastada.
—¿Está seguro, joven amo? ¿No crees que es un tanto... raro ese omega? —preguntó con cautela, temiendo ofender a Cassian.
—¿Y qué tiene de malo? Me gusta su piel oscura. Hace que resalte entre tanta luz —respondió Cassian con una sonrisa divertida.
Elliot observó la escena en silencio, reprimiendo el impulso de rodar los ojos. A esas alturas, estaba seguro de que el joven amo disfrutaba ponerlo en situaciones incómodas.
"¿Qué le pasa a este chico? Seguro necesita un chequeo psicológico. ¿Desde cuándo un alfa prefiere algo así sobre un omega bonito y elegante?", pensó Elliot, apretando los labios para no expresar sus pensamientos.
Finalmente, el dueño de la boutique suspiró y accedió a cumplir la petición de Cassian, quizá porque temía los rumores que circulaban sobre los Lancaster, especialmente sobre su hijo mayor y el supuesto espíritu que lo rodeaba.
—Creo que esto le quedará bien —dijo el dueño, eligiendo un conjunto negro.
—¿De verdad es necesario, joven amo? —preguntó Elliot, incómodo mientras sostenía el atuendo en sus manos—. ¿No sería mejor que yo no fuera a la universidad?
Cassian lo miró de reojo, su expresión cargada de autoridad.
—Claro que es necesario, porque tu trabajo es ser mi pareja.
Elliot parpadeó, sorprendido.
—No bromee, joven amo —respondió en un intento de mantenerse calmado, aunque su corazón se aceleraba por la inesperada declaración.
Cassian no le dio mayor importancia a su reacción, pero Elliot sabía que no podía negarse. Si lo hacía, corría el riesgo de perder su empleo y la protección que la mansión Lancaster le ofrecía.
Con resignación, aceptó seguir el plan de Cassian, aunque seguía sin entender cuál era el propósito detrás de todo aquello.
...Ropa de Elliot (Tenis negros)...
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Al llegar a la universidad, Cassian no perdió tiempo y le pidió a Elliot que tomara su brazo, ignorando por completo las miradas curiosas de los estudiantes.
—Joven amo, esto es vergonzoso… —murmuró Elliot, sintiendo que las miradas de los alfas y omegas a su alrededor se clavaban en ellos como agujas.
—¿Por qué te da vergüenza? ¿Acaso has hecho algo malo? —respondió Cassian con naturalidad, esbozando una sonrisa traviesa.
Elliot sintió que no tenía forma de discutir con alguien tan terco como su joven amo, así que simplemente bajó la mirada y lo siguió en silencio.
Cuando llegaron al salón, aún faltaba un poco para que iniciaran las clases. Cassian decidió aprovechar el momento para presentar a Elliot a su círculo de amigos, todos alfas provenientes de familias influyentes.
—Les presento a Adam —anunció Cassian con una sonrisa, cambiando intencionadamente el nombre de Elliot.
Los amigos de Cassian se miraron entre sí, visiblemente incómodos. Aunque ya habían escuchado rumores de que Cassian tenía una nueva pareja, ninguno esperaba que fuera alguien tan sencillo y… diferente.
—¿Qué les parece? Dulce y encantador, ¿verdad? Me gusta mucho —continuó Cassian, pasando una mano por el cabello de Elliot de manera posesiva mientras lo abrazaba.
Elliot se tensó, pero no dijo nada. Aún estaba tratando de entender qué buscaba Cassian con todo aquello.
—Es adorable. Me gusta todo lo que hace mi omega —agregó Cassian con descaro, sin apartar la vista de Elliot.
—Cassian, estás loco —comentó uno de sus amigos, incapaz de ocultar su desconcierto.
—¿Loco de qué? —respondió Cassian, alzando una ceja con aire desafiante. Finalmente, giró sobre sus talones y tomó a Elliot del brazo—. Me voy. Ahora difundan el rumor de que ya tengo un omega lindo y adorable. ¡Que todo el mundo lo sepa!
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